El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunció que los presos en Amazonas padecen de deshidratación y enfermedades de la piel. Explicaron que la causa sería la escasez de agua potable en los centros de detención de la entidad.
El equipo del OVP señaló que más de 200 privados de libertad están afectados.
Reportaron que «el agua potable no llega por tubería de forma regular, solo tres veces por semana y en algunos calabozos se compra un camión cisterna, pero es poca el agua para la cantidad de reclusos».
“A pesar de que nosotros le podemos llevar dos litros de agua diaria, tan solo les alcanza para su consumo diario, no para sus necesidades y aseo personal; sin embargo, la tienen que usar para ello. Sumamos a esto que no todos los presos reciben algo de sus familiares, por lo que muchos no consumen ni agua”, expresó uno de los allegados a los calabozos.
Recalcaron que la falta de agua les impide el aseo adecuado de las celdas, «por lo que el hedor de orina, heces y desperdicios de comida es verdaderamente asfixiante».
Estas circunstancias han contribuido a la proliferación de gran cantidad de enfermedades en la piel como la escabiosis.
Según denunciaron los familiares de los detenidos al OVP, aún cuando los funcionarios saben que esa enfermedad es contagiosa no les dejan pasar los tratamientos.
«Han conseguido presos totalmente deshidratados e incluso algunos se han desmayado como consecuencia de la nula alimentación y el poco consumo de agua«, dijo la organización en una nota de prensa.
Parientes de los presos en Amazonas exigen que este servicio se suministre de manera constante o por lo menos que se garantice la limpieza en cada uno de los calabozos.
En esta ocasión también denunciaron que sus seres queridos no reciben la alimentación adecuada. Narraron que en el pasado podían llevarles comida a diario, pero con la llegada de la pandemia del coronavirus, la escasez de combustible y la situación económica «»es casi imposible trasladarse a diario a los centros de detención».
Aseguraron que es cada vez menor la cantidad de alimentos que ingieren.
El Observatorio pudo conocer que en la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Puerto Ayacucho la comida para los presos debe ir exclusivamente en bolsas plásticas.
“Sea caraota, pasta, hasta los jugos los tenemos que pasar en bolsas y esto es sumamente incómodo e inhumano, ellos no son animales. Pedimos que nos dejen pasar potes transparente como lo hacen en el resto de las comisarías”, sentenciaron los familiares.
En Puerto Ayacucho, estado Amazonas, hay más de 200 presos distribuidos en seis comisarías; en al menos cinco calabozos se concentra la mayor cantidad de detenidos, donde se presenta un alto grado de hacinamiento.
El OVP detalló que estos espacios tienen capacidad para albergar a 20 personas, pero en ellos conviven «más de 50 y hasta 70 hombres». Los presos debe turnarse para dormir «o colocan sábanas entre los barrotes para convertirlos en especies de hamacas y así descansar un poco».
El retardo procesal también es una realidad con la que conviven: «estos detenidos no son trasladados hasta los tribunales porque los funcionarios les manifiestan que no tienen vehículos o no cuentan con gasolina para movilizarse. Esto genera retraso en sus causas y tampoco son beneficiados con el denominado Plan Cayapa«.
De acuerdo con la información que maneja la ONG la distribución de los presos es la siguiente:
Comisaría del Cicpc y de la policía Nacional Bolivariana (PNB): 70
Comandancia de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB): 50
Calabozos de Policía del estado Amazonas: 48
Instalaciones de la GNB conocidas como El Muelle: 22
Sede de la PNB: 13
Policía de Frontera: 3
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El Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP) denunció que los presos en Amazonas padecen de deshidratación y enfermedades de la piel. Explicaron que la causa sería la escasez de agua potable en los centros de detención de la entidad.
El equipo del OVP señaló que más de 200 privados de libertad están afectados.
Reportaron que «el agua potable no llega por tubería de forma regular, solo tres veces por semana y en algunos calabozos se compra un camión cisterna, pero es poca el agua para la cantidad de reclusos».
“A pesar de que nosotros le podemos llevar dos litros de agua diaria, tan solo les alcanza para su consumo diario, no para sus necesidades y aseo personal; sin embargo, la tienen que usar para ello. Sumamos a esto que no todos los presos reciben algo de sus familiares, por lo que muchos no consumen ni agua”, expresó uno de los allegados a los calabozos.
Recalcaron que la falta de agua les impide el aseo adecuado de las celdas, «por lo que el hedor de orina, heces y desperdicios de comida es verdaderamente asfixiante».
Estas circunstancias han contribuido a la proliferación de gran cantidad de enfermedades en la piel como la escabiosis.
Según denunciaron los familiares de los detenidos al OVP, aún cuando los funcionarios saben que esa enfermedad es contagiosa no les dejan pasar los tratamientos.
«Han conseguido presos totalmente deshidratados e incluso algunos se han desmayado como consecuencia de la nula alimentación y el poco consumo de agua«, dijo la organización en una nota de prensa.
Parientes de los presos en Amazonas exigen que este servicio se suministre de manera constante o por lo menos que se garantice la limpieza en cada uno de los calabozos.
En esta ocasión también denunciaron que sus seres queridos no reciben la alimentación adecuada. Narraron que en el pasado podían llevarles comida a diario, pero con la llegada de la pandemia del coronavirus, la escasez de combustible y la situación económica «»es casi imposible trasladarse a diario a los centros de detención».
Aseguraron que es cada vez menor la cantidad de alimentos que ingieren.
El Observatorio pudo conocer que en la sede del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Puerto Ayacucho la comida para los presos debe ir exclusivamente en bolsas plásticas.
“Sea caraota, pasta, hasta los jugos los tenemos que pasar en bolsas y esto es sumamente incómodo e inhumano, ellos no son animales. Pedimos que nos dejen pasar potes transparente como lo hacen en el resto de las comisarías”, sentenciaron los familiares.
En Puerto Ayacucho, estado Amazonas, hay más de 200 presos distribuidos en seis comisarías; en al menos cinco calabozos se concentra la mayor cantidad de detenidos, donde se presenta un alto grado de hacinamiento.
El OVP detalló que estos espacios tienen capacidad para albergar a 20 personas, pero en ellos conviven «más de 50 y hasta 70 hombres». Los presos debe turnarse para dormir «o colocan sábanas entre los barrotes para convertirlos en especies de hamacas y así descansar un poco».
El retardo procesal también es una realidad con la que conviven: «estos detenidos no son trasladados hasta los tribunales porque los funcionarios les manifiestan que no tienen vehículos o no cuentan con gasolina para movilizarse. Esto genera retraso en sus causas y tampoco son beneficiados con el denominado Plan Cayapa«.
De acuerdo con la información que maneja la ONG la distribución de los presos es la siguiente:
Comisaría del Cicpc y de la policía Nacional Bolivariana (PNB): 70
Comandancia de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB): 50
Calabozos de Policía del estado Amazonas: 48
Instalaciones de la GNB conocidas como El Muelle: 22
Sede de la PNB: 13
Policía de Frontera: 3