En menos de un año, la oficina 10B del Centro Empresarial Cipreses fue allanada dos veces. La primera vez, los funcionarios buscaban a los líderes de una organización de pornografía infantil. En la segunda ocasión, llegaron tras los implicados en la explosión de un dron que el Gobierno catalogó como un magnicidio frustrado.
El Centro Empresarial Cipreses es un edificio construido hace más de 40 años en la avenida Sur, dentro de la parroquia Santa Teresa en el municipio Libertador, Distrito Capital. Está ubicado entre las esquinas Hoyos y Cipreses, rodeado por locales mecánicos, zapaterías, hoteles y centros religiosos.
Su entrada está completamente enrejada. Tiene tres cercas, la primera que divide su espacio de la acera pública; una segunda que marca el inicio de las escaleras y una tercera que limita el acceso al lobby. Además, el estacionamiento también posee dos rejas. “Es que esto es zona roja“, manifestó uno de los vecinos.
El domingo 5 de agosto en la madrugada, el Centro Empresarial Cipreses fue tomado por hombres encapuchados y armados. Dijeron ser funcionarios policiales. Irrumpieron en el estacionamiento, apuntaron al dueño del espacio y lo interrogaron. También interpelaron a los trabajadores residenciales: una pareja que reside allí con sus dos hijos menores de edad.
Buscaban a los responsables de volar un dron que explotó sobre la tarima presidencial en la avenida Bolívar, a unos 500 metros de distancia del inmueble, el sábado 4 de agosto. En el lugar se encontraban el mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro; la primera dama, Cilia Flores; el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno; el fiscal general designado por la Constituyente, Tarek William Saab, y el alto mando militar. Ese mismo día, otro dron estalló en el edificio Don Eduardo, en la avenida Este 12.
El 5 de agosto, cuando aún no había salido el sol, la oficina 10B del piso 10 fue allanada. Rompieron las rejas y se registró todo el lugar. En lo que va de semana, al sitio han llegado funcionarios de la Dirección General Contra Inteligencia Militar (Dgcim), Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) y Policía Nacional Bolivariana (PNB).
“Tomaron fotos. Se llevaron cosas de ahí. También los vimos con maletines para dactiloscopia“, aseguró uno de los testigos, quien como todos los que conversaron con Efecto Cocuyo pidió que su identidad fuese resguardada.
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Actualmente, dos hombres de la Dgcim custodian el piso y prohíben el paso de cualquier persona. Aprovechan además que los otros tres inmuebles están desocupados. Colocaron un cartel para advertir que el sitio está bajo investigaciones. “Supimos que un muchacho subió y se equivocó de nivel. Hubo un zaperoco por eso, pero al final lo dejaron ir”, indicó otro testigo.
Las investigaciones
Reverol, Saab y Maduro informaron los días siguientes del supuesto intento de magnicidio que desde la oficina de la torre se despegó el artefacto que detonó a 70 metros de la tarima presidencial. En sus declaraciones indicaron que fue alquilada desde hace siete meses para este fin.
En la oficina 10B funciona actualmente una empresa de publicidad llamada Baptista & Beaumont. Los inquilinos aseguraron que David Beaumont alquiló el inmueble hace tres meses, lo que contradice la versión oficial. El jueves 2 de agosto pasó por el sitio para ponerse al día con el condominio. La dueña debía dos meses y desconocen quién es.
En el Centro Empresarial Cipreses hay 44 oficinas y un pent house (PH), aunque 12 de ellas están desocupadas desde hace varios años. Por esta razón, cubrir los costos del mantenimiento del edificio se volvió cuesta arriba para los inquilinos que aún quedan.
Solo funciona a medias uno de los dos ascensores. De fábrica, el elevador soporta el peso de 10 personas; pero los que hacen vida en la torre saben que solo pueden subir de tres en tres a sus oficinas. Dentro, hay pisos que solo tienen una lámpara y las paredes están marcadas por el tiempo y la falta de mantenimiento.
Desde este año, el lugar no abre los sábados ni los domingos. La razón: los trabajadores residenciales se negaron a laborar los fines de semana debido al bajo salario que perciben. Pero las autoridades presumen que, el sábado 4 de agosto, el conserje Jemmy Ruiz dio acceso a Yanin Pernia y Brayan Oropeza, implicados en el atentado fallido. Por eso fue detenido ya que la pareja es señalada de pilotear el dron que explotó frente a la tarima presidencial.
A continuación presentamos un mapa interactivo con lo ocurrido desde el centro empresarial. Puede hacer click sobre los íconos y líneas para conocer más detalles.
Primer allanamiento
El alquiler de una oficina en el Centro Empresarial Los Cipreses cuesta entre 7 millones y 16 millones de bolívares, según las remodelaciones del espacio a arrendar. El año pasado, la oficina 10B fue alquilada a una supuesta agencia de modelaje. El 16 de octubre de 2017, el Cicpc desmontó esta fachada.
Los investigadores descubrieron que allí hacían que jóvenes y niñas grabaran videos pornográficos para comercializarlos en dólares en una página web extranjera. Las víctimas del engaño denunciaron que eran explotadas sexualmente ante al Cicpc.
Por este caso fueron aprehendidos en distintas zonas de Caracas Karelis Nakary Torres Torrealba, Karla Nathaly Torres Torrealba, Linda Sumaya Torrealba Toro y Tonny José Pinto González.
En el inmueble del Cipreses encontraron computadoras, quemadores de DVD, tarjetas de memoria, discos duros, cámaras de video, teléfonos celulares, cajas de preservativos, prendas de vestir, cuatro pendrives y distintos equipos para realizar videos de televisión.
“Esa señora tiente mala suerte alquilando. A veces se van y no le pagan. Y cuando no es eso, es que están vinculados a algún delito y le allanan la oficina”, expusieron sus vecinos.

Inhibidores no impidieron que drones burlaran perímetro de seguridad presidencial
Foto principal: Iván Reyes