Baruta y El Hatillo. 4:40 pm. Bernabé Rojas esperaba sentado en la paradas autobuses de Paseo Las Mercedes, en Baruta, junto alrededor de 20 personas. Al igual que todos los días cuando vuelve del trabajo a su casa en El Peñón, debe esperar la camioneta por al menos una hora.

“Esta situación de transporte es horrible; se ha vuelto algo nefasto movilizarse en Caracas“, expresó Rojas. De los pocos autobuses que pasaban, todos iban llenos. Solo uno se detuvo, se acumuló la multitud en la puerta, bajaron dos usuarios y trató de entrar el doble. Pero Rojas ni lo intentó.

“En todo el tiempo que llevo aquí (media hora) todas han pasado así. Es increíble al estado de inmovilidad que hemos llegado, que en los últimos meses ha empeorado mucho, con la crisis del país. Todo esto es responsabilidad de quien gobierna”, comentó con enojo.

Las esperas en las paradas se vuelven más frecuentes y largas. Esto se debe a las pocas unidades que restan laborando por la crisis que ha paralizado al sector. En Baruta y El Hatillo quedan trabajando 160 autobuses de los 1.078 que funcionaban hace cinco años en estos municipios, según el Bloque de Transportistas del Sureste. Esto significa una reducción de 85%.

“¿Qué se puede hacer? Será esperar, porque aquí nadie da respuesta de nada. Todos los días es los mismo; largas esperas para ir y venir”, manifestó Rojas.

En la misma parada estaba Graciela González, con una hora de espera. Se paró y sentó al menos tres veces, en el infructuoso intento de abordar un bus. Frente a ella aguardaban parados otros usurarios tratando de detener las camionetas agitando los brazos.

“Normalmente esta parada está con esta cantidad de gente. Es crítico. Es un problema al que, lamentablemente, cada vez nos acostumbramos más”, expresó. Después de otros 10 minutos finalmente llegó un bus con menos pasajeros. Se paró con rapidez. Corrió y logró montarse.

“Todos los días un gentío”

La rutina diaria para Consuelo Contreras es esperar más de dos horas por transporte. Para ir y venir de su trabajo. Vive en Las Minas de Baruta  y debe trasladarse hasta Chacaíto, en Chacao.

“Así es todos los días, un gentío. Hay muy pocas camionetas, entonces no hay capacidad para atender a tantas personas. Por eso esperamos tanto”, expresó, desde la para de autobuses ChacaítoLas Minas de Baruta.

Los 35 minutos que aguardaba para el momento le parecían pocos. Delante de ella se formaban alrededor de 25 personas y detrás aún más; la acumulación de gente, entre distintas colas, se mezclan y pierden en un mar humano en la plaza Luis Brión.

“Y ahorita (4:30 pm) no hay tantas personas. En las horas picos (6:00 pm) es peor; las camionetas tardan aún más en los viajes, hay más gente y las esperas más largas”, comentó.

Junto a la fila de Contreras, se extendía la fila de persona que viajaban a La Naya (Baruta). Ahí se formaba Mireya Roa. Tener un empleo en el municipio Libertador y vivir en Baruta, le ha demandado tomar previsiones con su horario.

“Tengo que salir más temprano de mi trabajo para llegar a mi casa, porque uno puede esperar horas en estas colas”, expresó, mientras avanzaba entre la multitud enfilada.

A Roa no solo el afecta la extensa espera. Criticó los aumentos reiterados y sin aviso del costo del pasaje, que, aseguró, “tienen repercusión directa en el bolsillo de los ciudadanos”.

El presidente del Bloque de Transportistas del Sureste, Luis Luzuriaga,informó que la conexión de Baruta y El Hatillo con otros municipios es limitada, por las pocas unidades. Indicó el estado de algunas rutas, en comparación con hace dos años:

En Prados del Este-ConcresaAlto Prado: Restan 20 unidades de 95 que había. En Las Minas de Baruta quedan 20 vehículos de 100 y en las líneas que cubren las rutas Baruta/El HatilloChacaíto/El Silencio, solo hay 30 vehículos trabajando.

Las esperas en Chacaito para viajar a La Naya y Las Minas de Baruta, son de al menos una hora

Transporte en crisis

La operatividad del transporte público en Baruta y El Hatillo es actualmente de 15%. Sin embargo, los conductores alertan que la movilidad se va reducir aún más por el oscuro panorama que atraviesan, que relacionan directamente con del deterioro del país.

“Con esto que sucede ya estamos casi eliminados. Nuestras unidades están sumamente deterioradas, con las que prestamos el poco servicio que podemos”, expresó Luis Luzuriagapresidente del Bloque de transportistas del sureste (Baruta – El Hatillo)

Aseguró que desde hace un año, en este bloque, no son beneficiados por parte del gobierno respecto a la dotación de los insumos básicos para los autobuses: Cauchos, aceite y baterías.

“Ni una lágrima de aceite nos han dado. Los carros que quedan están rodando con los cauchos en avanzado deterioros. Los pocos que logran comprar cauchos, son puras chivas, porque es imposible con cauchos nuevos”, expresó.

No obstante, las unidades de transporte demandan un mantenimiento de mayor profundidad, más cuando son vehículos de más de 30 años de antigüedad, como la mayoría en estas flotas. El conductor señaló que estas reparaciones como de motor, caja de transmisión y otros, resulta aún más costoso y por lo tanto más inaccesible.

Para Celia Herrera, presidente de la Sociedad Venezolana de Ingeniería de Transporte y Vialidad (Sotravial), la imposibilidad de hacer mantenimiento por los altos costos y falta de inversión gubernamental han llevado en caída el sistema de transporte público.

“Es un sistema precario de paradas llenas y horarios reducidos; es una crisis de poca oferta con un grave estado de deterioro. Lo que se ofrece son las perreras, que nos llevan de vuelta a la era de las carretas con caballos y mulas”, expresó Herrera.

A pie

La avenida principal de Las Mercedes a diario la rellenan caminantes, que van o vienen de Chacaíto. El horas pico (6:00 pm), cuando terminan las jornadas laborales, la cantidad es mayor; van unos detrás en largos grupos que se extienden a lo largo de las avenidas. La falta de transporte ha llevado a los caraqueños a caminar en las rutas cortas.

“En muchas ocasiones suelo caminar desde Chacaíto hasta acá (Paseo Las Mercedes), porque las camionetas están colapsadas. Y así hay muchas personas. Esto es algo que no pasaba hace un par de años”, comentó Bernabé Rojas.

Gustavo Ceballos, representante del Bloque de transportistas de El Hatillo, reafirmó que cada vez los ciudadanos caminan más, porque las rutas cortas y de pequeñas líneas han sufrido pérdidas importantes de unidades.

“Hay muy pocos carros. Todo El Hatillo está afectado por esta carencia. El usuario de tanto pelear, ha ido aceptando aceptan que hay una crisis, por el alto costo y comprende que no es nuestra culpa”, manifestó Ceballos.

El Bloque de transportistas del sureste informó que debido a la falta de vehículos han dejado de funcionar tres rutas en Baruta y El HatilloLa Mata -Sisipa (Hatillo), La Naya – las Minas (Baruta) y Los Naranjos, indicó Luzuriaga. Mientras, las rutas más afectadas son: Lomas de Baruta, Hoyo la Puerta, La Pared, San Luis y El Laurel.

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Fotos: Iván Reyes

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