El mandatario Nicolás Maduro confirmó que sostuvo una conversación con el presidente electo de Colombia, Gustavo Petro, para «restablecer la normalidad en las fronteras».
Este acercamiento se produce después del triunfo del senador y líder de la alianza Pacto Histórico, quien el domingo se impuso en la segunda vuelta presidencial y será el primer izquierdista en gobernar el vecino país.
«Conversé con el presidente electo de Colombia @petrogustavo, y en nombre del pueblo venezolano, lo felicité por su victoria. Dialogamos sobre la disposición de restablecer la normalidad en las fronteras, diversos temas sobre la paz y el futuro próspero de ambos pueblos», tuiteó Maduro.
Su gobierno rompió relaciones con Iván Duque, actual mandatario colombiano, en febrero de 2019 cuando desde Cúcuta la oposición, que lidera Juan Guaidó, intentó ingresar a Venezuela ayuda humanitaria donada por Estados Unidos y otros países.
Mucho antes, en el año 2015, las fronteras entre los dos países no tenían tránsito de vehículos y desde 2019 se restringió el paso de personas. Finalmente en 2021, a pesar de que no hay relaciones diplomáticas, los dos gobiernos coordinaron la reapertura de los pasos legales fronterizos.
Petro restablecerá relaciones
Petro, en una entrevista con Efe en mayo pasado, aseguró que restablecería relaciones con Venezuela si llegaba a la Casa de Nariño.
Este mismo miércoles fue el presidente electo colombiano quien informó primero de la conversación con las autoridades venezolanas, aunque en su tuit no se refirió directamente a Maduro.
En el pasado el colombiano aseguró que el gobierno chavista era «dictatorial» como una manera de desmarcarse de Maduro y las acusaciones en su contra por violaciones a derechos humanos, que incluso llevó a la Corte Penal Internacional (CPI) a abrir una investigación formal por la supuesta comisión de crímenes de lesa humanidad bajo la gestión del actual gobernante venezolano.
Desde la llegada de Hugo Chávez al poder las relaciones entre Venezuela y Colombia han tenido altibajos, en especial desde la llegada de Álvaro Uribe a Nariño. Se normalizaron con Santos, cuando Chávez aún era jefe de Estado, pero con Duque se deterioraron hasta la ruptura definitiva.
Maduro, sus ministros y aliados acusan al colombiano de financiar grupos para desestabilizar su administración, atacar servicios públicos y la industria petrolera e incluso de prestar el territorio colombiano para planificar un magnicidio en Venezuela.