Seamos claros: de niños, al menos por una vez, quisimos ser astronautas. Pensamos que era ponerse el gran traje, casco y caminar… Mejor dicho: flotar en el espacio y conseguir hazañas inalcanzables en el mundo terrestre.
Pero, hablando en serio, ¿qué necesita una persona, cualquiera de nosotros, para ser un astronauta?
Es un sueño de muchos, pero privilegio (o riesgo) de pocos.
Ser astronauta es sinónimo de trabajar muy duro: desde la preparación física hasta los idiomas. Y varía entre una agencia espacial y otra.
A propósito de los 50 años del alunizaje del 20 de julio de 1969, cuando Neil Armstrong, Edwin “Buzz” Aldrin y Michael Collins llegaron a la Luna con la misión Apolo 11, veremos cómo entrena un astronauta en dos de las principales agencias espaciales del mundo: la ESA ( Agencia Espacial Europea por sus siglas en inglés) y la NASA.
¿Cómo entrenan en la Agencia Espacial Europea?
El sitio web de la Agencia Espacial Europea (ESA) reseña cómo es el programa de entrenamientos para un astronauta y lo divide en tres secciones: básico, avanzado y asignación de misión.
En el entrenamiento básico, los aspirantes deben aprobar un curso de un año. Aquí, el aprendizaje físico está enfocado en las técnicas de submarinismo y el académico en tecnología espacial, conocimientos médicos básicos y cómo funciona la Estación Espacial Internacional (EEI).
Un año después, en el nivel avanzado, se conocen con profundidad la composición de la EEI así como los vehículos de transporte, los experimentos y la intervención del centro de control terrestre en cada misión.
Al terminar los niveles básico y avanzado, los candidatos ya pueden tener una misión asignada. En esta parte, cooperando en la mayor medida posible con los demás miembros de la tripulación, aprenden las tareas especiales relacionadas con su misión y se familiarizan con la ingravidez participando en vuelos parabólicos.
La centrífuga humana, una máquina de rotación donde cada aspirante entrena —básicamente, dándoles vueltas— será la que determine si se está preparado para un vuelo espacial, física y psicológicamente. Esto sucede porque la falta de gravedad exige una preparación total a todo lo contrario en la Tierra.
El entrenamiento en la ESA no queda allí: los astronautas también deben aprender idiomas, ya que visitan diversos centros de entrenamiento ubicados en países como Rusia, Canadá, Estados Unidos, Japón.
¿Y cómo entrenan en la NASA?
En la agencia espacial estadounidense (NASA), cuenta la leyenda que para ser astronauta debes ser megaperseverante, ya que los programas de entrenamiento evolucionan de acuerdo con las misiones más duraderas; no solo la EEI, sino más allá: como la Luna o Marte, por ejemplo.
¿Sabías que para una misión de 14 días deben entrenar como mínimo unos cinco años?
Así como en la ESA, los astronautas de la NASA también deben aprender el funcionamiento, la estructura y la importancia de la EEI y además, se preparan para las emergencias como la despresurización de la cabina (¡No hay oxígeno! ¿Qué hacemos?).
Asimismo, practican el trabajo en equipo y la cooperación. Esto, debido a que pasan mucho tiempo en un espacio pequeño con otras personas.
El intelecto, por su parte, también es clave en este entrenamiento: los astronautas deben aprender materias como mecánica orbital, astronomía, oratoria (para expresarse en público), primeros auxilios básicos, procedimientos médicos y entrenamientos de emergencia.
Para poder cumplir con estos objetivos, los astronautas se preparan en diversos ambientes simulados, muy parecidos a lo que se encontrarán una vez fuera de este mundo. Para ello, tienen modelos a escala de las naves, principalmente partes de la EEI.
Igualmente, entrenan en una especie de pista de hockey metálica, llamada Precision Air-Bearing Floor, el movimiento de grandes objetos en el espacio para estar preparados ante la ausencia de fricción y rozamiento.
Otro de los entrenamientos para simular la ingravidez o ausencia de gravedad se realiza en el Neutral Buoyancy Laboratory, una piscina de 62 metros de largo, 31 metros de ancho y 12 metros de profundidad, que alberga unos 22,7 millones de litros de agua. Allí, los astronautas entrenan hasta siete horas.
Los idiomas también son clave en el programa de entrenamiento de la NASA y en la agenda astronáutica, los candidatos deben aprender ruso y otras lenguas.
¿Y los rusos como entrenan?
Pues, no hay muchos detalles sobre el entrenamiento específico de los cosmonautas rusos. Lo que sí se sabe, o se comenta con más frecuencia, es que pueden llegar a considerarse una ‘tortura’.
Según el cosmonauta Serguéi Riazanski, los rusos se enfrentan a un entrenamiento bastante agotador, que incluye escafandras (trajes de buzo) de unos 100 kilos, ponerse dentro de una centrifugadora y practicar ejercicios de gravedad cero.
“En estado de ingravidez, el peso de la escafandra no se nota. Pero el cosmonauta siente una fuerte presión que le hace hincharse y ponerse muy rígido. Se ve obligado a hacer enormes esfuerzos para caminar, doblar los brazos y mover las piernas”, explicó el instructor de Riazanski, Dimitri Zubov, a la agencia AFP en 2017.
Piers Sellers, meteorólogo y exastronauta británico americano de la NASA, consideró que “los rusos concebían el espacio como un ambiente extremo y el entrenamiento llegaba a ser una tortura”.
Para la época del alunizaje de 1969, ya los astronautas entrenaban de esta manera y lo que se ha mantenido en todos los entrenamientos es la dureza y muy exigente admisión, que va más allá de solo soñar con caminar en la Luna.
En ocasiones, muchos astronautas son rechazados muchas veces hasta que reúnen las condiciones mínimas para ser candidatos. Así le pasó, por ejemplo, al astronauta mexicano-americano José Hernández, que fue rechazado 11 veces antes de ser admitido al programa de astronautas de 2004 e ir al espacio en 2009.
Por eso, pocos han conquistado solo una parte del espacio: 593 personas de 38 países, para ser más específicos, de las cuales, solo tres han sido mujeres.