En las páginas principales de los diarios regionales del estado Bolívar, Primicia, El Luchador, El Progreso y El Expreso salió este lunes 27 de julio un editorial firmado por el gobernador Francisco Rangel Gómez. No fue así en el Correo del Caroní, donde más bien informaba en su primera plana que hasta este viernes 31 circulará como diario impreso.
Las presiones gubernamentales contra este rotativo no son nuevas, empezaron en el año 2013. Como otros periódicos, la asfixia vino por el acceso al papel prensa una vez conformada la Corporación Alfredo Maneiro.
Oscar Murillo, jefe de redacción, resume, vía telefónica, que el Correo de Caroní ha tomado cuatro medidas para permanecer a flote: a principios de 2014 redujeron el número de cuerpos de cuatro a uno; en septiembre pasaron a imprimir sólo ocho páginas de lunes a viernes; en marzo de 2015 cambiaron el formato de estándar a tabloide para ahorrar el papel y finalmente dejarán de ser diario para convertirse en un semanario, desde este 7 de agosto.
La decisión tomada por la junta directiva del periódico contó con el apoyo de sus periodistas y, según explicó Murillo, es una medida que busca preservar los valores y principios del medio, fundado hace 38 años. «Creemos que ir a ese mercado (el de la Corporación Maneiro) es antidemocrático, te lleva a unas situaciones desagradables (…) que puede llevar que ellos pretendan modificar nuestra línea editorial», afirmó. Dijo que al no ver una normalización en la comercialización del papel en Venezuela,
Además del semanario, el Correo del Caroní impulsará su versión digital, desde la cual reportarán el día a día para sus audiencias. Asumen esta plataforma como una oportunidad importante para seguir informando. «Sin haber invertido tanto tenemos muy buenos números y sabemos que el negocio está cambiando en la prensa mundial», aseguró.
A pesar de que dicen encarar con ánimo producir en la web, Morillo confiesa que dejar de circular como diario «es triste, porque nosotros en 2014 queríamos crecer y nos vimos con estos problemas con el papel, incluso periodistas lloraron en ese momento, pero ahora tenemos que aprovechar y potenciar el trabajo».
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En las páginas principales de los diarios regionales del estado Bolívar, Primicia, El Luchador, El Progreso y El Expreso salió este lunes 27 de julio un editorial firmado por el gobernador Francisco Rangel Gómez. No fue así en el Correo del Caroní, donde más bien informaba en su primera plana que hasta este viernes 31 circulará como diario impreso.
Las presiones gubernamentales contra este rotativo no son nuevas, empezaron en el año 2013. Como otros periódicos, la asfixia vino por el acceso al papel prensa una vez conformada la Corporación Alfredo Maneiro.
Oscar Murillo, jefe de redacción, resume, vía telefónica, que el Correo de Caroní ha tomado cuatro medidas para permanecer a flote: a principios de 2014 redujeron el número de cuerpos de cuatro a uno; en septiembre pasaron a imprimir sólo ocho páginas de lunes a viernes; en marzo de 2015 cambiaron el formato de estándar a tabloide para ahorrar el papel y finalmente dejarán de ser diario para convertirse en un semanario, desde este 7 de agosto.
La decisión tomada por la junta directiva del periódico contó con el apoyo de sus periodistas y, según explicó Murillo, es una medida que busca preservar los valores y principios del medio, fundado hace 38 años. «Creemos que ir a ese mercado (el de la Corporación Maneiro) es antidemocrático, te lleva a unas situaciones desagradables (…) que puede llevar que ellos pretendan modificar nuestra línea editorial», afirmó. Dijo que al no ver una normalización en la comercialización del papel en Venezuela,
Además del semanario, el Correo del Caroní impulsará su versión digital, desde la cual reportarán el día a día para sus audiencias. Asumen esta plataforma como una oportunidad importante para seguir informando. «Sin haber invertido tanto tenemos muy buenos números y sabemos que el negocio está cambiando en la prensa mundial», aseguró.
A pesar de que dicen encarar con ánimo producir en la web, Morillo confiesa que dejar de circular como diario «es triste, porque nosotros en 2014 queríamos crecer y nos vimos con estos problemas con el papel, incluso periodistas lloraron en ese momento, pero ahora tenemos que aprovechar y potenciar el trabajo».