diálogo celebrada entre la noche del domingo 30 de octubre y la madrugada siguiente. Luego de un día lleno de rumores, sillas vacías y secretismo los voceros se reunieron en el Museo Alejandro Otero, hubo un acto formal de instalación, mucho ruido en las redes sociales y finalmente, casi a las 9 pm, procedieron a encerrarse a hablar. Pasan las dos primeras horas, son las 11:00 pm, y siguen hablando a puerta cerrada. Los periodistas que aún están allí, en la antesala, comienzan a compartir historias, malas caras y hasta uno que otro alimento. Sin embargo, la espera no es tan fatal, podría ser peor. Podría ser en un descampado o hasta en el Palacio de Miraflores. En el Museo Alejandro Otero lo que sobran son obras maestras del artista nacido en Bolívar, uno de los mayores exponentes del arte cinético.
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diálogo celebrada entre la noche del domingo 30 de octubre y la madrugada siguiente. Luego de un día lleno de rumores, sillas vacías y secretismo los voceros se reunieron en el Museo Alejandro Otero, hubo un acto formal de instalación, mucho ruido en las redes sociales y finalmente, casi a las 9 pm, procedieron a encerrarse a hablar. Pasan las dos primeras horas, son las 11:00 pm, y siguen hablando a puerta cerrada. Los periodistas que aún están allí, en la antesala, comienzan a compartir historias, malas caras y hasta uno que otro alimento. Sin embargo, la espera no es tan fatal, podría ser peor. Podría ser en un descampado o hasta en el Palacio de Miraflores. En el Museo Alejandro Otero lo que sobran son obras maestras del artista nacido en Bolívar, uno de los mayores exponentes del arte cinético.