Más de 30 % de las personas con enfermedades crónicas en Venezuela no recibe atención médica y un porcentaje similar tampoco tiene acceso a medicinas, reveló un monitoreo realizado por la plataforma HumVenezuela, integrada por actores de la sociedad civil que hacen seguimiento a la emergencia humanitaria compleja en el país.
El reporte «Diagnósticos Comunitarios», que divulga los resultados de encuestas realizadas en el terreno a 4.489 grupos familiares en 16 estados del país, entre mayo y junio de 2021, señala que la proporción de personas con problemas de salud crónicos graves ha aumentado en los últimos años por falta de diagnóstico y tratamiento.
Las entidades con más personas con enfermedades crónicas son Distrito Capital (56,9 %), Yaracuy (52,6 %) y Monagas (43,8 %), mientras que los estados con mayor proporción de personas con estas condiciones sin atención médica ni medicinas son Monagas, Yaracuy, Aragua, Zulia y Táchira.
En Monagas, 89,4 % de las personas con enfermedades crónicas no tienen atención médica y 70,2 % no cuenta con acceso a medicinas.
Al evaluar los casos de personas con condiciones de salud agudas graves, Amazonas, Monagas y Bolívar figuraron como los estados con la mayor proporción.
Sobre el acceso a los servicios de salud en general, 86 % de las personas en los grupos familiares encuestados solo tiene la posibilidad de acudir a los centros del sistema público de salud, principalmente hospitales y ambulatorios urbanos.
«Las clínicas privadas fueron una alternativa apenas para 8,3 % de las personas y los centros sin fines de lucro con algunos servicios de salud, para el 1,5 %», destaca el informe.
Los grupos familiares también reportaron fallas en casi todos los servicios básicos, con el servicio eléctrico como el más inestable (con 73,87 % de fallas), seguido por el servicio de gas por bombonas (con 61,2 % de fallas), y el servicio de aseo urbano.
El 74,9 % de los grupos familiares no cuenta con gas directo para cocinar y 16,1 % tampoco cuenta con distribución de
bombonas.
En el ámbito nacional, el reporte estima que el agua con señales de contaminación afecta a casi 70 % de la población, con Amazonas, Trujillo, Anzoátegui y Zulia como los más afectados.
Según la encuesta de HumVenezuela, 53 % de los grupos familiares debió cubrir los déficits de accesibilidad a alimentos con otras formas de abastecimiento al no poder comprar todos los necesarios. Recibieron alimentos a cambio de trabajo (15,6 %), los obtuvieron por obsequio o asistencia (14,2 %), los cultivaron (12,8 %) o los pidieron a crédito (10,4 %).
El 62,9 % de los grupos familiares, además, gasta casi todo el presupuesto familiar en la compra de alimentos y 17,7 % no cuenta con un presupuesto mínimo suficiente para tener acceso a los alimentos.
«El 79,8 % de los grupos familiares consideraron que la cantidad de alimentos obtenidos para su consumo fue deficiente (46,6 %), escasa (19,2 %) o muy escasa (14 %). En los estados Yaracuy, Monagas y Amazonas, casi 100 % de los grupos familiares ubicó la cantidad de alimentos obtenidos en una de estas tres categorías», señala el documento.
Sobre las estrategias de sobrevivencia, 84 % de los grupos familiares tuvo que comprar alimentos más baratos y 39 % llegó a gastar sus ahorros para comer.
Aunque utilizaron intensamente sus medios de vida, 41,1 % tuvo que reducir el tamaño de las porciones de comida, 27,4 % disminuyó el número de comidas al día y 27,2 % recortó los gastos de salud y/o educación. El 9,2 % a menudo llegó a permanecer con hambre y 7,1 % pasó un día entero sin comer.
«Debido a las severas dificultades para alimentarse, en 10,8 % de los grupos familiares se reportaron miembros con algún grado de déficit nutricional. 60,6 % de estas personas tenían entre 0 y 15 años de edad», alerta el informe.
Asimismo, el consumo de alimentos con alto valor proteico disminuyó por desabastecimiento o por inaccesibilidad económica. En los últimos 6 meses hasta el momento del levantamiento de datos, los grupos familiares redujeron el consumo de carne en 69,6 %, pollo en 65,5 %, pescado en 75, 5%, leche en 76,8 % y huevos en 45,9 %.
El reporte igualmente advierte que al menos 42,4 % de los niños, niñas y adolescentes no recibieron alimentación escolar, principalmente en Táchira, Guárico y Carabobo.
