empeora el transporte
Foto referencial, Caura TV

Desde que comenzó el año 2021, la escasez de camionetas en el estado Carabobo se ha agudizado cada vez más debido a la falta de combustible y al deterioro de las unidades. Esto ha hecho que empeore el transporte público en la entidad.

Actualmente, son 3 los escenarios visibles: largas colas de autobuses en estaciones de servicio para surtirse de gasolina o gasoil, usuarios en las paradas con 30 minutos y hasta 1 hora de espera por una camioneta y ciudadanos que optan por caminar o utilizar otros medios alternativos para su traslado.

Uno de los motivos que explica esta situación es que solo una estación de servicio está habilitada para atender al sector transporte. En mayo de 2021, era la bomba Bosqueserino (ubicada en la variante Bárbula-San Diego, al norte del estado) la que prestaba servicio a este sector y recibía 13.000 litros diarios de gasoil. Pero el tiempo de pernocta en las colas para surtir combustible era de 4 a 5 días.

Desde mediados de junio de 2021, comenzaron a surtir de gasolina y gasoil a la estación del Big Low Center (situada en el municipio San Diego), de uso exclusivo para transportistas. Por esta razón, hasta finales de ese mes se podía observar un mayor flujo de unidades en las calles.

El presidente del Sindicato Único de Transporte de Carabobo, Adolfo Alonso, manifestó, en una entrevista para el programa “Desde la cabina” de Unión Radio, que esta medida fue “una especie de oxigenación para el sector”.

Pero para el mes de julio la situación volvió a la de dos meses atrás: solo la estación Bosqueserino, también conocida como la bomba Church’s Chicken, surte de combustible a los transportistas.

Alonso afirmó para TV Venezuela que el transporte en Carabobo está prácticamente quebrado. También hizo un llamado para que cada municipio tenga su estación de servicio para atender al gremio e, indicó, que no cuentan con los recursos económicos para el mantenimiento de sus unidades.

En 2018, el gobernador Rafael Lacava hizo la compra de 200 autobuses escolares, con capacidad de entre 50 y 60 puestos, con el objetivo de solucionar la crisis de transporte dentro del estado; sin embargo, 3 años después, estos buses amarillos desaparecieron de las calles de la entidad.

Muchas dudas surgieron en la población con respecto a la forma de adquisición y a la procedencia de dichas unidades, sobre todo porque no se siguieron los canales regulares para el anuncio a la población de dicha compra

Crónica Uno hizo una investigación sobre la adquisición de estos autobuses y establece que, según lo que estipula la Ley de Contrataciones Públicas, en los artículos 79 y 80, las instituciones gubernamentales deben realizar licitaciones a través de concursos abiertos o cerrados. En este caso, no hubo registros del llamado a una licitación para la compra de unidades de transporte por parte de la Gobernación de Carabobo.

Desde la mirada de los usuarios

En Carabobo, además de que el tiempo de espera en las paradas varía entre 30 minutos y 1 hora por el poco flujo de transporte, los usuarios deben contar con efectivo para pagar el precio del pasaje, que suele costar entre Bs. 300.000 y Bs. 500.000.

Angie Buelvas, usuaria de transporte público y residente del municipio San Diego, debe recorrer un trayecto de 20 kilómetros hasta la urbanización Los Colorados, municipio Valencia, para llegar a su trabajo. Para su traslado, agarra tres camionetas tanto de ida como de regreso.

En su recorrido, debe tomar una primera unidad desde el pueblo de San Diego hasta la parada del Big Low Center. Luego, la segunda, desde ese punto hasta la avenida Lara, situada en el centro del municipio Valencia, y por último, un tercer autobús que la lleva hasta Los Colorados.

“Empiezo a trabajar a las 8:30 a.m. y salgo de mi casa a las 6:00-6:30 a.m. para poder llegar a tiempo”, indicó al señalar el tiempo que demora en llegar a su trabajo. Además, contó que en la última parte de su trayecto hasta Los Colorados suele esperar hasta media hora para tomar un autobús.

Buelvas también comentó que el pasaje para cada camioneta cuesta Bs. 300.000 en efectivo, lo que se traduce en que gasta Bs. 1.800.000 a diario.

Desde la experiencia de Adriana Repillosa, residente del sector La Campiña del municipio Naguanagua, es más fácil tomar autobuses en horas de la mañana. Normalmente, usa el transporte público para dirigirse a diferentes alturas de la avenida Bolívar (ubicada al norte del municipio Valencia).

