El terminal de La Bandera está al borde del desastre. Funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana con equipos antimotines custodiaban el área de taquillas este jueves, 21 de diciembre, porque más de un centenar de personas se aglomeraban para comprar pasaje hacia algún destino del centro occidente del país. Algunos llevaban esperando desde el lunes y nadie les garantizaba que pudieran comprar boleto en esta oportunidad.

María Parra, oriunda de la ciudad de Mérida, llegó al principal terminal centro occidental de Caracas el pasado lunes, 18 de diciembre, y ha dormido allí desde esa fecha. No es de Caracas, no tiene familiares en la capital, vino por trabajo y afirmó que no se iría de las instalaciones hasta que no pudiera comprar un pasaje en alguna unidad de la empresa estatal Sitssa, para poder ir a pasar navidades con sus hijos.

“Tengo todo ese tiempo acá y no habilitan más autobuses para que podamos viajar. Por la presión que siento, estoy botando sangre por el área vaginal y nadie hace nada. No tengo ni para comer”, expresó la mujer, indignada, a Efecto Cocuyo. No ha querido comprar pasaje en algún expreso privado, porque dice que hay que esperar mucho tiempo para adquirirlo, nadie garantiza que le vendan boleto y el pasaje es mucho más costoso.

“Ninguna línea tiene punto de venta ¿De dónde voy a sacar Bs. 195.000 en efectivo con todo este problema que hay para conseguirlo?”, se preguntó. El pasaje en el expreso estadal cuesta Bs. 36.000.

Otro pasajero, quien esperaba viajar a Mérida, indicó que en la mañana llegó un autobús, pero solo unos pocos pudieron adquirirlo. Aseguró que les vendieron pasaje a nueve personas, “a los demás no pudimos ¿Qué pasó con los otros asientos?, pues se los cuadraron a militares, a policías y a sus familiares”, aseveró, al igual que varios de los presentes, quienes, desesperados gritaron: “¡saquen los buses para Mérida!”.

En otra cola, a escasos metros, María Briceño indicó que llevaba cuatro días de espera, para poder comprar un pasaje hacía Valera. “Mi hijo es discapacitado y estamos acá porque él logró ingresar a la Universidad Central de Venezuela (UCV), pero no hemos podido viajar. Vendieron pasaje el lunes, a unos poquitos, mientras que el martes y miércoles no salió ningún autobús. Hoy esperamos que vendan, aunque hay demasiada gente”. El pasaje para Valera en una línea privada supera los Bs. 100.000, mientras que si se viaja con Sitssa, el costo es de Bs. 27.000.

Se conoció que la empresa, bajo administración de la Misión Transporte, solo tiene una unidad por ruta, las demás están “en servicio”, que en otras palabras, están inoperativas en los talleres. De las más de 20 unidades que funcionan en ese terminal, solo trabajan 10, aseguró una fuente interna del terminal.

En otra cola, frente a la taquilla de expresos Maracaibo, decenas de personas, algunas acostadas en el suelo, esperaban que alguien informara si iban a vender pasaje para la capital del estado Zulia. “Estoy desde ayer y nadie ha dicho nada, solo sabemos que están vendiendo por afuera el pasaje hasta en Bs. 450.000, en encavas y en buses de los expresos. Es un abuso”, señaló un pasajero, que pidió que su nombre se mantuviera en el anonimato. El pasaje legal es de Bs. 195.000.

Pasajeros para otros destinos como Barquisimeto y San Cristóbal, también se aglomeraban frente a las taquillas de expresos privados, queriendo comprar pasaje en alguno de los escasos autobuses. “Para Barquisimeto ayer costaba Bs. 70.000, ahora lo aumentaron a Bs. 93.700, pero por ahí lo revenden a mucho más”, explicó Cristina Marino, quien regresaba a la ciudad crepuscular. El día anterior no pudo comprar pasaje.

Efecto Cocuyo conoció de personas que vendían el pasaje para Barquisimeto en autobuses Encava y sin aire, hasta en Bs. 350.000. Esos “piratas”, ofrecían el servicio dentro del terminal, en el que había funcionarios de la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), supervisando que las líneas oficiales no cobraran más de lo debido.

Las rutas cortas en crisis

En el área de rutas cortas la situación es caótica. Hasta las 10:30 de la mañana de este jueves, los autobuses que cubren las rutas entre Caracas y Valencia salieron con regularidad. Luego, dejaron de subir pasajeros puesto que funcionarios del Sundde les dijeron que no podían cobrar el precio al que lo estaban haciendo.

“Quieren que cobremos para Maracay Bs. 3.200, como dice en la Gaceta Oficial, eso es imposible. Tan solo una paila de aceite sale Bs. 7.800.000 y un caucho te lo venden en 800 dólares. Así no se puede”, señaló el presidente de una de las líneas, Julio Pereira, que esperaba reunirse con la directiva del terminal de pasajeros, para acordar una nueva tarifa o no dejaría que salieran autobuses de su línea para cubrir las rutas cortas.

Los transportistas piden que el pasaje hacia la capital aragüeña sea de Bs. 25.000, puesto que con menos de eso no pueden funcionar y, además, “los pasajeros no se quejan”, señaló un chofer, que quiso mantener su nombre en reserva. “El Gobierno no puede hacer nada si no estamos nosotros, no tienen autobuses. Mira alrededor, no hay ninguna unidad roja, todas son nuestras”, agregó.

Ramón García, quien es chofer de uno de los autobuses de Expresos Pegamar, que cubre la ruta Valencia – Caracas, aseguró que solo trabajan 3 de los 18 autobuses que pertenecen a la empresa, puesto que los demás están dañados. “Hace dos años por acá uno no podía ni caminar, mira ahora, prácticamente el terminal está sin buses”.

En el terminal de La Bandera operan 96 líneas, entre rutas y cortas, que tienen sus flotas menguadas, informó extraoficialmente un funcionario de la Institución. “No hay insumos para los autobuses. En estas fiestas decembrinas la cosa se va a complicar mucho, si las líneas privadas sacan de circulación sus autobuses”, agregó.

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