La Red de Activistas Ciudadanos por los Derechos Humanos Internacional (Redac Internacional), activistas y personas defensoras presentaron el informe Las voces de ellas: Situación de las mujeres venezolanas en movilidad, en el cual documentan los impactos derivados de la grave crisis de derechos humanos en el país, las discriminaciones por el estatus migratorio, la clase social, la identidad de género y la orientación sexual.
En ese informe recogen datos sobre la feminización de la pobreza, el aumento de la mortalidad materna y las complicaciones obstétricas, del embarazo adolescente y de enfermedades de la transmisión sexual (sífilis congénita y VIH), los abortos inseguros asociados a embarazos no deseados, esclavitud sexual, femicidios y otras manifestaciones de violencia de género en el ámbito privado y público, y numerosos obstáculos para el acceso a la justicia, vulneraciones que también han sido denunciadas ante instancias internacionales por diversas organizaciones feministas.
En octubre de 2021, ocho organizaciones denunciaron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la desprotección e invisibilización en la que se encuentran mujeres y niñas venezolanas, y las múltiples violencias ejercidas en su contra, así como la inacción del Estado venezolano en prevenirlas y sancionarlas.
La dura realidad a la que se enfrentan las mujeres venezolanas durante el proceso migratorio la red la reflejó en las 47 entrevistas realizadas para este informe.
Son las experiencias de 46 mujeres y un hombre trans, que salieron en el periodo 2014-2021, y que «narran claramente las discriminaciones intersectadas en razón del género, el estatus migratorio, la clase social, la identidad de género y la orientación sexual».
Estas personas, con su salida de Venezuela, buscaban estrategias para seguir vivas y los relatos que recoge el informe muestran «como la xenofobia ha estado presente, con agresiones físicas y psicológicas, cometidas tanto por particulares del país receptor, como por las propias instituciones».
También recopila casos de trata con fines de explotación sexual, violencia sexual, violencia reproductiva y femicidio. Además, «la dimensión de la violencia sexual se encuentra fuertemente presente en el proceso migratorio de las mujeres venezolanas, vinculado a la xenofobia y a la hipersexualización de sus cuerpos».
Cifras de la movilidad humana venezolana
La crisis que atraviesa Venezuela ha originado una salida masiva y forzada de personas en los últimos años, quienes en su mayoría necesitan protección internacional.
Cifras publicadas hasta noviembre 2021 por parte la Plataforma de Coordinación Interagencial para Refugiados y Migrantes de Venezuela (Plataforma Interagencial o R4V) señalan que se estima que 6 millones de venezolanos han salido del país.
La mayoría de estas personas en movilidad humana (4,9 millones) se encuentran en Latinoamérica y el Caribe, principalmente en: Colombia (1,84 millones), Perú (1,29 millones), Ecuador (508.000), México (83.000), Argentina (173.200), Aruba (17.000) y Curaçao (14.200).
Mientras que fuera de la región, los países que han recibido mayor flujo migratorio de personas venezolanas son: Estados Unidos (462.200), España (415.000) e Italia (59.400). Actualmente, Venezuela es el segundo país del mundo con mayor cantidad de personas migrantes y refugiadas, superado solamente por Siria.
La falta de acceso a documentación e información sobre las condiciones en el tránsito y destino migratorio, así como la ausencia de una respuesta regional coordinada para garantizar el acceso a los mecanismos de protección y regularización migratoria, expone a la población venezolana migrante a utilizar vías inseguras para salir del país.
Se estima por lo tanto, que la cifra de personas en movilidad puede ser mucho más alta de la recogida en los registros oficiales. Además, tampoco se suelen incluir los datos de las personas venezolanas que han emigrado con doble nacionalidad.
La ausencia de cifras oficiales de migración hace más difícil conocer las verdaderas dimensiones y características del fenómeno migratorio. Datos consolidados de la Plataforma Interagencial registran que 53,65 % de personas beneficiaras son mujeres (34,84 %) y niñas (18,81 %) en movimiento.
Recomendaciones generales
Entre las recomendaciones que que se desprenden del informe, la red pide reconocer y proteger los derechos humanos de las personas que atraviesan los territorios durante el proceso de movilidad, abordar la respuesta migratoria desde el enfoque de derechos humanos y género, «garantizando los principios de no devolución, unidad familiar, la prohibición de rechazo en frontera y el acceso fácil a los mecanismos para buscar y recibir protección internacional, así como la regularización de la situación migratoria».
Solicita además abordar la trata de personas desde un enfoque de derechos humanos y perspectiva de género, así como «adoptar medidas de prevención, investigación, sanción y reparación con enfoque de género y diversidad sexual frente a las situaciones de violencia y discriminación por razón de género».
Pide una mayor capacitación «a los agentes estatales, especialmente a las y los agentes en controles migratorios sobre la existencia de las obligaciones internacionales de derechos humanos y el respeto a las mismas, haciendo énfasis en el estudio de casos individuales durante la identificación de las necesidades de protección internacional».
Demanda garantizar el acceso a la salud a las mujeres y personas LGBTI venezolanas, “lo que requiere desarrollar programas que aborden la experiencia migratoria, incluida la atención psicosocial y la atención a la salud física con énfasis en la salud sexual y reproductiva. y adoptar medidas de sensibilización para prevenir la xenofobia y el racismo”.
Otras recomendaciones que se despliegan en el informe están dirigidas a la comunidad internacional a la que instan a fortalecer los mecanismos y los instrumentos de cooperación regional para afrontar la crisis de movilidad humana venezolana con una perspectiva de derechos humanos.
Así como «apoyar y facilitar la adopción de medidas adecuadas para hacer frente a la crisis de movilidad humana, con un enfoque de derechos humanos y de género, que incluya una política específica de atención a mujeres y niñas, teniendo en cuenta las vulnerabilidades y riesgos específicos que enfrentan».
Foto: Archivo Efecto Cocuyo