La violencia de género se acentúa. El Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), en su más reciente informe del año 2022, registra un incremento en las denuncias públicas relacionadas con la violencia hacia la mujer en Venezuela.
La organización, que lleva registros de violencia en el país debido a la falta de cifras oficiales, señala que es difícil tener certeza de las magnitudes del fenómeno y diferenciar cuánto es la permanencia del mismo, que pudo haberse incrementado durante la pandemia y la cuarentena.
En el último informe de la OVV se categorizaron estos crímenes como “motivos pasionales”, cuyo término disminuye la gravedad del delito, al darle una connotación pasional al homicidio y obviando el carácter violento de la situación, así como la situación de vulnerabilidad de la víctima.
La ONG registró 101 casos en 2022, mientras que en el año 2021 contabilizó 87 casos, generándose así un incremento de 16 % en los homicidios registrados.
“Cabe señalar que este móvil es uno de los dos (sobre un total de ocho), que, en lugar de la disminución evidenciada en casi todas las motivaciones, mostró un aumento del número de muertes asociadas”, se lee en el informe publicado por el OVV.
Si embargo, organizaciones como Utopix, quienes defienden los derechos de las mujeres a tener una vida libre de violencia machista, señala que hasta noviembre de 2022 en todo el país se habían registrado 175 feminicidios.
La organización indicó que corroboró la existencia de una importante transformación cultural en la sociedad venezolana, que repudia generalmente los comportamientos violentos entre las parejas.
El OVV realizó un estudio en 1.200 hogares en el cual encontraron un rechazo abrumador a los comportamientos violentos y machistas. Ocho de cada diez encuestados reprobaron el empleo de cachetadas en la pareja y solo el 3% justificó la acción, en el caso del hombre hacia la mujer y un 7 % de la mujer hacia el hombre.
Presunción de infidelidades
La ONG señala en su informe que gran parte de la violencia de pareja se encuentra asociada a la presunción de infidelidades. El Observatorio exploró el apoyo dado a los comportamientos violentos del hombre hacia la mujer o de una mujer hacia otra mujer.
En la encuesta realizada, la organización reveló que hay un alto rechazo de 89 % a la violencia ejercida por el hombre hacia su esposa por ser presuntamente infiel y un 84 % rechazó la violencia ejercida por una mujer contra otra por alguna situación que la relacionara con su pareja sentimental.
“Una vez más, la aprobación se duplica cuando quien realiza la acción violenta es la mujer a cuando es un hombre. Aunque los porcentajes son pequeños, llama la atención que sea el doble de aprobación en los casos donde la mujer es quien ejerce el rol violento, sin importar si la víctima es un hombre o mujer. Y sorprende también, pues cuando se revisan los resultados se observa que no hay diferencias en las respuestas de aprobación o reprobación entre los hombres y mujeres encuestados, los estratos sociales o los lugares de residencia”, se lee en la investigación.
Cierto avance
La organización explica que pareciéramos estar frente a un patrón cultural establecido, en el cual se rechaza de manera fuerte la violencia en la pareja y que hay un grupo pequeño que la aprueba. Según el estudio este grupo se encuentra más justificado cuando es la mujer quien ejerce la violencia.
“Esta cultura de rechazo mayoritario a la violencia en la pareja quizás permite entender el repudio que la sociedad tiene hacia los feminicidios y la violencia contra la mujer, como un resultado de un cambio en la sensibilidad de la población. Con base en estos datos es posible presumir un cierto avance en la conciencia de la población sobre la dignidad de todas las personas, y en especial, sobre los derechos de las mujeres a la igualdad y a una vida libre de violencia”, revela el informe.