El Excelsior Gama de Los Palos Grandes fue custodiado por efectivos de la GNB. Las personas hicieron largas colas para comprar productos.

Una de las consecuencias que generará la fiscalización a supermercados realizada el 5 de enero por la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde) serán los saqueos y anaqueles vacíos. Este es el análisis que realiza el Centro para la Divulgación del Conocimiento Económico para la Libertad (Cedice) sobre la situación que tomó por sorpresa a los comerciantes del país la primera semana de 2018.

“La decisión de la Sundde ignora realidades como la galopante hiperinflación que seguramente impedirá a los comercios intervenidos la renovación de inventarios, agravando así aún más la escasez y el desabastecimiento en el país. Con estas órdenes y los ataques contra las cadenas de supermercados y dueños de establecimientos comerciales, que son sometidos al escarnio, se produce otro fenómeno igualmente condenable: los saqueos“, asegura la organización civil en un comunicado.

Para Cedice, ambas acciones (saqueos y decisiones de la Sundde) son “condenables, puesto que son vías expresas para seguir mutilando el aparato productivo nacional”.

El Observatorio de Derechos de Propiedad recuerda que la escasez y el desabastecimiento son consecuencia de las políticas oficiales que han destruido el aparato productivo nacional con un único objetivo: subyugar a la ciudadanía a través del hambre.

Hicieron énfasis en la distorsión económica que se perpetuará con las últimas decisiones económicas y apunta que éstas son políticas del Gobierno de control ciudadano que usan el hambre como herramienta.

En declaraciones ofrecidas al diario El Mundo Economía y Negocios, el superintendente William Contreras confirmó el 5 de enero que se ordenó ajustar los precios a los registrados durante la última revisión de la Sundde -el 15 de diciembre- y que fue por remarcaje de precios que se implementaron las medidas en 214 establecimientos, los cuales pertenecen a 26 distintas cadenas de supermercados en el país.

“Comprobamos que en las grandes cadenas estaban remarcando precios sin ninguna justificación, pues lo estaban haciendo con los productos que ya tenían en inventario, no son productos nuevos”, declaró al medio y añadió que en los próximos días continuarán las fiscalizaciones en otros 352 comercios independientes en todo el país.

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