El conflicto no solo se mueve en territorio ucraniano, sino también en los ecosistemas digitales. Las autoridades rusas habilitaron canales de Telegram en español para difundir su versión de la guerra en Ucrania y poner a circular desinformación; una estrategia a la que varias organizaciones le han hecho seguimiento durante los meses de coyuntura.
La invasión rusa a Ucrania potenció la difusión de propaganda y desinformación por parte de los medios adscritos al gobierno de Vladimir Putin. Muchos muestran una visión sesgada de la coyuntura, tan parcializada que a Rusia se le identifica como “salvador” de la población ucraniana y se usan descalificativos contra el gobierno de esa exrepública soviética. Sin embargo, la circulación de desinformación se trasladó a la plataforma Telegram.
Esta aplicación de mensajería se ha usado durante el conflicto, tanto para informar a los civiles de rutas de evacuación como para poner a circular desinformación, según detalló EFE Verifica. Permite la creación de grupos de más de 200 mil personas, donde se pueden poner contenidos con respuestas restringidas.
Telegram solo hace referencia al contenido ilegal como pornografía o terrorismo, que regula en canales públicos. Sin embargo, en su página web no se especifica si cuentan con alguna herramienta que ayude a combatir la desinformación.
La investigadora principal del laboratorio forense digital del Atlantic Council, Iria Puyosa, dijo a la Voz de América (VOA) que tienen identificadas al menos 100 cuentas cercanas al núcleo del Departamento de América Latina de Rusia. “Yo pensaría que podrían ser muchas más. Yo pensaría que pudiéramos llegar a 500 cuentas en esta red que intercambia más o menos el mismo tipo de información”, comentó.
Los mensajes que se comparten en estos canales justifican la guerra con la idea de que el gobierno de Ucrania es «un gobierno nazi». También publican contenidos antiestadounidenses y contribuyen a crear ambientes de opinión en países de interés.
La analista de medios, Adriana Amado, dijo a VOA que son efectivos para crear ambientes de “no creas en nada”, estrategia que ha sido funcional para los liderazgos que buscan desestimar a los medios de comunicación.
Telegram “podría ser la aplicación más importante de la guerra” en un escenario en el que parte de los medios occidentales han cortado el acceso a sus plataformas, según el director asociado del laboratorio forense del Atlantic Council, Lukas Andriukaitis, consultado por EFE Verifica.
Pero no todo es difusión de contenidos verdaderos y falsos. Telegram también ha facilitado la documentación de crímenes de guerra para las organizaciones que hacen seguimiento. Tal es el caso del medio de verificación Bellingcat. Para el investigador, Giancarlo Fiorella, la plataforma permite preservar mejor el material en comparación con otras redes sociales.
Bellingcat ha documentado 800 vulneraciones contra población civil e infraestructuras, con la esperanza de alimentar un futuro caso en la Corte Penal Internacional.
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El conflicto no solo se mueve en territorio ucraniano, sino también en los ecosistemas digitales. Las autoridades rusas habilitaron canales de Telegram en español para difundir su versión de la guerra en Ucrania y poner a circular desinformación; una estrategia a la que varias organizaciones le han hecho seguimiento durante los meses de coyuntura.
La invasión rusa a Ucrania potenció la difusión de propaganda y desinformación por parte de los medios adscritos al gobierno de Vladimir Putin. Muchos muestran una visión sesgada de la coyuntura, tan parcializada que a Rusia se le identifica como “salvador” de la población ucraniana y se usan descalificativos contra el gobierno de esa exrepública soviética. Sin embargo, la circulación de desinformación se trasladó a la plataforma Telegram.
Esta aplicación de mensajería se ha usado durante el conflicto, tanto para informar a los civiles de rutas de evacuación como para poner a circular desinformación, según detalló EFE Verifica. Permite la creación de grupos de más de 200 mil personas, donde se pueden poner contenidos con respuestas restringidas.
Telegram solo hace referencia al contenido ilegal como pornografía o terrorismo, que regula en canales públicos. Sin embargo, en su página web no se especifica si cuentan con alguna herramienta que ayude a combatir la desinformación.
La investigadora principal del laboratorio forense digital del Atlantic Council, Iria Puyosa, dijo a la Voz de América (VOA) que tienen identificadas al menos 100 cuentas cercanas al núcleo del Departamento de América Latina de Rusia. “Yo pensaría que podrían ser muchas más. Yo pensaría que pudiéramos llegar a 500 cuentas en esta red que intercambia más o menos el mismo tipo de información”, comentó.
Los mensajes que se comparten en estos canales justifican la guerra con la idea de que el gobierno de Ucrania es «un gobierno nazi». También publican contenidos antiestadounidenses y contribuyen a crear ambientes de opinión en países de interés.
La analista de medios, Adriana Amado, dijo a VOA que son efectivos para crear ambientes de “no creas en nada”, estrategia que ha sido funcional para los liderazgos que buscan desestimar a los medios de comunicación.
Telegram “podría ser la aplicación más importante de la guerra” en un escenario en el que parte de los medios occidentales han cortado el acceso a sus plataformas, según el director asociado del laboratorio forense del Atlantic Council, Lukas Andriukaitis, consultado por EFE Verifica.
Pero no todo es difusión de contenidos verdaderos y falsos. Telegram también ha facilitado la documentación de crímenes de guerra para las organizaciones que hacen seguimiento. Tal es el caso del medio de verificación Bellingcat. Para el investigador, Giancarlo Fiorella, la plataforma permite preservar mejor el material en comparación con otras redes sociales.
Bellingcat ha documentado 800 vulneraciones contra población civil e infraestructuras, con la esperanza de alimentar un futuro caso en la Corte Penal Internacional.