El director de la ONG Fundaredes, Javier Tarazona, a quien apresaron el pasado 2 de julio por denunciar la presencia de la guerrilla colombiana en el país, está incomunicado y enfermo, según denunció este miércoles la organización.
«Sin acceso a abogados, sin comunicación con sus familiares, con problemas de salud a tratar. Son las condiciones en la que se encuentra Javier Tarazona, director general de Fundaredes, detenido arbitrariamente por el Estado venezolano», dijo la ONG en Twitter al citar un mensaje del exparlamentario César Pérez Vivas.
En el tuit, Pérez Vivas señaló que Tarazona tiene actualmente «una flebitis en la pierna derecha, un cuadro de hipertensión y diabetes«.
Por ello, la ONG pidió a la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, hacer seguimiento a su caso y al de sus dos compañeros, Rafael Tarazona y Omar García, quienes fueron detenidos junto a él.
Los tres se encuentran imputados por incitación al odio, terrorismo y «traición a la patria«.
Según la Fiscalía, los tres activistas de la ONG estaban recibiendo instrucciones desde el extranjero para «atacar» el país y alterar el orden.
El fiscal general, Tarek Saab, aseguró que detrás de las agresiones estaba una «intervención militar extranjera».
Antes de su detención, el activista y sus dos compañeros habían presentado unas denuncias en el Ministerio Público para que se investigara la supuesta relación del Estado con miembros de grupos guerrilleros como la extinta FARC y el ELN, algo que la Fiscalía calificó de «difamaciones».
Tarazona fue la voz que informó, a falta de datos oficiales, acerca del conflicto que comenzó en marzo pasado entre las Fuerzas Armadas y disidentes de las FARC en el estado Apure (fronterizo con Colombia) y que se prolongó por aproximadamente dos meses con un saldo indeterminado de fallecidos.
Al frente de Fundaredes, el activista se convirtió en una de las escasas fuentes para conocer lo que sucedía en la zona, ante el silencio gubernamental.
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«Sin acceso a abogados, sin comunicación con sus familiares, con problemas de salud a tratar. Son las condiciones en la que se encuentra Javier Tarazona, director general de Fundaredes, detenido arbitrariamente por el Estado venezolano», dijo la ONG en Twitter al citar un mensaje del exparlamentario César Pérez Vivas.
En el tuit, Pérez Vivas señaló que Tarazona tiene actualmente «una flebitis en la pierna derecha, un cuadro de hipertensión y diabetes«.
Por ello, la ONG pidió a la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, hacer seguimiento a su caso y al de sus dos compañeros, Rafael Tarazona y Omar García, quienes fueron detenidos junto a él.
Los tres se encuentran imputados por incitación al odio, terrorismo y «traición a la patria«.
Según la Fiscalía, los tres activistas de la ONG estaban recibiendo instrucciones desde el extranjero para «atacar» el país y alterar el orden.
El fiscal general, Tarek Saab, aseguró que detrás de las agresiones estaba una «intervención militar extranjera».
Antes de su detención, el activista y sus dos compañeros habían presentado unas denuncias en el Ministerio Público para que se investigara la supuesta relación del Estado con miembros de grupos guerrilleros como la extinta FARC y el ELN, algo que la Fiscalía calificó de «difamaciones».
Tarazona fue la voz que informó, a falta de datos oficiales, acerca del conflicto que comenzó en marzo pasado entre las Fuerzas Armadas y disidentes de las FARC en el estado Apure (fronterizo con Colombia) y que se prolongó por aproximadamente dos meses con un saldo indeterminado de fallecidos.
Al frente de Fundaredes, el activista se convirtió en una de las escasas fuentes para conocer lo que sucedía en la zona, ante el silencio gubernamental.