ONG denuncia fallecimiento de preso en calabozo del Cicpc en Monagas

Un recluso identificado como Luis Armando Lima (54) falleció durante la mañana de este miércoles 22 de febrero en los calabozos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalística (Cicpc), en la ciudad de Maturín, según una denuncia de la ONG Una Ventana a la Libertad.

Lima, quien residía en la parroquia Los Godos de la capital monaguense, según la versión dada por su hermana, Carol Lima; lo estaban incriminando en un delito que no cometió y ya llevaba dos meses detenido, violando así todas las normativas del debido procedimiento.

Lima conoció sobre el deceso de su hermano después de que la furgoneta del Cicpc salió de la sede, ubicada en la avenida Bella Vista, en la zona oeste de Maturín. Y llegó a la morgue del Hospital Universitario Dr. Manuel Núñez Tovar.

Su hermano tenía fiebre, malestar general y los huesos le dolían. Hablaba poco y estaba débil. Además, estaba delgado y “no era por falta de comida, porque a él le traíamos todos los días sus alimentos”, aseguró la mujer.

Los familiares de la víctima aseguran que pudieron ver a Luis Armando durante cinco minutos la mañana de este miércoles. “Le expliqué que hablaría con el abogado para buscar la forma de llevarlo hasta el hospital y él me pidió que lo hiciera”, contó.

Sin embargo, el preso no resistió. “Se agravó esta semana. Él estaba detenido junto a otros hombres que están enfermos”, denunció la mujer desde el hospital de Maturín.

Preso advirtió enfermedad en una carta

Desde el centro asistencial, Carol mostró las cartas que un preso que se hizo amigo de su hermano les enviaba informando sobre la situación de Luis Armando.

En una hoja con el logotipo de Petróleos de Venezuela y con fecha del 22 de febrero de 2023, el recluso pide ayuda rápida para Lima, pues estaba descompensado. Al mismo tiempo, el recluso le dice que se atreve a comunicar lo que ocurre a pesar de que Lima le pidió no hacerlo.

“Cariño ve necesito que hables con tu mamá y tus tías para que hablen con alguien para que saquen a Lima de aquí lo más pronto posible, él está demasiado mal, él no quería que yo les dijera nada”, se lee en el texto.

Al parecer, los mismos presos pidieron ayuda a los funcionarios del Cicpc y estos se negaron. “Que se muriera, que eso no importaba, uno más o uno menos”, escribió el detenido al referirse sobre la solicitud de apoyo y la respuesta que recibieron.

En el tiempo que estuvo detenido, Luis Armando Lima sólo vio a su familia 4 veces, 20 minutos en total, pues la directiva del Cicpc sólo permite visitas cada 15 días por 5 minutos.

Protesta a las afueras del Cicpc

La muerte de Luis Lima, encendió las alarmas de los familiares que se encontraban a las afueras del cuerpo detectivesco en Maturín, esperando para ingresar a ver a sus familiares, por lo que de inmediato protestaron exigiendo les permitan corroborar las condiciones de salud en las cuales se encuentran sus parientes.

Aseguran que solamente pueden acompañarles durante cinco minutos, coincidiendo con la versión dada por la familiar del fallecido, destaca una nota del portal del Periódico de Monagas.

Anni Rojas, quien es de la población de Urica, asegura que dentro del mencionado recinto de detención preventiva hay un brote de Tuberculosis, infecciones respiratorias y hogos en la piel,  debido a que sus familiares están presentando fiebres y otros síntomas que deben ser tratados por especialistas de la salud.

“No estamos pidiendo que les den preferencia, porque si ellos cometieron el delito deben pagar, pero que no los traten como perros porque ellos también son seres humanos”, dijo.

Asimismo, destacó Rojas, que en horas de la noche les suspenden el suministro eléctrico, no cuentan con sala sanitarias para asearse o ducharse.

Más de 300 detenidos en el “infierno grande”

Glori Velásquez, quien tiene a un familiar recluido en el Cicpc de Maturín, aseguró que existe un gran problema de hacinamiento dentro del organismo de seguridad. Destacó que en la celda, a la que llaman “celda grande” o “el infierno grande” hay más de 300 detenidos donde duermen de pie debido a que no existe espacio para movilizarse.

Aseguró que los detenidos se comunican con sus familiares  mediante cartas que le hacen llegar. El edificio de este cuerpo de seguridad tiene capacidad para albergar a 110 detenidos, según el reporte de la ONG “Una Ventana a la Libertad” (UVL) y actualmente esa cifra está triplicada.

Asimismo, denunciaron los familiares que existe retardo procesal, por lo que hay detenidos que tienen hasta más de año y medio esperando el inicio del procedimiento para determinar su responsabilidad por los delitos que se les acusa.

 

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