Pobreza y embarazo

Fueron muchos los comentarios y tuits sobre la columna de opinión hecha por Claudia Palacios.

#TiempoDeOpinar Paren de parir
Por: @claudiapalacios
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— EL TIEMPO (@ELTIEMPO) June 13, 2019

Y no puedo estas más de acuerdo… Con los que se oponen a sus afirmaciones. La autora, en su artículo “Paren de parir”, reflexiona sobre la situación de los migrantes venezolanos en Colombia, especialmente de las mujeres y niñas de bajos recursos económicos que están embarazadas, y realza las implicaciones que la precaria situación económica de ellas puede tener en el desarrollo de sus futuros hijos.

Leer las líneas escritas por esta periodista y escritora dejan mucho, demasiado que desear. De cabo a rabo la columna expresa un fuerte desconocimiento, no solo de la situación venezolana en general, sino también de nociones básicas en DDHH, en cuestiones de desigualdad social y de género y en temas de educación sexual.

Empecemos por lo ligero. Es una irreal y poco comprensible el pretender que las personas de bajos recursos no tengan hijos, la libertad sexual y reproductiva es un derecho humano, el cual no puede ser negado por la escasez de recursos económicos. Sí, es irresponsable tener hijos cuando no es posible mantenerlos, pero, ¿vamos a esterilizar a toda la gente pobre como si fueran subhumanos?

Además, rompamos el mito de que los embarazos no deseados solo suceden en clases económicas bajas, la diferencia es que las clases económicas altas tienen más posibilidades de usar sus recursos para detener un embarazo. A nadie se le puede privar del derecho de decidir si tener o no hijos, las personas pobres no salen de la pobreza al dejar de tener hijos, lo hacen a través de políticas públicas que fomenten un saneamiento de la economía del país en pro de crear trabajos dignos.

Luego, consideremos el hecho de que muchas venezolanas embarazadas son niñas. ¿Acaso nos olvidamos de que esas niñas muchas están por debajo de la edad de consentimiento? No pueden tomar decisiones razonables, por eso no están en edad de consentir. Muy probablemente muchas de ellas han sido, de hecho, violadas por personas mayores de la edad de consentimiento. Son víctimas de violación, se les debe proporcionar herramientas para poder decidir sobre su cuerpo, no humillarlas y culpabilizarlas.

Otro punto es la increíble cantidad de machismo en el artículo, titulándolo como ya se mencionó. Utilizando este título, dirige su escrito directamente a las mujeres, como si no fuera también rol del hombre que la embaraza el asumir responsabilidades bien sea antes de que suceda cualquier embarazo o después de saberse el resultado del acto sexual.

Pobreza y embarazo

Y ni siquiera toquemos el tema de la escasamente documentada percepción de la situación social venezolana. El embarazo en grandes proporciones de mujeres pobres no está dado únicamente por incentivos a la natalidad desde el gobierno; está dado por deficiencias estructurales en la cultura actual del país (generada por la crisis) y en el sistema educativo. La educación sexual (integral, útil e informada) es prácticamente inexistente en cualquier sector de la educación, sin mencionar apenas la fuerte escasez de métodos anticonceptivos y de prevención de infecciones de transmisión sexual. La verdad es que no se le puede exigir a personas sin conocimientos verdaderos en materia sexual que tomen decisiones tan concienzudas cuando carecen de la información para tomarlas.

Todavía más, puedo asegurar que la educación sexual en Colombia es tan pésima como en Venezuela, es así en toda la región latinoamericana y en muchas partes del mundo. Entonces, en vez de ordenar a las mujeres a que paran menos, el esfuerzo tiene que ir hacia exigir una educación sexual útil, integral y comprensiva que nos dé medios y recursos a todos y a todas para poder tomar decisiones prácticas y realistas sobre nuestros cuerpos. La responsabilidad es compartida entre nosotros, seres humanos cordiales dispuestos a colaborar y ayudarnos y asumir las responsabilidades necesarias para un bienestar común.

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Las opiniones expresadas en esta sección son de entera responsabilidad de sus autores

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