Crisis alimentaria. Niños con menos de dos años y en condición de desnutrición grave, siguen acudiendo a las consultas de Nutrición, Crecimiento y Desarrollo del hospital J.M. de los Ríos. La cifra de pacientes tuvo un aumento durante el primer semestre de 2019 en comparación con el mismo período del año pasado.
La doctora Ingrid Soto, pediatra y jefe de servicio de Nutrición, Crecimiento y Desarrollo del centro de salud explicó hubo un descenso de 10% en los casos de desnutrición grave para el primer semestre de este año.
Sin embargo, subrayó que aumentaron los casos de niños con marasmo (condiciones de extrema delgadez) y formas edematosas (caracterizado por la hinchazón del vientre y otras extremidades), dos formas en las que se manifiesta la desnutrición grave.
«En el primer semestre de 2018, hubo 64% casos de marasmo y 21% de edematosos. Para este año aumentaron a 78% y a 22%, respectivamente», explicó la médico.
Soto precisó que los primeros meses de 2019, de enero a abril, en las consultas solo veían a un niño edematoso por mes. A partir de mayo, la cantidad de pacientes con este tipo de desnutrición grave aumentó.
Lea también: Desnutrición crónica infantil ronda el 30% en estados evaluados por Fundación Bengoa
«Habíamos visto una disminución de estos casos al principio del año pero, por ejemplo, en el mes de mayo vimos cuatro casos edematosos. No sabemos qué incidió en ese aumento, puede ser por diarreas, por problemas en la salud del niño o por retrasos en las entregas de las bolsas del Clap, según nos comentan los padres», dijo.
La jefa del servicio dijo que hubo una disminución en el número de casos de desnutridos graves, indicado que pasaron de 30% durante el primer semestre de 2018 a 20% para el mismo período de 2019. Destacó el retraso del crecimiento de los niños evaluados en las consultas.
También subrayó que al servicio siguen llegando niños anémicos por la falta de ingesta de hierro y con parásitos por las precarias condiciones de salubridad en casa.
«Las madres que vienen a las consultas nos dicen que a los niños les dan tetero con agua de arroz o logran amamantar un poquito. Los padres también nos reportan que han tenido que dejar de comer para poder alimentar a sus hijos y que en casa comen puro plátano o tubérculos», explicó.
En su último boletín, correspondiente a enero-marzo 2019, la fundación Cáritas Venezuela alertó que los vegetales, las frutas, las carnes, los huevos y los lácteos desaparecieron del patrón familiar, es decir, que menos de 30% de los hogares consultados reportaron consumirlos.
«Todos son alimentos con nutrientes indispensables para el crecimiento infantil, especialmente hierro, proteínas de alto valor biológico calcio», alerta Cáritas.
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La doctora Ingrid Soto, pediatra y jefe de servicio de Nutrición, Crecimiento y Desarrollo del centro de salud explicó hubo un descenso de 10% en los casos de desnutrición grave para el primer semestre de este año.
Sin embargo, subrayó que aumentaron los casos de niños con marasmo (condiciones de extrema delgadez) y formas edematosas (caracterizado por la hinchazón del vientre y otras extremidades), dos formas en las que se manifiesta la desnutrición grave.
«En el primer semestre de 2018, hubo 64% casos de marasmo y 21% de edematosos. Para este año aumentaron a 78% y a 22%, respectivamente», explicó la médico.
Soto precisó que los primeros meses de 2019, de enero a abril, en las consultas solo veían a un niño edematoso por mes. A partir de mayo, la cantidad de pacientes con este tipo de desnutrición grave aumentó.
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«Habíamos visto una disminución de estos casos al principio del año pero, por ejemplo, en el mes de mayo vimos cuatro casos edematosos. No sabemos qué incidió en ese aumento, puede ser por diarreas, por problemas en la salud del niño o por retrasos en las entregas de las bolsas del Clap, según nos comentan los padres», dijo.
La jefa del servicio dijo que hubo una disminución en el número de casos de desnutridos graves, indicado que pasaron de 30% durante el primer semestre de 2018 a 20% para el mismo período de 2019. Destacó el retraso del crecimiento de los niños evaluados en las consultas.
También subrayó que al servicio siguen llegando niños anémicos por la falta de ingesta de hierro y con parásitos por las precarias condiciones de salubridad en casa.
«Las madres que vienen a las consultas nos dicen que a los niños les dan tetero con agua de arroz o logran amamantar un poquito. Los padres también nos reportan que han tenido que dejar de comer para poder alimentar a sus hijos y que en casa comen puro plátano o tubérculos», explicó.
En su último boletín, correspondiente a enero-marzo 2019, la fundación Cáritas Venezuela alertó que los vegetales, las frutas, las carnes, los huevos y los lácteos desaparecieron del patrón familiar, es decir, que menos de 30% de los hogares consultados reportaron consumirlos.
«Todos son alimentos con nutrientes indispensables para el crecimiento infantil, especialmente hierro, proteínas de alto valor biológico calcio», alerta Cáritas.
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