De nuevo, el diputado José Manuel Olivares denuncia que las cifras de muertes por COVID-19 que reporta el gobierno de Nicolás Maduro no se ajustan a la realidad. Este lunes, 3 de agosto, aseguró que los fallecidos no son 174 como se reportó hasta este domingo, sino que ascienden 349 en todo el país.
“Son 174 muertes dice la dictadura, pero nuestro monitoreo con historias médicas de hospitales y el compromiso de los profesionales de la salud, detectamos 175 fallecidos adicionales para un total de 349 venezolanos, pueden ser muchos más”, alertó el parlamentario desde el exilio.
Manifestó con preocupación que se ha observado un incremento en la emisión de actas de defunción por patologías respiratorias de personas que no pudieron llegar al hospital, pero sin certeza de que haya sido o no a causa del coronavirus.
Olivares, también médico de profesión, destaca que 38 muertes entre el personal de salud en Venezuela, la ubican como el país con la mayor tasa de mortalidad (22%) entre dichos trabajadores, solo seguida por Ecuador con 1,39%. En el resto de los países de la región, comentó, no alcanza 1%.
De allí la necesidad, señala, de equipos de protección para médicos, enfermeras y demás trabajadores, así como el suministro continuo de agua para que el personal pueda lavarse las manos en los hospitales.
Emergencias y terapia intensiva
En cuanto a la capacidad de las emergencias de los hospitales públicos del país, Olivares reportó una ocupación de 50% y de 63% en camas de terapia intensiva, con “estados colapsados” como Zulia, Falcón y Anzoátegui.
“¿Por qué es importante la terapia intensiva? Porque en ella se pierde la batalla contra el COVID-19, cuando no hay una cama disponible, allí es donde se derrota y se puede decir que se salvan vidas”, expresa.
Recordó que en todo el territorio apenas hay 150 camas para terapia intensiva en el sistema de salud público, la cifra llega a 400 si se le suma el sector privado. Mencionó que el estándar internacional establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece que 10% del total de camas debe ser para terapia intensiva.
“Si hay 12 mil camas deberíamos tener 1.200 camas de terapia intensiva pero solo hay 150, deberíamos tener también 1.500 nuevos ventiladores, ¿eso será suficiente para el COVID-19 en el país? No sabemos, pero las 150 sí son insuficientes”, advierte.
Rechaza habilitación del Poliedro de Caracas
Rechazó una vez más la medida gubernamental de hospitalizar a los pacientes asintomáticos y la habilitación de instalaciones como las del Poliedro de Caracas y la Villa Olímpica del estado Lara para ello. Recalca que una persona sin síntomas o con malestar leve puede estar aislada 14 días en casa y que son los pacientes graves los que deben estar en un centro de salud.
“El Hospital Universitario de Caracas tiene 70 camas para COVID-19, 28 en emergencia, once en Neumonología, 28 Infectología y dos en Nefrología. ¿Qué sentido tiene improvisar en el Poliedro en lugar de invertir en el Hospital Universitario y habilitar 800 camas?, tuviésemos en el Clínico tres Poliedros de Caracas”, afirmó.
Retraso en pruebas PCR
Olivares advirtió que Venezuela es el país donde más tarda un resultado de prueba PCR, con un promedio de diez a 12 días en Caracas y 18 a 20 días en el interior del país. Esto debido a la centralización que aún persiste en el Instituto Nacioanal de Higiene.
Reiteró que el número de pruebas PCR, solo 6% de Un millón 511 mil 433 practicadas hasta el 28 de julio, a un ritmo de entre 500 y 600 pruebas diarias, sigue siendo insuficiente. El resto son pruebas rápidas y alerta, “también se están acabando”.
Denuncia que al igual que ocurrió en el estado Zulia, en Monagas no se sabe del destino de 500 pruebas PCR practicadas hace diez días. Se desconoce si llegaron a Caracas o si fueron procesadas.
Otra acusación emitida por el profesional de la salud es la discriminación que asegura, se practica en el país hacia quienes se contagian de COVID-19. Sostuvo que mientras en grandes hospitales ya no hay capacidad para atender pacientes con el virus, faltan insumos y respiradores, el hospital de Coche fue habilitado solo para militares “cercanos a la dictadura”. Acota que uniformados de más alto rango aún y ministros tienen exclusividad en el hospitalito de Fuerte Tiuna.
“A los que anuncian con bombos y platillos que tienen COVID-19 les instalan el hospital en su casa, su respirador, la terapia intensiva, el médico y la enfermera 24 horas, mientras la gente tiene que ir a los hospitales y no encuentra camas, ni ventiladores y otros como una señora de Tucupita (Delta Amacuro) que pierde la vida en un carro porque no llegó al hospital, esta es la realidad del COVID-19 en Venezuela”, rechaza.
Por último, Olivares recordó que otras patologías como el cáncer siguen su curso pese a la pandemia y que 85% de mujeres con esa enfermedad no cuentan con tratamiento en Venezuela. Alertó que según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha), hasta el 13 de junio se reportaron 3.460 casos de dengue con una mortalidad de 0,2% frente al promedio de la región que alcanza 0,03%.