“A menos iluminación, menos gente”; “a mayor policías, más seguridad”. Estos son algunos de los mitos de la noche que el estudio de campo de Ciudad Laboratorio pudo desentrañar después de cuatro meses. Los activistas estuvieron cuatro meses, tres días a la semana en la calle, para evaluar la vida nocturna del Área Metropolitana de Caracas.

“Decidimos hacer este estudio para invitar a los ciudadanos a activarse en la recuperación de la noche. Parte de los testimonios que recogimos de los observadores es que fue una oportunidad para romper con unos mitos y reecontrarse con los espacios que se habían dejado atrás o que no conocían”, expresó José Gregorio (“Cheo”) Carjaval, como parte de la justificación del trabajo.

Cheo Carvajal es periodista y durante años se ha dedicado al estudio de políticas públicas urbanas. Ahora es miembro de la organización Ciudad Laboratorio. Este 4 de octubre fue uno de los presentadores del Observatorio de la Noche Caraqueña, que tuvo lugar en el Centro Cultural Chacao.

En esta presentación también participó, Ana Cecilia Pereira, educadora y biciactivista. Ella explicó cuál fue la metodología que usaron en la observación. Dijo que participaron 26 personas, que observaron 31 espacios públicos en los cinco municipios del Área Metropolitana (Libertador, Sucre, El Hatillo, Baruta y Chacao). Durante 16 semanas, tres días a la semana y entre las 6:00 pm y las 8:30 pm.

En varias fotografías, como pruebas de su estudio, Pereira mostró cómo encontraron a la ciudad. Una de ellas fue del Museo Jacobo Borges (municipio Libertador) a las 7:00 de la noche un viernes. El lugar estaba transitado solo por las personas que aguardaban un bus hacia La Guaira y las aceras eran usadas como baño público.

Lamentó que los alrededores del Teatro Teresa Carreño (municipio Libertador), uno de los más importantes de Latinoamérica, estuviesen vacíos y en penumbras a las 7:00 pm de un viernes. También contrastó la oscuridad con la presencia de personas, pues en la Plaza Los Símbolos (municipio Libertador) pudieron observar a grupos de jóvenes que “se niegan a abandonar los espacios públicos“, pese a que este lugar estaba sin iluminación.

Desmontando mitos

? “Los sectores populares dan miedo”

Parte de los resultados cualitativos de este estudio de campo fue la percepción de seguridad en los sectores populares.

“Parte de la experiencia fue darnos cuenta de que en los sectores populares nos sentimos mucho más seguros que en la Plaza Miranda, al lado del centro comercial Millenium (municipio Sucre), expuso.

Constataron que en zonas como Catia (municipio Libertador) y Petare (municipio Sucre) la fluidez de personas en los horarios observados era mayor que en zonas del municipio Baruta, El Hatillo y Chacao. Estos sitios son tradicionalmente considerados como clase media.

? “La oscuridad ahuyenta”

“En efecto a la gente le gusta lo oscurito”, lanzó Cheo Carvajal durante la presentación.

Para explicar este hallazgo, puso el ejemplo de Parque Carabobo. Un lugar que según lo observado estaba incompleta la iluminación pública. Sin embargo, vieron a personas cantar, conversar, ingiriendo bebidas alcohólicas.

“El diseño de la iluminación para una ciudad es importante. No necesariamente la tienes que llenar toda de luz, pero tampoco la puedes dejar a oscuras durante la noche”, mencionó.

Un dato que resalta es que solo 20% de la iluminaria pública funcionaba en esas 16 semanas; frente a un 40% de la privada. Los observadores se dieron cuenta que la sociedad civil, ante las fallas en el servicio eléctrico público, ha decidido instalar su propia iluminación.

? “No hay viernes fiestero”

El estudio se realizó durante los días miércoles, viernes y sábado. En comparación, el miércoles fue el día en el que se observó a más personas en la calle durante la noche. El movimiento aumentaba un poco los viernes y el de los sábados era mucho menor al del miércoles.

“El sábado supone un día de la semana que las familias se disponen a salir. Nos llama la atención que no se equipara al día miércoles. Este estudio también permitió ver y entender que no tenemos un viernes poderoso. No se entiende como que se acabó la semana y vamos a disfrutar la ciudad. Es un día bastante muerto”, explicó Carvajal.

? “Los policías dan seguridad”

Uno de los lugares con mayor presencia policial observado por los activistas fueron los alrededores del centro comercial Metrocenter (municipio Libertador). Sin embargo, la ocurrencia de atracos no fue a la baja.

La apreciación de los que participaron en el estudio de la noche de Caracas es que los cuerpos policiales se despliegan para evitar la presencia del ciudadano.

“Por lo general la policía va a decirle a las personas que están en el espacio ‘mejor no estés aquí que no es muy seguro’. Pareciera que su presencia no es para hacer labor preventiva,  generar espacios para que la gente se mueva por la ciudad, sino todo lo contrario. El objetivo pareciera que es hacer que el ciudadano se vaya y se recoja temprano y no de problemas”, expuso.

Algunos factores

Centro Comercial Metrocenter, Capitolio (municipio Libertador). Foto: Ciudad Laboratorio

La merma de la actividad comercial, alrededor de los espacios públicos; y la poca capacidad adquisitiva del caraqueño son determinantes en la toma de la noche.

También lo es la presencia de transporte público. Carvajal mostró cómo es un problema para los ciudadanos que desean disfrutar la Caracas nocturna la ausencia de transporte. En ese sentido, mostró algunos datos en los que se ve cómo las zonas con mayores paradas de autobuses, minibuses y motorizados estaban más concurridas.

“La gran conclusión en relación con el repliegue del ciudadano no es tanto por la luz o vigilancia policial, sino por la imposibilidad de encontrar un transporte público que garantice una vuelta cómoda y segura a tu casa”, afirmó el activista.

¿Ahora qué?

Ciudad Laboratorio pretende llevar los resultados del Observatorio de la Noche Caraqueña a las autoridades municipales y entes privados. También pretende continuar con el estudio y ampliar la franja horaria a analizar.

La intención es que se generen políticas públicas que permita el retorno de los habitantes a la calle en horas nocturnas y aprovechar la movilidad económica que esto traería.

“Queremos poner a vibrar la ciudad. Generaremos datos con la excusa de que se convierta en acciones públicas, para exigir que a las autoridades su rol y que los ciudadanos no nos sigamos replegando.  También queremos mostrar que cuando decidimos poner el muro o el cerco eléctrico y el de al lado hace lo mismo; la calle que es de todos, se convierte en la calle de nadie. Y eso también comienza a dar percepción de inseguridad”, expresó.

Foto principal: Twitter @alebarbarroja

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