Desde este martes primero de mayo, los precios de los productos en Venezuela deben expresarse tanto en bolívares fuertes como en bolívares soberanos (Bs. S), como paso previo a la reconversión monetaria que entrará en vigencia en el país a partir del próximo 4 de junio.

Esta es una de las disposiciones transitorias que contiene el decreto de la segunda reconversión monetaria que aplica el chavismo en la última década y que como la primera en el año 2008, le quitará tres ceros al bolívar y trae consigo la aparición de un nuevo cono monetario.  Desde el primero de mayo “todos los instrumentos por los cuales se ofertan los precios de bienes y servicios así como otros que expresen importes monetarios, emplearán en su referencia tanto la unidad de cuenta previa a la reexpresión (bolívar fuerte) y el bolívar soberano”.

Según el Banco Central de Venezuela (BCV), “la reconversión monetaria es la modificación total del cono monetario vigente. Implica el cambio de escala monetaria y de todo lo que se exprese en bolívares. Con la eliminación de tres ceros se facilitarán las transacciones económicas y comerciales, y, también serán más eficientes los sistemas de cómputos y registros contables”.

Sin embargo, economistas han advertido que el poco tiempo para aplicar estos cambios no es suficiente para que los comercios en el país puedan hacer los ajustes respectivos y en especial para que las entidades bancarias venezolanas cuenten con los lapsos suficientes para calibrar los cajeros automáticos que dispensarán los nuevos billetes del bolívar soberano, además de que no resolverá los problemas económicos del país.

El anuncio de la reconversión fue hecho el pasado 22 de marzo por el presidente de la República, Nicolás Maduro quien en un acto para impulsar el petro, la criptomoneda que creó su gestión, aseguró que “vamos a activar una reconversión monetaria necesaria para la economía venezolana. He decidido reducir tres ceros de la moneda y sacar el actual cono monetario y poner un nuevo cono monetario con tres ceros menos que va a iniciarse desde el propio lunes 4 de junio”.

Para economistas como José Guerra y Ronald Balza, aplicar una medida de este tipo en un contexto de hiperinflación no tiene sentido, porque más bien se pretende esconder con ella este fenómeno que padece Venezuela desde hace ya cinco meses consecutivos.

“Debería ser muy obvio para el Presidente que proponer una reconversión no tiene sentido, va a incurrir en unos costos que va a perder. En una hiperinflación que no se está resolviendo esos tres ceros vuelven en un año”, dijo Balza el pasado marzo.

Foto: BCV

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