Ocha registra más de 8.000 niños con desnutrición aguda en Venezuela en 2022
Más de 600 personas con Parkinson están en riesgo tras 2 meses sin medicinas en Carabobo
Acción Solidaria: Venezuela registró más de 1.300 vulneraciones al derecho a la salud en 2021
Más de 500 personas con hemofilia están en riesgo por falta de tratamiento en el Zulia
Lvbp declara «no procedente» protesta de Tiburones de La Guaira en segundo juego de la final
Maduro revisa con alto comisionado de ONU el estatus de los DD. HH. en Venezuela
«Seguiremos uniéndonos a las protestas de nuestros profesores», dicen estudiantes de la FCU-UCV
Quién es María Fernanda Rodríguez, la activista de DDHH detenida este 27 de enero
Más de 30 % de las personas con enfermedades crónicas en Venezuela no recibe atención médica y un porcentaje similar tampoco tiene acceso a medicinas, reveló un monitoreo realizado por la plataforma HumVenezuela, integrada por actores de la sociedad civil que hacen seguimiento a la emergencia humanitaria compleja en el país.
El reporte «Diagnósticos Comunitarios», que divulga los resultados de encuestas realizadas en el terreno a 4.489 grupos familiares en 16 estados del país, entre mayo y junio de 2021, señala que la proporción de personas con problemas de salud crónicos graves ha aumentado en los últimos años por falta de diagnóstico y tratamiento.
Las entidades con más personas con enfermedades crónicas son Distrito Capital (56,9 %), Yaracuy (52,6 %) y Monagas (43,8 %), mientras que los estados con mayor proporción de personas con estas condiciones sin atención médica ni medicinas son Monagas, Yaracuy, Aragua, Zulia y Táchira.
En Monagas, 89,4 % de las personas con enfermedades crónicas no tienen atención médica y 70,2 % no cuenta con acceso a medicinas.
Al evaluar los casos de personas con condiciones de salud agudas graves, Amazonas, Monagas y Bolívar figuraron como los estados con la mayor proporción.
Sobre el acceso a los servicios de salud en general, 86 % de las personas en los grupos familiares encuestados solo tiene la posibilidad de acudir a los centros del sistema público de salud, principalmente hospitales y ambulatorios urbanos.
«Las clínicas privadas fueron una alternativa apenas para 8,3 % de las personas y los centros sin fines de lucro con algunos servicios de salud, para el 1,5 %», destaca el informe.
Los grupos familiares también reportaron fallas en casi todos los servicios básicos, con el servicio eléctrico como el más inestable (con 73,87 % de fallas), seguido por el servicio de gas por bombonas (con 61,2 % de fallas), y el servicio de aseo urbano.
El 74,9 % de los grupos familiares no cuenta con gas directo para cocinar y 16,1 % tampoco cuenta con distribución de
bombonas.
En el ámbito nacional, el reporte estima que el agua con señales de contaminación afecta a casi 70 % de la población, con Amazonas, Trujillo, Anzoátegui y Zulia como los más afectados.
Según la encuesta de HumVenezuela, 53 % de los grupos familiares debió cubrir los déficits de accesibilidad a alimentos con otras formas de abastecimiento al no poder comprar todos los necesarios. Recibieron alimentos a cambio de trabajo (15,6 %), los obtuvieron por obsequio o asistencia (14,2 %), los cultivaron (12,8 %) o los pidieron a crédito (10,4 %).
El 62,9 % de los grupos familiares, además, gasta casi todo el presupuesto familiar en la compra de alimentos y 17,7 % no cuenta con un presupuesto mínimo suficiente para tener acceso a los alimentos.
«El 79,8 % de los grupos familiares consideraron que la cantidad de alimentos obtenidos para su consumo fue deficiente (46,6 %), escasa (19,2 %) o muy escasa (14 %). En los estados Yaracuy, Monagas y Amazonas, casi 100 % de los grupos familiares ubicó la cantidad de alimentos obtenidos en una de estas tres categorías», señala el documento.
Sobre las estrategias de sobrevivencia, 84 % de los grupos familiares tuvo que comprar alimentos más baratos y 39 % llegó a gastar sus ahorros para comer.
Aunque utilizaron intensamente sus medios de vida, 41,1 % tuvo que reducir el tamaño de las porciones de comida, 27,4 % disminuyó el número de comidas al día y 27,2 % recortó los gastos de salud y/o educación. El 9,2 % a menudo llegó a permanecer con hambre y 7,1 % pasó un día entero sin comer.
«Debido a las severas dificultades para alimentarse, en 10,8 % de los grupos familiares se reportaron miembros con algún grado de déficit nutricional. 60,6 % de estas personas tenían entre 0 y 15 años de edad», alerta el informe.
Asimismo, el consumo de alimentos con alto valor proteico disminuyó por desabastecimiento o por inaccesibilidad económica. En los últimos 6 meses hasta el momento del levantamiento de datos, los grupos familiares redujeron el consumo de carne en 69,6 %, pollo en 65,5 %, pescado en 75, 5%, leche en 76,8 % y huevos en 45,9 %.
El reporte igualmente advierte que al menos 42,4 % de los niños, niñas y adolescentes no recibieron alimentación escolar, principalmente en Táchira, Guárico y Carabobo.