Natasha Suárez, paciente trasplantada, declarando a los medios

La situación de las personas trasplantadas ha llegado este mes a su punto más crítico. De no obtener los fármacos que requieren, corren el riesgo de perder sus órganos. Existe, por tanto, el riesgo de que mueran.

Aunque la irregularidad en el suministro de medicamentos lleva un par de años afectando a estos pacientes, en estas últimas semanas algunos trasplantados han sufrido las temidas consecuencias de suspender el tratamiento inmunosupresor que ameritan. Once de ellos están a punto de perder sus órganos, según denuncia la Coalición de Organizaciones por el Derecho a la Salud y la Vida (Codevida). La cifra podría multiplicarse por diez si en los próximos cinco días los medicamentos continúan desaparecidos.

Cuatro personas hospitalizadas en centros de salud públicos de Caracas y siete, en el interior del país, presentaron los síntomas del rechazo agudo de sus órganos, informa Francisco Valencia presidente de la organización. Esta fase amerita atención y tratamiento médico para evitar que se agraven y pierdan el órgano trasplantado (rechazo crónico). Los problemas surgen luego de cinco meses en los no se consiguen en las farmacias de alto costo del Instituto Venezolano de Seguros Sociales (Ivss) los medicamentos que necesitan.

Este lunes, 6 de noviembre, la Sociedad Venezolana de Nefrología (SVN) publicó un comunicado a través del cual pide al Gobierno que tome cartas en el asunto. Además del riesgo que tienen 3.500 pacientes trasplantados, cuyo tratamiento médico está desaparecido, hay 4.500 que esperan por un órgano y deben dializarse para continuar con vida. Pero la carencia de repuestos para los equipos y la precaria situación que atraviesan los hospitales, han hecho que el acceso a las diálisis sea cada vez más complejo. El cierre técnico de la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplante de Órganos, Tejidos y Células, ha impedido que se realicen nuevos trasplantes en hospitales públicos.

“En junio Fundavene fue intervenido y renunció su directiva. No sabemos nada de la nueva. Este año no se ha realizado ni un solo trasplante a nivel público”, expresa Carlos Márquez, presidente de la SVN. La antigua gerencia de Fundavene sostenía comunicaciones con la Sociedad pero de la actual no se conoce ni los miembros.

Denuncias y acciones

“Hemos documentado en estos últimos meses, la profunda carencia de recursos para atender pacientes en las unidades de diálisis,  carencia de insumos y materiales para los programas de diálisis peritoneal, que imperiosamente han evolucionado a limitar el ingreso de pacientes a esta modalidad”, se lee en el documento publicado esta semana.

Asimismo, se denuncia el cierre del  programa de procura de órganos a nivel nacional por parte de Fundavene y, por consiguiente, de los programas nacionales  de trasplante de cadáver. El resultado de esta situación es condenarlos a una eterna lista de espera, aunque no exista esperanza para concretar estas operaciones.

“Se han puesto en peligro los pacientes que ya se encuentran trasplantados, debido a la  escasez continua y cada vez más menguada, de medicamentos inmunosupresores para evitar el rechazo de los órganos trasplantados, cuya responsabilidad recae en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), con lo cual aumenta la  posibilidad de pérdida del injerto e incluso el riesgo de muerte de nuestros pacientes”, indica también el texto. Los pocos que tienen tratamiento es porque los traen del exterior. Se trata de ciclosporina, tacrolimus, sirolimus (Rapamune®), mofetil micofenolato (Cellcept®) y ácido micofenólico (Myfortic®).

Para la SVN y para Codevida es vital que se tomen acciones de inmediato. “Al día de hoy, el Seguro Social no ha dado respuesta y eso que a su presidente se le ha informado de la situación en numerosas oportunidades”, indica Valencia.

Desde la Sociedad Venezolana de Nefrología se exhorta a las autoridades sanitarias, al Ministerio Público, a la Defensoría del Pueblo y al presidente Nicolás Maduro, junto a sus ministros a cumplir con el derecho a la salud consagrado dentro de la Constitución. Para ello, piden que se ordene la apertura de un canal humanitario; que se declare la Emergencia del Sistema Nacional de salud; que se recuperen y mantengan los programas de salud renal, diálisis y trasplante, que garanticen la vida a los enfermos por patología renal y, finalmente, que se programa una reunión con la Dirección de Diálisis y Trasplante del Ministerio del Poder Popular para la Salud (MPPS), Fundavene, la Directiva del IVSS, Dirección de Diálisis y Trasplante del IVSS, representantes de las asociaciones de pacientes trasplantados renales y Organización Nacional de Trasplante de Venezuela (ONTV).

</div>