La diputada a la Asamblea Nacional Constituyente y abogada, María Alejandra Díaz Marín, usó su cuenta de twitter para brindar una receta natural para curar el Covid-2019, la nueva cepa del coronavirus que fue detectada el pasado 31 de diciembre de 2019 en la ciudad china de Wuhan y a la que calificó como un arma de bioterrorismo.
De acuerdo a un tuit publicado el pasado 27 de febrero de 2020 por la licenciada en leyes, la receta incluye varios ingredientes usualmente recomendados para prevenir y curar gripes, como malojillo, saúco, jengibre, pimienta negra, limón y miel. La publicación tenía para el día jueves 3 de marzo más de 2.100 RT y más de 2.500 Me gusta.
Bioterrorismo el CORONAVIRUS tiene remedio. Coloque:
100 grs malhojillo y sauco, 5grs jengibre y pimienta negra conchas 2 limones amarillos 1lt agua, hierva 15 min. Agregue 100ml miel y jugo 2 limones agite y tome media tacita cada 2 horas, entre 6 am y 8 pm hasta sentirse mejor— María Alejandra Díaz Marín (@MariaesPueblo) February 27, 2020
La Unidad de Verificación y Factchecking de EfectoCocuyo analizó la aseveración así como las pruebas remitidas para contextualizar la información.
Vibraciones y biotecnología
Díaz también compartió una explicación para la inclusión específica de estos ingredientes,debido a su presunta frecuencia de vibración, citando las investigaciones de Sirio Quintero, a quien presenta como Doctor en Nano Biotecnología.
La combinación de estos ingredientes crea un campo de fuerza electrostática de 77Hz, la cual anula la frecuencia del ADN enfermo de 77Hz, restaurando la frecuencia normal del ADN saludable en 75Hz del ser humano.
Un ejemplo de la nanotecnología integrada a la medicina ancestral.— María Alejandra Díaz Marín (@MariaesPueblo) February 28, 2020
Quintero, quien según en su cuenta de Twitter @liberandopueblo se describe como “Talento y orgullo de campesino incorporado a la ciencia revolucionaria para la vida y la liberación de nuestro pueblo”, no publica desde mayo de 2011 cuando posteó un enlace a un artículo suyo titulado “Fabricantes del SIDA mercadean la gripe “porcina” AH1N1”.
El artículo combina una crítica a las grandes farmacéuticas y agencias de salud de Estados Unidos con la acusación de ser responsables de la creación del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Finaliza con argumentos de la llamada teoría de conspiración anti-vacuna, al asegurar que al usar fragmentos del material genético del virus, éstos se recomponen al interior del cuerpo, produciendo la enfermedad que pretendía curar.
Esta teoría se basa en una investigación con datos falseados publicada por el doctor Andrew Wakefield en la revista The Lancet en 1998. Y aunque fue desmentida por 10 de los 13 coautores del estudio, siendo retirada definitivamente del repositorio en 2010 cuando se conoció que Wakefield falsificó las pruebas, es popular entre ciertos grupos, a los cuales se les señala por el nuevo repunte del sarampión en Europa.
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Presunto nanotecnólogo
De acuerdo a una entrevista publicada en Matrizur en agosto de 2017, Quintero es especialista en nanotecnología, virología, bacteriología, parasitología, inmunología e informática, estudió diez años en el seminario diocesano y se graduó de Filosofía en la Universidad Católica Santa Rosa. Quintero acusó a la Universidad Católica Andrés Bello de haberle negado la graduación, borrando además todos sus archivos, aunque sin remitir pruebas. Sin embargo, asegura que habría logrado ser profesor de esa casa de estudio, así como en la Universidad Metropolitana y la Universidad Simón Bolívar.
Tras haber pertenecido a los Círculos Bolivarianos en Alemania e Italia, así como haber sido “parte de la élite de investigadores” en Alemania, volvió a su natal Boconó, en el estado Trujillo, para aplicar terapias de electromagnetismo y nanotecnología para curar distintas patologías, incluyendo el cáncer, con más de 3.500 pacientes sanados. Su metodología se trata de “atacar la simbiosis parasitaria que producen bacterias y parásitos al interactuar con los virus” mediante un “generador de frecuencias moduladas”.
Su currículo fue distinto en una entrevista en ViveTV realizada en agosto de 2017 en el programa “Diálogo de Saberes”. En el mismo Quintero aseguró que tenía una maestría y un doctorado en Filosofía, estudios de doctorado en Alemania e Italia en nanotecnología y que había desarrollado aparatos médicos que podían curar el cáncer, que no podían ser revelados aún e insistía en que el VIH era inoculado por medio de parásitos y virus pero que muchas de las pruebas que mostraba impresas ya habían sido borradas de Internet.

Cuenta una realidad alternativa
Increíblemente Quintero no sólo aseguró haber curado de cáncer al presidente Chávez en un artículo publicado el 9 de diciembre de 2012 en el blog Colarebo sino que sostiene que evitó el viaje a Cuba que anunció el presidente un día antes en su última aparición televisiva, en la que pidió a sus seguidores votar por Nicolás Maduro, entonces canciller, si por una “situación sobrevenida” él llegase a faltar.
