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Frente a los altos costos de los repuestos y la caída de la demanda del servicio, para muchos taxistas de Caracas las tarifas que cobran se quedan cortas para vivir de este oficio. Aunque las aumentan en promedio cada tres meses, la inflación devora las ganancias y ahuyenta a los clientes. Para el mes de agosto, los conductores de carros identificados con el damero amarillo y negro cobran entre Bs. 3.000 y Bs. 5.000 por carreras cortas o mínimas.

Si se estima que un “día bueno” llegan a hacer hasta ocho carreras, queda en evidencia que eso no les permite ganar suficiente dinero para cubrir el mantenimiento básico de sus unidades, pues para comprar cuatro cauchos, los propietarios necesitan realizar al menos 560 viajes cortos, que representan 2.800.000 bolívares pues un neumático nuevo rin 14 oscila entre los Bs. 500.000 y Bs. 700.000, solo por citar un ejemplo.

Ser taxista no es negocio

Tomás Marrugo tiene dos años trabajando en la línea Centro Plaza en Los Palos Grandes. Considera que ser taxista no es “negocio”, pese a que en la línea aumentan cada tres meses sus tarifas. Los ingresos que obtiene apenas le alcanzan para pagar cubrir gastos esenciales operativos de su vehículo y mantener a su familia, conformada por su esposa y su hija de cuatro meses.

“Desde un año para acá se ha puesto más difícil, hay menos clientes y los repuestos están muy caros” declaró Marrugo, quien junto a otros socios de la línea comentó que, de las 60 unidades asociadas, 35 están paradas debido al alto costo de las autopartes.

En la línea han incrementado gradualmente los precios de sus tarifas para tratar de equilibrar las ganancias con los egresos. Sin embargo, afirman que ha menguado la cantidad de clientes, por lo cual los aumentos no tienen el efecto deseado. “Desde enero casi no salen viajes a otras ciudades, antes salían muchos, pero debido a los precios, ya no nos contratan como antes”, contó el entrevistado. Para agosto del 2017, una carrera hacia Barquisimeto (a unas siete horas de Caracas) cuesta más de Bs. 300.000, cuando en enero costaba 100.000 bolívares.

Foto: El Universal

Afirmaciones parecidas manifiestan otros taxistas. Joan Martínez, quien trabaja en una cooperativa frente al Unicentro del Marques en La California explicó que desde enero sus clientes fijos han dejado de contratarlo. “Antes nos contrataban estudiantes de la Universidad Santa María o de la Metropolitana, empleados de bancos y de entes públicos, para trasladarlos cuando salían tarde hacia sus casas, ahora ya casi no nos buscan” narró.

De los 10 socios de la cooperativa, cinco no están laborando debido a que sus vehículos se encuentran paralizados debido a la falta de repuestos. “Algunos de los que no han vuelto a trabajar no tienen dinero para reparar el motor o para comprar los cauchos”, aseguró Martínez, quien señaló que con lo que ganan se les dificulta comprar las autopartes, porque se encarecen demasiado rápido.

“Cuando se me daña algo, casi nunca tengo dinero para comprarlo, por eso tengo que pedir prestado” dijo Marlo Key, quien es taxista de la misma línea.

La línea Los Laboratorios en Los Cortijos también han visto menguar su flota. Edison Garcé, quien es taxista y socio de la cooperativa contó a Efecto Cocuyo que, de los 10 carros de la asociación, solo 4 funcionan. Las razones son las mismas que en otras líneas, dificultades para comprar cauchos y resolver problemas en el motor.

“Además de los 150 mil bolívares mensuales que gasto en el mantenimiento, cada seis meses tengo que comprar piezas del tren delantero por culpa de los huecos en las calles, más los gastos que salen de improvisto. Hace poco tuve que pagar 600 mil bolívares en el kit de la cadena de los tiempos, más lo que me salieron todas las válvulas, 70 mil cada una”, narró Garcé.

Lucio Fuentes, quien pertenece a la línea Lincoln de Plaza Venezuela y lleva 27 años trabajando como taxista, explicó que los repuestos son solo una parte del problema, el alto costo de los alimentos y los gastos hogareños consumen casi todos sus ingresos. “Hace un año yo le daba diario 5.000 bolívares a mi mujer y ella se quedaba tranquila, ahora le dejo 30 mil y no alcanza” señaló.

A su juicio, los comerciantes de repuestos son culpables de la situación. “Los precios son exagerados, estuve parado por cauchos durante 1 semana, tuve que comprar cauchos chimbos porque no tenía”, agregó.

1.200 carreras solo para hacer un motor

Hacer el motor de un vehículo le cuesta a un taxista entre Bs. 2.000.000 y Bs. 6.000.000 dependiendo del carro que posea, aunque en su mayoría cuentan con motores 4 cilindros en modelos ensamblados del año 2000 al 2010. En razón de ello, deberían efectuar entre 400 y 1.200 carreras para cubrir los costos de esta reparación mayor, sin tomar en cuenta que los precios se elevan si no adquiere los repuestos con prontitud.

El dueño de un taller mecánico en Caracas, quien prefirió mantener su nombre en reserva, informó a Efecto Cocuyo, que muchas personas han tenido que llevarse sus carros luego de dejarlos en su negocio por no poder seguir costeando las reparaciones, “Solo el 35% puede terminar de arreglar sus carros”, dijo y agregó que en su caso, no está dando presupuestos con vigencia mayor a una semana, pues le resulta imposible mantener los precios invariables.

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