El 2 de mayo de 2016, la agencia espacial estadounidense NASA, por medio de observaciones del Lightning Imaging Sensor (LIS), anunció que la Tierra tenía una nueva “capital de los rayos” en el Lago de Maracaibo, Zulia, al occidente de Venezuela.
Se trata de los relámpagos del Catatumbo, un fenómeno meteorológico que ocurre en la zona sur del Lago de Maracaibo y la cuenca del río Catatumbo. Uno de los símbolos más representativos del Zulia, patrimonio regional del estado resaltado hasta en su bandera y la letra de su himno.
De acuerdo con el estudio de LIS, se produce una tasa promedio de 233 destellos por kilómetro cuadrado al año, considerados como “una costumbre” para los residentes de la zona y un “auténtico espectáculo” para los visitantes.
Antes del Lago de Maracaibo, los investigadores habían identificado a la Cuenca del Congo, en África, como el lugar de máxima actividad de rayos. Pero Catatumbo “se llevó por delante” a todos los sitios estudiados.
¿Rayos o relámpagos?
El fenómeno está caracterizado por la aparición de relámpagos de forma casi continua y silente –dependiendo de las distancias de observación.
Su origen está asociado con la ubicación tropical de la cuenca del Lago de Maracaibo y su cercanía al mar Caribe, cuyas características geográficas se conjugan “de manera especial” generándose descargas eléctricas entre 1 y casi 4 kilómetros de altura.
Sin embargo, científicos del Centro de Modelado Científico de la Universidad del Zulia (CMC LUZ), quienes ya estudiaban el fenómeno desde antes, indicaron que lo más apropiado es hablar sobre los relámpagos del Catatumbo, porque ocurren con frecuencia en varios sitios y de lejos se aprecian como un evento único.
Si los relámpagos están cerca, ¿qué pasa?
Según habitantes locales, los rayos podrían golpear a una de cada tres personas cerca del Lago de Maracaibo. Por eso, si los relámpagos están cerca, la mejor precaución es quedarse dentro de sus casas: aunque el techo sea de lámina metálica, están protegidos por los pisos de madera.
¿Regeneraba la capa de ozono?
Por mucho tiempo, y tras el anuncio de la NASA, se corrió el rumor de que los relámpagos del Catatumbo ayudarían a regenerar el agujero de ozono en la Antártida.
Si bien es cierto que las tormentas eléctricas producen una elevada cantidad de ozono y Catatumbo registraba la mayor cantidad de descargas eléctricas mundiales, es poco probable (si es que era posible) que fueran el principal regenerador de la capa de ozono.
En ese entonces, los investigadores del CMC LUZ, aseguraron que no había suficiente información para indicar nada al respecto de los efectos del cambio climático en los relámpagos del Catatumbo.
Sin embargo, la última publicación científica de esa institución data de 2016, donde demuestran que es posible generar pronósticos de rayos para la Cuenca del Lago de Maracaibo con meses de anticipación (pronósticos estacionales).
La metodología de predicción se basaba en el efecto del “Jet Nocturno de Bajo Nivel de la Cuenca del Lago de Maracaibo” o una “marea” de vientos que se desplaza de norte a sur y de sur a norte a distintas horas del día.
Pero ante la falta de recursos económicos en el CMC LUZ, no se han desarrollado nuevos estudios locales sobre los relámpagos en la región.
La nueva capital de los rayos, ¿para qué?
Para los investigadores de la NASA, el Lago de Maracaibo tampoco era nuevo de estudiar: ubicado en el noroeste de Venezuela, a lo largo de parte de la Cordillera de los Andes, es el lago más grande de América del Sur.
Las tormentas comúnmente se forman allí por la noche a medida que se desarrollan las brisas de las montañas y convergen sobre el aire cálido y húmedo sobre el lago. Estas condiciones únicas contribuyen al desarrollo de una convección profunda persistente que resulta en un promedio de 297 tormentas eléctricas nocturnas por año, alcanzando su punto máximo en septiembre.
Para corroborar que estaban hablando de la nueva “capital mundial de los rayos”, construyeron un conjunto de datos de muy alta resolución, derivados de 16 años de observaciones con LIS desde el espacio, y así identificar y clasificar los puntos calientes de rayos. La investigación final fue publicada en 2016 en el Bulletin of the American Meteorological Society.
Richard Blakeslee, científico del proyecto LIS en el Centro Marshall de Vuelos Espaciales (NASA), lideró la investigación junto con especialistas de la Universidad de Sao Paulo, Brasil; la Universidad de Maryland, la Administración Nacional Atmosférica y Oceánica (NOAA) y la Universidad de Alabama, en Estados Unidos, para comprender dónde y cuándo ocurren la mayoría de los rayos.
África sigue siendo el continente con más puntos calientes de rayos, según el estudio, hogar de seis de los diez principales sitios del mundo para la actividad de rayos. La mayoría de los puntos críticos estaban junto al lago Victoria y otros lagos a lo largo del Valle del Rift de África Oriental, que tienen una geografía similar al Lago de Maracaibo.
Pero, “hasta esta investigación, creíamos que ninguna zona le quitaría el trono a África Central como la zona número uno de los relámpagos. Pudo determinarse que era el Lago de Maracaibo gracias al minucioso análisis realizado. Además de que tiene una geografía y climatología únicas que es ideal para el desarrollo de tormentas eléctricas”, describió Blakeslee a la BBC.
Los hallazgos y la clasificación de Catatumbo como capital mundial de los rayos “ayudan a los pronosticadores e investigadores a comprender mejor los rayos y sus conexiones con el clima y otros fenómenos”.