Madrugar y hacer largas colas ya es costumbre para la mayoría de los pensionados. Este viernes 26 de octubre, cuando acudieron a cobrar la pensión, no fue la excepción. La novedad es que aun cuando les cancelaron los 1.800 bolívares soberanos completos, durante un recorrido efectuado en Caracas los consultados confirmaron que solo les entregaron billetes de Bs.S 2 y Bs.S 5.
“Es normal que solo trabajen uno o dos cajeros, cuando deberían trabajar tres o cuatro. A esto súmele los bajones de luz y las caídas en el sistema’’, explicó Mercedes Brito mientras estaba en la cola de un banco ubicado en un centro comercial de Los Palos Grandes, en el municipio Chacao del estado Miranda.
Acotó que el efectivo que cobra de su jubilación “no es suficiente, apenas puedo comprar un poco de medicinas y comida, y ya, se acabó la pensión“.
Freddy Branto aseguró que le da “gracias a Dios’’ por no padecer alguna enfermedad con dependencia de algún medicamento, ya que siendo la pensión su único ingreso debe rendir el dinero solamente en comida. “Es una cosa o la otra, pero ambas jamás podría’’, dijo.
En algunos lugares, las filas para poder entrar al banco llegaban a media cuadra de extensión. Allí los entrevistados confirmaron que el pago de la pensión lo realizaban con los billetes más bajos del cono monetario: de 2, 5 y 10 bolívares soberanos.
Esto generó molestias entre los adultos mayores que se encontraban desde muy tempranas horas, algunos casos desde las 2:00 am, específicamente en una sucursal bancaria de Altamira, en Chacao.
Muchos de los jubilados que se encontraban haciendo filas alegaban que algunos “se estaban coleando’’ y por el proceso se tardaba cada vez más.
María Armas contó que se encontraba a las afueras del banco desde las 6:00 am. Tiene más de 20 años jubilada. Recalcó que nunca había tenido que vivir esta situación. “La atención al adulto mayor es cada vez peor’’.
“Es un peligro que nosotros, como adultos mayores, estemos con tantos billetes, que puede hacer creer a los malandros que nos sobra el dinero, cuando no es así’’, se quejó Miguel Velazco en referencia al “bulto” de billetes de baja denominación que se estaban entregando.
“Este dinero no me alcanza en lo absoluto. Tengo que tomar cinco medicamentos y dependiendo del trabajo que consiga, puedo comprar una o dos medicinas, también dependiendo del medicamento que encuentre,’’ detalló Alberto Linares, de 65 años, quien es pensionado y trata de “redondear” sus ingresos con empleos ocasionales.
Raquel Suárez se encontraba con su madre, también jubilada, esperando a las afueras de una agencia bancaria y mencionó que, pese a que ambas cuentan con pensión, no les alcanza el dinero. El mes pasado, gran parte del dinero cobrado lo gastaron solo en charcutería. Hizo énfasis en la importancia de “la alimentación balanceada” que ya no pueden garantizarse. “Es algo que ya no existe en el venezolano”.
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Fotos: Marian Andrade Bermúdez