Frente a los ojos de su padre, el primer teniente del Ejército, Antonio José Pachano Jottaviano, de 25 años de edad,  fue secuestrado este 24 de diciembre. Cinco horas después su cuerpo fue localizado entre unos matorrales.

El teniente y su tío se encontraban estacionados frente a la empresa Inmeca, en la carretera vieja Caracas – Guarenas, dentro de una camioneta blanca Toyota Fortuner, placas AB938HB. El padre del militar estaba cerca de ellos, en un camión 750, cuando un Chery Orinoco color blanco los alcanzó, se estacionó a su lado y de él se bajaron dos hombres armados.

Fueron directo a la Toyota Fortuner, apuntaron a los tripulantes, los bajaron del vehículo y se los llevaron. El padre del teniente se quedó en blanco:  a su hijo y a su hermano los secuestraron a las 7:00 am en vísperas de Navidad.

La información policial indica que el hombre recibió una llamada en el que solicitaban por sus parientes una cifra de cinco dígitos en dólares.  Luego de un par de horas, los delincuentes se comunican nuevamente y el padre les señala que solo contaba con la quinta parte del rescate exigido.

No hubo más negociación. Al mediodía del jueves se localizaron a dos personas en unos matorrales de la Terraza 1 de la urbanización Pablo VI de Petare. Este hallazgo llegó a los oídos del padre angustiado y al presentarse en el sitio constató que se trataba de su hijo muerto y su hermano que aún seguía con vida. Este fue trasladado al hospital Domingo Luciani, donde falleció este 24 de diciembre.

Al teniente Pachano Jottaviano, ascendido en julio pasado, portaba su carnet del Ejército y fue ajusticiado de tres tiros en la cabeza.

A las 7:00 de la noche, se conoció de manera extraoficial que el Eje Este de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) había localizado a la banda que perpetró el secuestro y homicidio del primer teniente del Ejército.

Con la muerte de Antonio José la cifra de policías y militares asesinados este año subió a 142 agentes de la seguridad que el hampa dio de baja en lo que va de año, en la Gran Caracas (Miranda, Distrito Capital y Vargas).

El último caso de un secuestro que se conoció en Caracas fue el del profesor de la Universidad Nacional Experiemental de la Seguridad (Unes), Eduardo Javier Graterol Borrajo, de 35 años de edad,  a quien descuartizaron como parte de un “mensaje” que los delincuentes querían enviar a la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Se dieron cuenta de su profesión y el sitio de trabajo luego de revisar sus pertenencias. Esto ocurrió el lunes, 21 de diciembre; es decir hace menos de una semana.

“A principios de año se registró un aumento del secuestro exprés en la región capital, cuyos rescates son exigidos en dólares. En el interrogatorio a las víctimas, se detectó que la mayoría señalaron que habían sido llevados a la Cota 905 y El Cementerio”, indicó Mario Mármol García, abogado criminalista y experto en materia de secuestros, quien agregó que cuando los delincuentes piden dólares como forma de rescate los especialistas saben que se enfrentan a uno de estos grupos delictivos.

Explicó que a través de un estudio de analistas se identificó que los victimarios son parte de bandas delictivas que tienen su guarida ubicada en el barrio Primero de Mayo en El Cementerio y Las Casitas en la Cota 905. Estas se extendieron por El Valle y La Vega a través de una alianza entre líderes de agrupaciones delictivas que se acordó en la cárcel de Tocorón de Aragua.

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