Publiqué en mi cuenta en Instagram un post sobre el más reciente libro de Orna Donath, Madres Arrepentidas (Reservoir Books, 2016), que se acaba de publicar en España continuando con la estela de éxito que consiguió en otros países como Alemania.

Dice La Vanguardia: “Su ensayo, que no puede calificarse de otra manera que de feminista, se compone de entrevistas a 23 madres (algunas ya convertidas en abuelas) dispuestas a hablar sobre su sentimiento de arrepentimiento acerca de su maternidad…”

Y dice Orna: “Algunas madres que se arrepienten me dan las gracias por hablar del tema, otras que no quieren ser madres también. A otras les entra la duda de si quieren ser madres después de leer el libro. He aprendido que esta incertidumbre es una de las respuestas más interesantes que mi estudio puede generar, porque hay muchísimas mujeres que van a tener un hijo y no saben cómo será la maternidad, no sabern qué va a exigir…

Mi estudio no es en contra de la maternidad, ni en contra de las madres y por supuesto, tampoco de los hijos, pero para mí es muy significativo que algunas mujeres se cuestionen ser madres o no después de leer mi libro. Creo que las posiciona en una postura más abierta”, dice Orna.

El caso es que jamás imaginé las reacciones de muchas seguidoras, preguntando dónde comprar el libro y si llegaría a sus países; pero además, muchas dejaron testimonios verdaderamente conmovedores, asombrosos, honestos y muy sentidos sobre lo que habían vivido en sus roles como madres. He aquí algunos:

@sraalbamaritza: quedé maravillada con el resumen así que el libro debe ser genial. Muchas veces tuve ese sentimiento y me sentí mal por ello. Si en mis tiempos descubro estas cosas qué distinto sería todo.

@euczrb: llegará a Venezuela? quiero leerlo. Tengo una beba de 4 años que no planifiqué. No quería tenerla pero seguí adelante con mi embarazo. Ahorita la amo, pero muchísimas veces imagino mi vida sin ella y creo que tal vez sería mejor. A veces me arrepiento de haberla tenido, otras veces siento que es lo mejor que me ha pasado. Aunque creo que mejor hubiese sido no tenerla. Quiero leer ese libro

@rossivazquez09: Yo tengo 30 años y siempre crecí con la idea de no tener hijos, nunca he dudado de mi decisión, aun cuando he sido criticada por la mayoría de las personas que me rodean, pero soy libre y solo yo puedo decidir sobre mi cuerpo y sobre lo que quiero…

@my_own_things: Dios mío no estoy sola. Pensé que era la única madre en el mundo que se arrepentía!!! Me ha tocado muy duro totalmente sola con mi hija y nunca me imaginé cómo sería hasta que me pasó, también teniéndola sin querer y añorando mi vida de libertad. Ya no soy tan feliz como solía ser… Me da muchas alegrías pero más preocupaciones y mil veces más trabajo, me absorbe y siento que ya no vivo sino para ella. / Gracias por decir lo que tantas mujeres callamos… ojalá llegue el día en que podamos decidir lo que queramos sin que otras mujeres nos juzguen por no querer llevar su misma vida patriarcal. Por lo menos podré explicarle bien como es la maternidad a mi hija para que ella decida.

@carolinaanovazzi: Es difícil ser madre… a veces siento culpa por pensar así pero veo que más de una… a pesar que lo amamos mucho… si volviera a empezar no tendría hijos… sobre todo por miedo a que les pase algo malo…

Parte del guión machista es que las mujeres nacimos para reproducir la especie. Que nuestro rol fundamental en la vida es concebir y parir hijos, sin cuestionarnos siquiera si eso es lo que queremos o no. Una mujer que aborta porque no quiere tener hijos, o una que decide no tenerlos, es una especie de monstruo o un ejemplar defectuoso.

Eso es lo que hay que romper, ese romanticismo patriarcal por la maternidad. No es verdad que “una mujer solo es mujer hasta que tiene un hijo”, ni es verdad que amamantar y parir son las cosas más bellas que le pueden pasar a una mujer, ni es verdad que nacimos para perpetuar la especie. Cada una que decida.

Aprendí con estas reacciones a mi post algunas lecciones que pueden ser útiles a la hora de romper con los patrones que el patriarcado nos ha puesto a jugar:
• El valor de contar con data que derribe mitos, que no te hagan sentir sola o loca.
• La importancia de abrirse para compartir lo que piensas y sientes, hacer comunidad con otras, sin juicios previos ni culpas para que te alivies y puedas ser tú misma
• El valor de las redes para que muchas analicen su propia vivencia y desmitifiquen creencias que intoxican.
• La voz es poder. Hablar, sacar afuera, no callar… es el inicio del cambio
• La solidaridad entre mujeres, no sentirnos atacadas por la manera de pensar y acompañarnos hasta en los pensamientos más oscuros
• El poder liberador de la lectura, de comprobar que hay otras miradas, otros mundos, otra forma de ver y entender.

Gracias, Orna, por investigar con valentía y echar abajo mentiras como templos. Muchas te lo agradecemos. Y a mis seguidoras por su coraje al admitir una “herejía”. ¡Estoy segura de que ahora se sienten mucho mejor!

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