Con la llegada de la pandemia del coronavirus a Venezuela y el incremento progresivo de casos de COVID-19, un dispositivo portátil que ofrece información valiosa sobre la salud del paciente se volvió altamente demandado en el mercado: el oxímetro de pulso.
También conocido como saturómetro, este artefacto se coloca como una pinza en la punta de los dedos de las manos y “a través de una luz que incide sobre el glóbulo rojo lee con diferentes sensores la saturación de oxígeno, es decir, la concentración parcial de oxígeno en la sangre. Es una aproximación”, explica la infectóloga, Patricia Valenzuela.
El oxímetro de pulso posee una pantalla digital que arroja principalmente dos valores: el porcentaje de saturación de oxígeno y el ritmo cardiaco (latidos por minuto).
El valor de la saturación de oxígeno es clave para conocer la evolución de un paciente con COVID-19 o con problemas respiratorios y determinará si este requiere suministro de oxígeno en sus distintas modalidades.
“La saturación de oxígeno debe estar de 94 % para arriba”, dice la especialista. Si la medición arroja un valor por debajo de ese porcentaje esto representa “un signo de alarma”, y probablemente la indicación de será que la persona acuda a la emergencia de un centro asistencia.
Valenzuela destaca que otro indicador importante es la frecuencia cardiaca. Como ejemplo, describe que si una persona tiene la saturación en 94 % pero presenta más de 100 pulsaciones por minuto estando en reposo (descrito como taquicardia), también es una señal a la que se debe prestar atención y paciente debería ser evaluado en un hospital o clínica.
“El organismo aumenta la frecuencia cardiaca para sopesar la saturación de oxígeno”, advierte y añade que las pulsaciones por minuto también se pueden incrementar si la persona presenta fiebre (en 10 latidos por minuto por cada grado de temperatura).
Para Valenzuela, integrante de la junta directiva de la Sociedad Venezolana de Infectología, en estos momentos “el oxímetro de pulso es como un termómetro que debería haber en cualquier hogar”, así como también debería haber un tensiómetro si alguien en la familia sufre de hipertensión.
Opina que para los pacientes que son tratados en sus casas este dispositivo ofrece información útil y que orienta al médico tratante en la toma de decisiones sobre cómo abordar el caso durante el desarrollo de la enfermedad.
En la actualidad los precios de los oxímetros de pulso pueden oscilar entre 10 y 30 dólares, de acuerdo a un monitoreo realizado por Efecto Cocuyo.
En marzo, Miguel Rodríguez adquirió uno por 10 dólares en una tienda de insumos y equipos médicos en la ciudad de Maracay, en el estado Aragua.
Marijul Narváez compró uno de estos aparatos el pasado jueves en el Locatel ubicado en La Trinidad por 25 dólares. Antes había intentado comprarlo en un par de bodegones muy conocidos en Caracas, pero se les habían agotado.
Pensó en comprarlo a través de una conocida página de compras por Internet, pero no le daba del todo confianza.
Para este viernes 23 de abril, la cadena de farmacias Farmatodo ofertaba en su página web tres modelos entre 56.000.000 y 76.000.000 bolívares, (entre 20 y 27 dólares al cambio del dólar paralelo).
La infectóloga Patricia Valenzuela señala que la recomendación al usar un oxímetro de pulso es esperar de un minuto a un minuto y medio para que los valores logren estabilizarse.
Otra orientación es que la persona no tenga pinturas o esmalte de uñas al momento de hacer la medición, porque esto podría reducir la sensibilidad del artefacto.
Añade que la calidad de las pilas que usan estos dispositivos, o el hecho de que se estén agotando, pueden influir en alertar la lectura de la saturación de oxígeno.
La especialista sugirió que, en general, se busque adquirir los oxímetros de pulso en establecimientos conocidos y que tengan tradición de comercializar equipos médicos
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También conocido como saturómetro, este artefacto se coloca como una pinza en la punta de los dedos de las manos y “a través de una luz que incide sobre el glóbulo rojo lee con diferentes sensores la saturación de oxígeno, es decir, la concentración parcial de oxígeno en la sangre. Es una aproximación”, explica la infectóloga, Patricia Valenzuela.
El oxímetro de pulso posee una pantalla digital que arroja principalmente dos valores: el porcentaje de saturación de oxígeno y el ritmo cardiaco (latidos por minuto).
El valor de la saturación de oxígeno es clave para conocer la evolución de un paciente con COVID-19 o con problemas respiratorios y determinará si este requiere suministro de oxígeno en sus distintas modalidades.
“La saturación de oxígeno debe estar de 94 % para arriba”, dice la especialista. Si la medición arroja un valor por debajo de ese porcentaje esto representa “un signo de alarma”, y probablemente la indicación de será que la persona acuda a la emergencia de un centro asistencia.
Valenzuela destaca que otro indicador importante es la frecuencia cardiaca. Como ejemplo, describe que si una persona tiene la saturación en 94 % pero presenta más de 100 pulsaciones por minuto estando en reposo (descrito como taquicardia), también es una señal a la que se debe prestar atención y paciente debería ser evaluado en un hospital o clínica.
“El organismo aumenta la frecuencia cardiaca para sopesar la saturación de oxígeno”, advierte y añade que las pulsaciones por minuto también se pueden incrementar si la persona presenta fiebre (en 10 latidos por minuto por cada grado de temperatura).
Para Valenzuela, integrante de la junta directiva de la Sociedad Venezolana de Infectología, en estos momentos “el oxímetro de pulso es como un termómetro que debería haber en cualquier hogar”, así como también debería haber un tensiómetro si alguien en la familia sufre de hipertensión.
Opina que para los pacientes que son tratados en sus casas este dispositivo ofrece información útil y que orienta al médico tratante en la toma de decisiones sobre cómo abordar el caso durante el desarrollo de la enfermedad.
En la actualidad los precios de los oxímetros de pulso pueden oscilar entre 10 y 30 dólares, de acuerdo a un monitoreo realizado por Efecto Cocuyo.
En marzo, Miguel Rodríguez adquirió uno por 10 dólares en una tienda de insumos y equipos médicos en la ciudad de Maracay, en el estado Aragua.
Marijul Narváez compró uno de estos aparatos el pasado jueves en el Locatel ubicado en La Trinidad por 25 dólares. Antes había intentado comprarlo en un par de bodegones muy conocidos en Caracas, pero se les habían agotado.
Pensó en comprarlo a través de una conocida página de compras por Internet, pero no le daba del todo confianza.
Para este viernes 23 de abril, la cadena de farmacias Farmatodo ofertaba en su página web tres modelos entre 56.000.000 y 76.000.000 bolívares, (entre 20 y 27 dólares al cambio del dólar paralelo).
La infectóloga Patricia Valenzuela señala que la recomendación al usar un oxímetro de pulso es esperar de un minuto a un minuto y medio para que los valores logren estabilizarse.
Otra orientación es que la persona no tenga pinturas o esmalte de uñas al momento de hacer la medición, porque esto podría reducir la sensibilidad del artefacto.
Añade que la calidad de las pilas que usan estos dispositivos, o el hecho de que se estén agotando, pueden influir en alertar la lectura de la saturación de oxígeno.
La especialista sugirió que, en general, se busque adquirir los oxímetros de pulso en establecimientos conocidos y que tengan tradición de comercializar equipos médicos