Para este año, la crisis económica y política viene con mayor fuerza. Los precios del petróleo, los “encontronazos” entre poderes, el establecimiento de políticas fiscales sostenibles y la necesidad de pedir ayuda internacional pintan el panorama para este 2016. Cuatro analistas económicos proyectaron lo que será el escenario para Venezuela en la trigésimo primera edición del Foro Perspectivas Económicas, organizado por el Instituto de Estudios Superiores en Administración (Iesa). El resultado es que tanto la gente como el Gobierno la tendrán difícil los próximos nueve meses.

Los economistas Michael Penfold, Ricardo Villasmil, Francisco Monaldi y Ricardo Penfold presentaron sus análisis de la coyuntura actual. Al final del foro, también participaron el periodista César Miguel Rondón, la economista Tamara Herrera, el abogado constitucionalista Juan Manuel Raffalli y el presidente de Conindustria, Juan Pablo Olalquiaga, en un conversatorio para hablar de sus áreas de trabajo.

A continuación, las claves de las proyecciones realizadas por los cuatro economistas:

Con deudas hasta el cuello

Hay dos crisis: la que vive el Gobierno y la que vive la gente“, aseguró Ricardo Villasmil. El primero, explicó, atraviesa una crisis doble, en dólares y en bolívares. “El déficit de divisas es de unos $40 mil millones”, estimó para este año. Sin embargo, apuntó que políticas como el aumento de la gasolina y una posible devaluación no representaría ninguna solución para la falta de dólares que atraviesa el Gobierno. Medidas de ese tipo solventan la crisis fiscal y devengan ingresos en bolívares.

La crisis que enfrenta la gente, afirmó, se ve reflejada en encuestas y trabajos como la Encuesta de Condiciones de Vida (Encovi), que para el año pasado arrojó que 76% de los venezolanos son pobres de ingresos. “La gente ve que la escasez y la inflación no están pasando, sino que todo apunta a una agudización en el corto plazo“, dijo Villasmil. A esto se agrega el deterioro de los servicios públicos en materia de electricidad, agua y transporte.

Aseguró que la crisis en bolívares no reviste la inmediatez que tiene la crisis externa, porque el Gobierno tiene más opciones. No obstante, el escenario de las divisas pinta cada vez más negro incluso para quienes las administran.

El Gobierno tiene que ver cuánto entra por el petróleo, luego cuánto le toca pagar en deudas y el remanente lo destina a importaciones“, explicó. Con la baja de los precios del petróleo, las divisas sobrantes son cada vez menores. Esta situación se aprecia en la Memoria y Cuenta del Ministerio de Economía y Finanzas del año 2015, donde se refleja que la autorización de divisas para importaciones disminuyó en 65% en comparación con el año anterior.

Los próximos cinco años serán clave en la cancelación de deudas, especialmente ahora que el país recibe menos ingresos por la actividad petrolera. “Entre 2016 y 2019 Venezuela deberá pagar 40 mil millones de dólares en deudas”, agregó Villasmil. “En vez de ahorrar para las vacas flacas, nos endeudamos. Ahora, con ingresos petroleros mucho menores, debemos cubrir una demanda mucho mayor“.

Entre ciclos electorales

El financiamiento internacional es clave para que Venezuela salga de la crisis externa. Así lo afirmó el economista Michael Penfold. “Venezuela enfrenta una crisis de balance de pagos”. Sin embargo, liquidar esos pagos no será sencillo, ya que el país vive sumido entre ciclos electorales que imposibilitan que las medidas sean sostenibles y hacen que sea necesario ganar popularidad. Este año se celebrarán los comicios de gobernadores; en 2017 serán las elecciones de alcaldes y en 2018, las presidenciales.

Sobre esta situación, Penfold aseguró que “todos los gobiernos terminan divididos porque tienen distintas visiones de cómo resolver la crisis”. Como ejemplo, colocó la salida de Luis Salas de la  vicepresidencia de Economía Productiva y la designación de Miguel Pérez Abad en el cargo.

También mencionó la situación actual en Latinoamérica, donde la izquierda que llegó a la presidencia en países como Venezuela, Bolivia y Brasil ahora está sufriendo un rechazo. En el país se vio reflejado tras las elecciones del 6D en 2015; en Bolivia luego de que el “No” le quitara a Evo Morales el chance de volver a ser candidato; y en Brasil después de los escándalos de corrupción en los que está involucrado el expresidente Lula Da Silva.

“El ascenso de la izquierda en Latinoamerica coincidió con el incremento del precio de los commodities”, aseguró Michael Penfold, “ahora, es el fin de los ciclos electorales constitucionales“.

El barril por el suelo

En los años 70, el Gobierno tropezó con la piedra por primera vez, aseguraron los economistas. Cuatro décadas después, Venezuela volvió a cometer el mismo error y no se preparó para la “época de las vacas flacas”. Ahora, el país debe enfrentar un período clave con la baja de los precios del crudo y con deudas por pagar.

“Nos preparamos para que el precio del petróleo siguiera subiendo”, aseguró el economista Francisco Monaldi en el foro, “siempre nos equivocamos en la predicción” en la predicción de cuánto costará el barril.

El especialista explicó que la sobreproducción ha traído como consecuencia que productores de alto costo, como Venezuela, se vean obligados a salir del mercado en comparación con aquellos países que producen a precios más bajos, como Arabia Saudita.

“No es sostenible que los precios se mantengan bajos”, dijo. Con los precios que tiene la cesta venezolana actualmente, entre $22 y $25, apenas da para cubrir los costos totales por barril. Las regalías, aseguró, se quedan por fuera.

La baja en los precios del petróleo ha llevado al Gobierno a tomar la decisión de vender sus activos, como ocurrió en el caso de Petromonagas. Para Monaldi, “este fue el peor momento para vender la empresa” y la medida fue desesperada. “La venta se concretó por 500 millones de dólares cuando el valor que se estimaba era entre 800 y 900 millones de dólares”, afirmó.

Hacia una reforma fiscal

“Las compañías tocan fondo y quiebran. Los países no, se siguen deteriorando”, dijo el economista Ricardo Penfold. Para frenar la inflación y la escasez, el especialista considera necesaria la implementación de una reforma fiscal.

A raíz del déficit fiscal, Venezuela se empieza a endeudar en 2006“, explicó. En ese momento, el país empezó a imprimir más dinero, lo que significó para Penfold una de las causas del incremento de los precios y la disminución del poder adquisitivo. “Cualquier país que empiece a imprimir dinero genera inflación”, aseguró. “Aquí nadie quiere un bolívar”.

Para resolver el problema del incremento de precios y romper con las espirales hiperinflacionarias, propone implementar una reforma fiscal sostenible y “limpiar” Pdvsa. Considera que otras propuestas, como dolarizar la economía, no son recomendables: “Eso es lo peor que le puede pasar a cualquier país porque se necesita flexibilidad“, dijo.

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