El papa Francisco exaltó este domingo la figura del nuevo beato, el médico José Gregorio Hernández, y expresó su deseo de que su ejemplo anime a la sociedad y a quienes sufren “en el cuerpo y el espíritu”.
El papa Francisco pidió así a los fieles que le escuchaban desde la plaza de San Pedro del Vaticano, “un aplauso por el nuevo beato”.
“Era un médico lleno de ciencia y de fe que supo reconocer en los enfermos el rostro de Cristo y, como buen samaritano, los socorrió con caridad evangélica”, dijo el pontífice desde la ventana del Palacio Apostólico tras el rezo del Regina Coeli, que sustituye al Ángelus en periodo pascual.
Y agregó: “Que su ejemplo nos ayude a tener cuidado de quienes sufren en el cuerpo y el espíritu”.
La beatificación de José Gregorio Hernández se produjo después de que Francisco reconociera el milagro concedido a la niña Yaxury Solórzano Ortega, quien recibió un disparo en la cabeza durante un asalto mientras se encontraba con su padre y a quien los médicos que la atendieron habían desahuciado.
El suceso ocurrió en marzo de 2017, en el estado central de Guárico, cuando la pequeña tenía 10 años. Después de que los médicos que la atendieron dijeran a sus padres que la niña iba a fallecer, su madre rezó a José Gregorio para su cura, razón por la que, según la versión de sus familiares, avalada por al papa, se salvó.