“El tiempo de espera en las paradas depende del día y de la hora; en la mañana y al mediodía es un poquito más fácil, pero después de las 2 o 3 de la tarde, el transporte público se pone mucho más pesado”, indicó la ciudadana, haciendo referencia al tránsito escaso de transporte en la ciudad en horas de la tarde.

En su testimonio, contó que suele salir de su casa al menos una hora antes para llegar a su destino. “A veces puedo tardas más de una hora esperando un autobús”, agregó.

Por último, comentó que el precio del pasaje desde Naguanagua suele estar en Bs. 500.000 y que los transportistas solo se están manejando con bolívares en efectivo.

Precios dolarizados para viajar fuera de Carabobo

Desde abril de 2021, los precios de los pasajes incrementaron sin previo aviso en el Big Low Center, principal terminal de pasajeros de la entidad. La última vez que se aprobó el aumento de tarifas del transporte público del servicio interurbano fue en octubre de 2020.

En abril el diario El Carabobeño constató las tarifas de al menos ocho rutas. Según pasajeros del terminal, desde entonces los precios se han mantenido iguales si se toma en cuenta la cifra en dólares.

Tarifas del terminal de pasajeros Big Low Center de Valencia. Fuente: Kevin Arteaga, El Carabobeño

En cuanto a los métodos de pago, en vista de la escasez de efectivo, los pasajeros pueden cancelar en monto del pasaje a través de aplicaciones bancarias (pago móvil) o en divisas en efectivo.

No obstante, a las afueras del terminal también se encuentran los denominados carritos por puesto que se dirigen a destinos como Caracas y Barquisimeto, pero sus precios varían. Por ejemplo, el viaje a Caracas cuesta desde 10 dólares por persona; y para Barquisimeto puede costar hasta 30 dólares.

Medios alternativos de transporte

A raíz de la falta de transporte en Carabobo, la población ha adoptado otras alternativas para su traslado dentro de la entidad. Es común ver gente caminando en las principales avenidas, personas en bicicleta o las “perreras”, unas camionetas pick up que transportan individuos de pie en el área de carga.

Desde junio de 2020, Estíbaliz Cueche, residente de la urbanización Mañongo del municipio Naguanagua, se traslada en bicicleta para hacer sus diligencias regulares debido a la escasa frecuencia de autobuses en su zona.

“Decidí poner mi bicicleta funcional porque teníamos que hacer mercado y para no cargar con el peso de las bolsas, caminando, decidí hacerlo en bicicleta”, indicó Cueche, haciendo referencia a la situación por la que comenzó a usar este medio para trasladarse.

Además, dijo que actualmente usa su bicicleta para hacer mercado, ir al banco o al médico, entre otros, y que si bien estos sitios quedan en Naguanagua, están lejos de su residencia.

“A pesar de que el transporte público pasa escasamente por Mañongo, para mí, no es seguro utilizarlo, porque hay mucha gente que no se cuida, no usan el tapabocas y siempre hay mucha gente”, agregó, expresando su temor a contraer COVID-19 a causa de este comportamiento dentro de las unidades.

Cueche también explicó que, en Mañongo, de las dos rutas que cubrían el trayecto desde esta zona hasta el sector La Vivienda (ubicado en Bárbula, también en Naguanagua), solo una está operativa.

“Si una persona trabaja en el C.C. Sambil (ubicado en Mañongo) y, por ejemplo, entra a las 2:00 p. m., y vive en La Vivienda, debe salir de allá al menos a las 11:00 a.m. porque a veces es un solo autobús el que está cubriendo toda la ruta”, detalló.

Por último, la ciudadana agregó que ha llegado hasta el sector Agua Blanca (municipio Valencia) en bicicleta y que prefiere trasladarse de esa forma. Sin embargo, también indicó que, desde el centro de Valencia, a partir de la 1:00 p.m. ya no hay camionetas hacia el Sambil.

Por otra parte, los carritos por puesto se han convertido en una opción para cuando no hay autobuses con destino a municipios retirados de La Gran Valencia. Es muy común ver unidades de este tipo que se dirigen a Puerto Cabello, ya sea a las afueras del terminal Big Low Center o en el Puente Bárbula (ubicado en la variante Bárbula-San Diego).

Del mismo modo, este método de transporte es común para quienes se dirigen a los municipios Libertador, Bejuma, Miranda y Montalbán, ubicados al oeste de Carabobo, desde el Big Low Center.

</div>