En su segundo día en el hospital Pedro Emilio Carrillo de Valera, estado Trujillo, un jovencito sigue sin entender cómo terminó en una camilla. Él sólo tiene 14 años de edad e iba camino a su liceo cuando fue atropellado por una patrulla de la policía estatal, que iba llena de funcionarios con instrucciones de reprimir una protesta en la avenida Bolívar de la ciudad.
“¿Por qué me hicieron esto si yo iba a estudiar? Yo no estaba en la manifestación, solo iba pasando la calle. Yo no debería estar en el hospital, debería estar en casa. No tengo la culpa de lo que me pasó. Esto no debería pasarme a mí”, son parte de las palabras que repite el adolescente a sus padres mientras se recupera en el área de pediatría del hospital de Valera.
De acuerdo con Martha Guzmán, madre de la víctima, el joven se encuentra estable y se recupera del impacto que recibió en el estómago y la cabeza. “Tiene hinchada la pierna y le tuvieron que agarrar varios puntos en la cabeza. Pero está recuperándose, ayer no pudo comer nada por orden médica. Hoy ha sido poco lo que come, dice que le da náusea todo”, explicó la mujer.
Narró que el adolescente salió el martes 7 de junio de su casa a las 11:20 am. Tenía que presentar una exposición para una de sus clases de tercer año de bachillerato. A esa hora tuvo lugar la última comunicación con ella antes del accidente. Un par de horas después recibió la mala noticia: lo había atropellado una patrulla policial que se dio a la fuga.
“¿Qué clase de ejemplo está dando la policía? Ni siquiera se pararon para ver si estaba bien, ni siquiera se excusaron diciendo que no lo vieron. Nada. A mi hijo lo ayudan los que estaban manifestando y los amigos de su hermano mayor, que lo llevaron en moto al hospital”, denunció Guzmán.
La mañana de este miércoles, al hospital de Valera llegó un fiscal del Ministerio Público quien ahora será el encargado de investigar el caso. Los padres del adolescente piden justicia, aunque ya recibieron amenazas para evitar que denuncien a los funcionarios de Politrujillo, según se conoció de forma extraoficial.
Daños colaterales
En dos días la familia del muchacho ha gastado cerca de 30.000 bolívares, entre sueros y alimentos para el adolescente y el acompañante que se queda con él en la noche. El hospital no suministra a los pacientes la solución fisiológica, por lo que deben comprarla.
Pese a que la hematología, los rayos x y el eco estomacal corrieron por cuenta de la salud pública, la resonancia magnética que le mandaron al joven, no. “Nos dijeron que en el hospital no se pueden hacer esos exámenes y tenemos que pagarlo en una clínica privada. Cuesta 6.900 bolívares y le toca la cita mañana”, dijo Guzmán, quien aseguró que los doctores mantendrán en observación al niño hasta el viernes.
A los daños colaterales que causó el arrollamiento del adolescente se une el atraco que sufrió su hermano mayor la noche del martes en la entrada del hospital de Valera. Él le llevaba 2.000 bolívares a su madre para que pudiera comprar comida, pero cuando llegó a la puerta del centro asistencial, dos hombres lo apuntaron, lo revisaron y le quitaron el dinero y su celular inteligente.
Detenciones
La protesta que organizó el cuerpo estudiantil del núcleo de Trujillo de la Universidad de Los Andes (ULA) en la avenida Bolívar para exigir mejoras en el sistema de educación fue reprimida por funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Politrujillo y miembros de colectivos armados.
En los disturbios resultó herido el menor de edad y un trabajador de la alcaldía Valera. También fueron detenidas más de 20 personas, pero liberaron a casi la mitad posteriormente, mientras el resto sigue privado de libertad. Entre ellos se encuentran los estudiantes de la ULA, Daniel Ataque, Jesús Rivero, Sanyerson Ospino y el alumno de la Universidad Politécnica Territorial “Mario Briceño Iragorry” sede La Beatriz, Víctor Pérez, junto a otro estudiante del Instituto Universitario de Tecnología Dr. José Gregorio Hernández, Giordi Linares.
“También detuvieron a cinco transeúntes que ni tenían que ver en la protesta. Todos están malheridos por los golpes de la policía”, manifestó una fuente a Efecto Cocuyo. Agregó que los detenidos han recibido amenazas para que no denuncien las supuestas torturas recibidas durante la aprehensión.