Fuentes oficiales confirmaron a CNN y CBS que la administración de Joe Biden inició la deportación de migrantes venezolanos que residieron en Colombia.
Los reportes de ambos medios de comunicación citan al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y afirman que de momento la deportación solo será para los venezolanos que residieron previamente en el vecino país.
La deportación hacia Colombia de dos adultos venezolanos marca el inicio de una medida que se suma a los obstáculos que ya tienen los migrantes venezolanos que desean llegar a Estados Unidos para solicitar asilo. El pasado 21 de enero entró en vigencia la exigencia de la visa para venezolanos por parte del Gobierno mexicano, que busca frenar la llegada de personas que usan este país como tránsito hacia la frontera estadounidense.
Durante el gobierno de Joe Biden se dio la reactivación de una política de control migratoria implantada por Donald Trump en su periodo presidencial. La política se llama «Permanecer en México» o «Quédate en México» y está amparada bajo el Título 42. La regulación marca que, “si una enfermedad contagiosa en un país extranjero representa un grave peligro de propagación en Estados Unidos, ya sea por personas o bienes que ingresan al país”, el gobierno estadounidense tiene la potestad de deportar o denegar la entrada de las personas extranjeras a su territorio.
En marzo de 2020, el gobierno de Donald Trump dio una interpretación a este estatuto y dictó que los agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) tienen la potestad de expulsar de inmediato a cualquier persona que ingrese a Estados Unidos sin autorización con la excusa de evitar la propagación de la COVID-19.
En principio la llegada de Joe Biden parecía traer buenas noticias para los migrantes que buscan arriba a Estados Unidos para solicitar asilo o protección por parte del Estado. Y, en principio, así fue. Biden autorizó la entrada y agilización de trámites de miles de personas que estaban en territorio mexicano y que esperaban una respuesta sobre solicitudes de asilo y refugio al país norteamericano.
Sin embargo, esta suerte de “buen trato” hacia los migrantes fue algo momentáneo. En apenas algunos meses la administración del demócrata le pidió a los migrantes que desistieran de la idea de ir a Estados Unidos por “vías irregulares”, un mensaje que generó todo lo contrario en cientos de miles de personas que decidieron que era el momento ideal para emprender su viaje rumbo norte.
En agosto de 2021, un juez federal del estado de Texas sentenció que la administración de Biden había violado la ley federal debido a la forma en la que deshizo el programa “Quédate en México” y exigió el restablecimiento de esta controvertida política.
Aunque el gobierno de Biden dijo que habría cambios a esta regulación, realmente esto no ocurrió y el programa se reanudó a finales de 2021.
Ahora, con esta decisión específicamente en el tema de los venezolanos, la administración estadounidense revive una política que ha sido tildada de «racista e ilegal» por activistas de los Derechos Humanos y organización go gubernamentales alrededor del mundo.
Datos de la Patrulla Fronteriza estadounidense muestran que 48.678 venezolanos ingresaron por la frontera sur del país entre octubre de 2020 y septiembre de 2021. Ese número se queda pequeño ante los datos más recientes, pues entre octubre y diciembre de 2021 ingresaron 58.630 venezolanos a través de la frontera sur estadounidense.
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Fuentes oficiales confirmaron a CNN y CBS que la administración de Joe Biden inició la deportación de migrantes venezolanos que residieron en Colombia.
Los reportes de ambos medios de comunicación citan al Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) y afirman que de momento la deportación solo será para los venezolanos que residieron previamente en el vecino país.
La deportación hacia Colombia de dos adultos venezolanos marca el inicio de una medida que se suma a los obstáculos que ya tienen los migrantes venezolanos que desean llegar a Estados Unidos para solicitar asilo. El pasado 21 de enero entró en vigencia la exigencia de la visa para venezolanos por parte del Gobierno mexicano, que busca frenar la llegada de personas que usan este país como tránsito hacia la frontera estadounidense.
Durante el gobierno de Joe Biden se dio la reactivación de una política de control migratoria implantada por Donald Trump en su periodo presidencial. La política se llama «Permanecer en México» o «Quédate en México» y está amparada bajo el Título 42. La regulación marca que, “si una enfermedad contagiosa en un país extranjero representa un grave peligro de propagación en Estados Unidos, ya sea por personas o bienes que ingresan al país”, el gobierno estadounidense tiene la potestad de deportar o denegar la entrada de las personas extranjeras a su territorio.
En marzo de 2020, el gobierno de Donald Trump dio una interpretación a este estatuto y dictó que los agentes de la Patrulla Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) tienen la potestad de expulsar de inmediato a cualquier persona que ingrese a Estados Unidos sin autorización con la excusa de evitar la propagación de la COVID-19.
En principio la llegada de Joe Biden parecía traer buenas noticias para los migrantes que buscan arriba a Estados Unidos para solicitar asilo o protección por parte del Estado. Y, en principio, así fue. Biden autorizó la entrada y agilización de trámites de miles de personas que estaban en territorio mexicano y que esperaban una respuesta sobre solicitudes de asilo y refugio al país norteamericano.
Sin embargo, esta suerte de “buen trato” hacia los migrantes fue algo momentáneo. En apenas algunos meses la administración del demócrata le pidió a los migrantes que desistieran de la idea de ir a Estados Unidos por “vías irregulares”, un mensaje que generó todo lo contrario en cientos de miles de personas que decidieron que era el momento ideal para emprender su viaje rumbo norte.
En agosto de 2021, un juez federal del estado de Texas sentenció que la administración de Biden había violado la ley federal debido a la forma en la que deshizo el programa “Quédate en México” y exigió el restablecimiento de esta controvertida política.
Aunque el gobierno de Biden dijo que habría cambios a esta regulación, realmente esto no ocurrió y el programa se reanudó a finales de 2021.
Ahora, con esta decisión específicamente en el tema de los venezolanos, la administración estadounidense revive una política que ha sido tildada de «racista e ilegal» por activistas de los Derechos Humanos y organización go gubernamentales alrededor del mundo.
Datos de la Patrulla Fronteriza estadounidense muestran que 48.678 venezolanos ingresaron por la frontera sur del país entre octubre de 2020 y septiembre de 2021. Ese número se queda pequeño ante los datos más recientes, pues entre octubre y diciembre de 2021 ingresaron 58.630 venezolanos a través de la frontera sur estadounidense.