La publicación de Quintero puede explicarse con el concepto de posverdad, que redefine la realidad por medio de “hechos alternativos”. Una idea acuñada por Kellyanne Conway, jefe de campaña y consejera del presidente Trump, en una entrevista ofrecida a Chuck Todd de la cadena NBC sobre la polémica por la cantidad de personas que asistieron a su investidura presidencial, asegurando que el secretario de prensa de la Casa Blanca, Sean Spicer, “s´lo presentó hechos alternativos”.
Similarmente, Quintero sostendría que Chávez fue curado y nunca viajó, a pesar de la versión oficial, que incluyó una fotografía de él con el periódico oficialista cubano Granma junto a sus dos hijas mayores, sino que habría sido sometido a las terapias electromagnéticas desarrolladas por él.
En un artículo posterior el presunto nanotecnólogo también declara que curó de paludismo al esgrimista olímpico Rubén Limardo y que Chávez falleció por “hacer caso omiso al tratamiento posterior”.
Teorías para el cáncer y el SIDA
En ese texto de 2013 Quintero insiste en sus teorías conspirativas, al denunciar que el cáncer es producido por las “lamentables jornadas de vacunación oficial” y ciertos grupos de alimentos mientras que los “activadores del SIDA” están “incrustados intencionalmente en los envases plásticos, bebidas y gaseosas”.
En sus blogs personal llamados “Guerra bacteriológica en Venezuela” y “Nanoalimentación Sirio Quintero”, así como su página en Facebook, da información sobre cómo y qué hacer para solicitar una cita médica con él, así como indicaciones para viajar a Boconó -incluyendo la recomendación de llevar harina y aceite porque son difíciles de conseguir- así como su experiencia en “bioelectromedicina cuántica y genética ondular reconstructiva humana”.
Una búsqueda en Google de ambos conceptos no arrojó resultados distintos a los propios artículos, entrevistas y entradas publicadas por Quintero, sin ningún otro instituto o especialista que los usara.
Por otro lado, una pesquisa en ResearchGate, repositorio internacional de investigaciones científicas, así como en Saber UCV y Saber ULA, que también mantienen un registro de los trabajos académicos producidos en ambas universidades venezolanas, no arrojaron resultados para Sirio Quintero, quien tampoco tiene perfil en LinkedIn.
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Curando el coronavirus
Junto a la receta de medicina natural, que no requeriría de los aparatos desarrollados por Quintero, la diputada Díaz publicó un estudio de cuatro páginas que justificaría la fórmula que curaría la nueva cepa del COVID-19 bajo el título “Coronavirus: mapa de la estructura genética y antídoto para el parásito intracelular”
— María Alejandra Díaz Marín (@MariaesPueblo) February 25, 2020
El artículo, el cual fue publicado en Aporrea, asegura que el coronavirus “procede principalmente de una cepa de larvas del VIH-Sida” pero que tendría material genético de cobras, murciélagos y cucarachas, lo que lo haría inmune a radioterapia y quimioterapia, y que habría sido diseñado en laboratorios “con el fin de atacar a las etnias chinas y latinoamericanas” y que se disemina a través de pollos, vías respiratorias y relaciones sexuales.
Éste último uno de los mitos sobre transmisión del coronavirus desmentido por la Organización Mundial de la Salud en su sección de información sobre rumores para el público.
Y a pesar de lo publicado por Díaz, en la sección “Tratamientos con nanopartículas procedentes de extractos de plantas accesibles” el documento brinda recetas distintas a las que tuiteó, incluyendo pócimas hervidas de tamarindo con pepa, cáscara de mandarina y hojas verdes de hortalizas o legumbres o una pócima hirviendo de quina, ajenjo y clavos dulces así como un licuador de trozos de corazón de cepa tierna de cambur con cristal de sábila y agua hervida.
Otros chequeos
Los rumores y falsedades sobre la creación del nuevo coronavirus en laboratorios por parte de Estados Unidos se han compartido por varias plataformas, países e idiomas con distintas variantes. De acuerdo al sitio español de verificación MalditoBulo, la patente desarrollada en 2014 corresponde a un tipo distinto de coronavirus, lo mismo que verificó la agencia francesa AFP en su iniciativa Factual.
Veredicto
Más allá de las consideraciones sobre la efectividad de la medicina naturista o alternativa, la publicación de Díaz se basa en presuntos estudios realizados por Sirio Quintero, aunque no hay ninguna prueba de sus investigaciones, estudios o de haber sido profesor en ninguna base de datos de investigadores académicos o científicos del país o el mundo o siquiera en LinkedIn.
Además, entre sus argumentos está la conocida polémica sobre el uso de las vacunas para producir autismo o como mecanismo de control social y presenta una versión histórica alternativa sobre el último viaje del presidente Chávez a Cuba así como la causa de su fallecimiento, conocida como posverdad. Lo mismo para el origen, transmisión y causas del cáncer y el VIH-SIDA sin respaldo en ninguna publicación o evidencia científica reconocida.
Su receta para curar el coronavirus, a pesar de presuntamente basarse en las avanzadas técnicas de la nanotecnología, recurre al ancestral uso del fuego para producir infusiones de plantas medicinales y finalmente, entre otras inconsistencias sobre sus estudios académicos, la receta publicada por Díaz se asemeja pero no está detallada en la presunta investigación de Quintero sobre el coronavirus.