La escasez de combustible en el país impacta en la recolección y distribución de los productos agrícolas. A partir de esta tercera semana de cuarentena los venezolanos notarán que hay menos hortalizas en los mercados y a precios más elevados, según advierten agricultores de los estados andinos.
Este miércoles 1 de abril en una entrevista con Efecto Cocuyo, un agricultor de La Grita, Táchira, que pidió mantener en reserva su identidad por temor a represalias, advirtió que la recolección de hortalizas en la región ha disminuido en 90% desde el inicio de la cuarentena.
“Hace tres semanas estaban viajando 420 camiones desde Táchira a diversas partes del país y cargaban en total cinco mil toneladas de hortalizas todas las semanas. La semana pasada solo salieron 40 camiones, que eran los que tenían gasoil”, alertó.
De acuerdo con el productor agrícola, la merma se debe a que en las estaciones de servicio no están surtiendo a los tractores con suficiente gasolina para trasladarse a los páramos a recoger los cultivos. Desde el 15 de marzo, a La Grita solo han llegado tres gandolas de gasolina, una de las cuales es custodiada en el Liceo Militar Monseñor Jáuregui y no ha surtido a los productores agrícolas.
Solo están operativos los camiones que funcionan con gasoil, que también escasea, pero en menor cantidad. Sin embargo, advierte que estos camiones no tienen tracción 4×4 y no pueden acceder a la mayor parte de las zonas donde se siembran hortalizas.
30 litros por camión
Desde el año 2017 Táchira encabeza la lista de estados con mayores restricciones en el suministro de gasolina, seguido por Mérida, Zulia, Monagas, Bolívar y Nueva Esparta.
En este estado, Pdvsa administra la gasolina para los vehículos y autoriza que se cargue hasta 70 litros del combustible para los camiones recolectores. En estos últimos 15 días la situación ha sido aún más crítica. La Guardia Nacional administra de 20 a 30 litros de combustible por cada camión a la semana y se necesitarían de 100 a 120 litros de gasolina para trasladarse hacia las zonas más lejanas de producción agrícola, asegura la fuente.
Una vez que salen del estado Táchira los camiones que funcionan a base de gasoil, los únicos operativos en los últimos días, tienen que recargar en estados vecinos y pagar hasta 20 dólares.
Esta es la mejor opción, ya que en Táriba un bidón de 20 litros puede conseguirse hasta por 120 mil pesos (que son 40 dólares, aproximadamente), cuenta Jessica Iuesta, habitante de la ciudad.
“A partir de esta semana van a sentir los altos costos porque la cadena de comercialización está distorsionada”, advirtió el agricultor.
También alertó que los funcionarios de seguridad del estado impidieron la subasta de la bolsa agrícola del 29 de marzo, por lo que los productores están perdiendo la oportunidad de comercializar los rubros a los inversionistas y “ferieros”. La bolsa agrícola es la que define la cantidad de productos que se distribuye desde las zonas agrícolas hacia todo el país.
“Se están perdiendo las consechas”
Un comunicado firmado por la ingeniera agrónoma Zulieta Morales, del estado Mérida, advierte que se están perdiendo papás, cebollas y zanahorias en Bailadores, porque los instrumentos para preservar o vender las cosechas están fuera de funcionamiento. El sector necesita de combustible, no solo para la comercialización, sino para el funcionamiento interno de sus granjas.
“Ya estamos entrando a una etapa crítica que pronto se va a manifestar a nivel nacional”, dice Morales en su comunicado dirigido al general Ríos Urbano de la Zona de Defensa Integral (Zodi) de Zulia.
Solicita al general apoyo para “resolver de alguna manera las graves consecuencias de la falta de combustible” en el municipio Rivas Dávila.
“Para poder seguir desarrollando nuestra labor necesitamos imprescindiblemente y urgentemente su suministro (de gasolina) ya que durante todo el año proveemos de alimentos al pueblo venezolano en todos sus mercados principales y centros de acopio”, destacó.
Esta región de 2.500 hectáreas, necesita al menos 20 litros de gasoil diarios en 60 sistemas de riego para poder regar una hora al día. El gasoil también es el combustible básico de sus tractores, generadores de electricidad y camiones de carga.
A la vez necesitan gasolina para el motor de fumigación de los terrenos que es “imprescindible para darle el mantenimiento preventivo o curativo a las plantas en el manejo de plagas y enfermedades” y movilizar insumos como fertilizantes.
Y sube la leche…
No solo son las hortalizas las que se ven afectadas. En la finca de Yaneth de Andrade, de la Aldea Caricuena, se producen 80 litros diarios de leche, que no están siendo comercializados por la falta de gasolina para trasladarla a La Grita.
“He tenido pérdidas porque a veces la leche se daña, y el queso se daña también, pero ahí voy saliendo poco a poco”.
Aseguró que al menos 25 fincas productoras de leche en su aldea también se están viendo afectadas, y que muchas veces tienen que bajar caminando a La Grita.
Algunos comerciantes se han trasladado a la zona para intentar conseguir una subasta de la leche, pero la productora reconoce que sus ganancias son muy bajas y que no puede trabajar por menos.
En la Aldea Caricuena los “bachaqueros” venden la pimpina de gasolina por 150 mil pesos (50 dólares).