La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) instó la clase política nacional a refundar la nación y a renovar los liderazgos, pues considera la Iglesia católica nacional que la democracia en el país está debilitada y la situación que vive el pueblo en general es muy «dolorosa».
«El llamado que hacemos es que todos como responsables del país participemos y que las instituciones sociales, y no solo los partidos políticos, se conviertan en actores de esta renovación que necesitamos», indicó monseñor Jesús González de Zárate, presidente de la CEV al leer la exhortación pastoral del episcopado venezolano.
Añadió que «la Iglesia siempre ha apostado por el diálogo» pero que también han sido «muy explícitas» sus intervenciones para decir que «no se trata de cualquier diálogo, no se trata simplemente de compartir palabras e informaciones.
«El diálogo debe tener unos objetivos concretos, debe hacerse a través de un camino serio en la búsqueda de logros que den respuesta a las necesidades del país».
En cuanto a la pandemia, indicó que hasta el momento no se ha implicado a las sociedades científicas que pudieran ayudar a dar respuesta a las circunstancias y que «la actitud de la Iglesia siempre ha sido de colaboración en lo que podemos ayudar».
González de Zárate describió las circunstancias en las que se encuentra sumido el país, en especial durante el tiempo de pandemia.
«Nos encontramos como país en una grave crisis global y democrática; el ser humano con su dignidad, principalmente la persona pobre, es colocada a un lado por el régimen político, para dar relevancia a un sistema ideológico excluyente, perdiéndose el sentido de la democracia como poder del pueblo», señala el texto.
En tal sentido, el episcopado venezolano invita a todos, y principalmente a las nuevas autoridades regionales y municipales electas, «a atender las ingentes necesidades de las comunidades, para eso fueron elegidos, que su política no sea el sostén de una ideología, sino de la vida de los más pobres, es decir, la construcción del bien común».
En la exhortación, explican que la «refundación de la nación» implica la inclusión de los desfavorecidos, recuperar la convivencia fraterna, la promoción del diálogo; realizar negociaciones claras y justas en favor del pueblo; promover la familia y la educación y «renovar los partidos políticos y los liderazgos que no han permitido un discernimiento político centrado en las exigencias actuales», todo esto, puntualizan, «haciendo uso de los mecanismos previstos en la Constitución Nacional y las leyes».
Durante la rondsa de preguntas con los periodistas presentes en la rueda de prensa, Mons. González de Zárate expresó que «el llamado que hacemos es que todos como responsables del país participemos» y que «las instituciones sociales y no solo los partidos políticos, se conviertan en actores de esta renovación que necesitamos». Añadió que «la Iglesia siempre ha apostado por el diálogo» pero que también han sido «muy explícitas» sus intervenciones para decir que «no se trata de cualquier diálogo, no se trata simplemente de compartir palabras e informaciones; el diálogo debe tener unos objetivos concretos, debe hacerse a través de un camino serio en la búsqueda de logros que den respuesta a las necesidades del país». En cuanto a la pandemia, indicó que hasta el momento no se ha implicado a las sociedades científicas que pudieran ayudar a dar respuesta a las circunstancias y que «la actitud de la Iglesia siempre ha sido de colaboración en lo que podemos ayudar».
Por su parte, Mons. Raúl Biord, secretario general de la CEV, destacó la sinodalidad como vía para la reconstrucción social. «El Papa Francisco nos ha invitado a este camino sinodal que significa escuchar al pueblo de Dios, desde las bases», puntualizó, expresando que no se puede esperar que la resolución de los problemas que aquejan al país se den de forma centralizada, sino que es desde abajo, desde los ciudadanos, que es posible generar el esperado cambio. Finalmente, recordó que el objetivo de toda negociación «es el bien común».
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La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) instó la clase política nacional a refundar la nación y a renovar los liderazgos, pues considera la Iglesia católica nacional que la democracia en el país está debilitada y la situación que vive el pueblo en general es muy «dolorosa».
«El llamado que hacemos es que todos como responsables del país participemos y que las instituciones sociales, y no solo los partidos políticos, se conviertan en actores de esta renovación que necesitamos», indicó monseñor Jesús González de Zárate, presidente de la CEV al leer la exhortación pastoral del episcopado venezolano.
Añadió que «la Iglesia siempre ha apostado por el diálogo» pero que también han sido «muy explícitas» sus intervenciones para decir que «no se trata de cualquier diálogo, no se trata simplemente de compartir palabras e informaciones.
«El diálogo debe tener unos objetivos concretos, debe hacerse a través de un camino serio en la búsqueda de logros que den respuesta a las necesidades del país».
En cuanto a la pandemia, indicó que hasta el momento no se ha implicado a las sociedades científicas que pudieran ayudar a dar respuesta a las circunstancias y que «la actitud de la Iglesia siempre ha sido de colaboración en lo que podemos ayudar».
González de Zárate describió las circunstancias en las que se encuentra sumido el país, en especial durante el tiempo de pandemia.
«Nos encontramos como país en una grave crisis global y democrática; el ser humano con su dignidad, principalmente la persona pobre, es colocada a un lado por el régimen político, para dar relevancia a un sistema ideológico excluyente, perdiéndose el sentido de la democracia como poder del pueblo», señala el texto.
En tal sentido, el episcopado venezolano invita a todos, y principalmente a las nuevas autoridades regionales y municipales electas, «a atender las ingentes necesidades de las comunidades, para eso fueron elegidos, que su política no sea el sostén de una ideología, sino de la vida de los más pobres, es decir, la construcción del bien común».
En la exhortación, explican que la «refundación de la nación» implica la inclusión de los desfavorecidos, recuperar la convivencia fraterna, la promoción del diálogo; realizar negociaciones claras y justas en favor del pueblo; promover la familia y la educación y «renovar los partidos políticos y los liderazgos que no han permitido un discernimiento político centrado en las exigencias actuales», todo esto, puntualizan, «haciendo uso de los mecanismos previstos en la Constitución Nacional y las leyes».
Durante la rondsa de preguntas con los periodistas presentes en la rueda de prensa, Mons. González de Zárate expresó que «el llamado que hacemos es que todos como responsables del país participemos» y que «las instituciones sociales y no solo los partidos políticos, se conviertan en actores de esta renovación que necesitamos». Añadió que «la Iglesia siempre ha apostado por el diálogo» pero que también han sido «muy explícitas» sus intervenciones para decir que «no se trata de cualquier diálogo, no se trata simplemente de compartir palabras e informaciones; el diálogo debe tener unos objetivos concretos, debe hacerse a través de un camino serio en la búsqueda de logros que den respuesta a las necesidades del país». En cuanto a la pandemia, indicó que hasta el momento no se ha implicado a las sociedades científicas que pudieran ayudar a dar respuesta a las circunstancias y que «la actitud de la Iglesia siempre ha sido de colaboración en lo que podemos ayudar».
Por su parte, Mons. Raúl Biord, secretario general de la CEV, destacó la sinodalidad como vía para la reconstrucción social. «El Papa Francisco nos ha invitado a este camino sinodal que significa escuchar al pueblo de Dios, desde las bases», puntualizó, expresando que no se puede esperar que la resolución de los problemas que aquejan al país se den de forma centralizada, sino que es desde abajo, desde los ciudadanos, que es posible generar el esperado cambio. Finalmente, recordó que el objetivo de toda negociación «es el bien común».