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La diputada a la Asamblea Nacional, Delsa Solórzano, informó  este 12 de septiembre que Ángelo Vásquez, niño secuestrado de tres años de edad, apareció abandonado en un centro comercial y ya fue entregado a sus familiares. Fue raptado por militares de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), adscritos al Comando Nacional Antisecuestro (Conas).

En entrevista con César Miguel Rondón, transmitida por Circuito Éxitos reveló que el 7 de septiembre, Yudeyxy Vásquez, madre de la víctima, le informó a ella la situación. Dijo a través de las redes sociales que los funcionarios secuestraron al niño para que el padre se entregara. Al parecer, éste había cometido un delito.

La diputada indicó que “el niño fue abandonado en un centro comercial del estado Miranda, y fue llevado a un centro de cuidado donde avisaron a su mamá sobre la presencia del bebé, que le fue entregado al presentarse en el lugar”.

Solórzano aseveró que la madre del niño secuestrado solicitó ayuda en la policía, distintos organismos gubernamentales y llegó al Palacio de Miraflores. No fue atendida por éstas instituciones.

La parlamentaria reiteró que este hecho debe ser investigado en profundidad, ya que no puede haber impunidad. “No descansemos hasta obtener justicia. Seguiremos trabajando por los derechos humanos sin ningún tipo de distingo”, concluyó Solórzano.

Recibimos esta denuncia #Urgente en #PoliticaInterior. En este momento los abogados de la Comisión están atendiendo el caso. Me encuentro con la ciudadana Yudeyxy Vásquez, quien denuncia que presuntamente funcionarios del Edo secuestraron a su bebé de 3 años. pic.twitter.com/d9nunD5ydR

— Delsa Solorzano (@delsasolorzano) September 7, 2018

En la red social Facebook, Yudeyxy Vásquez publicó que el 31 de julio detuvieron a dos personas allegadas a ella. Miembros del Conas, Dirección General Contra Inteligencia Militar (Dgcim) y de las Fuerzas de Acciones Especiales (Faes) los buscaban por presuntamente robarse unas armas de Fuerte Tiuna (sede militar en Caracas). Ese día, los cuerpos tácticos, allanaron su vivienda.

Al día siguiente, regresaron. Preguntaron por el papá del niño y al ver que ella no sabía dónde estaba, sacaron al niño del baño y se lo llevaron. Le dejaron un número de teléfono para que el padre se comunicara con los funcionarios. «O aparecen las armas o aparece Luis (papá del pequeño)», le indicaron.