Las clases presenciales en Venezuela empezaron el 25 de octubre, hace más de una semana, pero el nivel de asistencia de estudiantes y profesores en las instituciones de Caracas no ha mejorado respecto a los primeros días.
En un recorrido por varias instituciones que realizó Efecto Cocuyo se constató que muchos representantes no llevan a sus hijos a los planteles, pues la incorporación presencial es opcional, según dictó el Ministerio de Educación.
A las aulas de la Escuela Municipal Miguel José Sanz, en Baruta, solo asiste el 30% de los estudiantes inscritos, mientras que el resto de la matrícula la atienden vía WhatsApp, correo electrónico y reuniones con los representantes.

Isbeli Díaz, directora de esta institución, señala que el reporte de otros centros educativos de su circuito escolar también indica que han recibido pocos estudiantes esta semana.
Mientras que la asistencia en la Unidad Educativa Nacional Alejo Fortique, un liceo de Baruta, también ha sido muy baja. “Aquí hay 1.300 estudiantes inscritos. Hoy tenían que asistir dos secciones de 36 alumnos y solo vinieron 18 niños”, aseguró Beilena Monteverde, subdirectora del plantel, este miércoles.
Y en el Centro de Educación Inicial “Carmen Verónica Coello”, en donde están inscritos 250 alumnos en Petare, solo asistieron 15 niños, repartidos en dos salones diferentes, este martes. La primera semana de clases presenciales habían asistido solo 3 niños por salón.
Según los testimonios de educadores, la ausencia de estudiantes puede estar relacionada con la escasez de recursos económicos para costear uniformes, útiles escolares, transporte o comida. Incluso, se advierte que algunos jóvenes se quedan en casa para trabajar y ayudar económicamente a sus familias.
En algunas instituciones especulan que con la reactivación de los programas de alimentación y la entrega de otros beneficios del Estado aumente la asistencia a clases presenciales, tras considerar que con esto será más atractivo para las familias. “La semana que viene empezamos a entregar la comida y con eso también pensamos que se van a acercar más niños a la escuela”, sostuvo Isbeli Díaz.

Pese a estos reportes, la ministra de Educación, Yelitze Santaella, aseguró el domingo 31 de octubre que la asistencia a las aulas fue de 86,46% y que no hubo incidencias durante la primera semana.
Sin embargo, Efecto Cocuyo y miembros del sector magisterial reportaron baja afluencia de estudiantes, desinformación por parte de los representantes y que varias instituciones públicas no empezaron clases presenciales debido a las condiciones de su infraestructura.
Según cifras oficiales, la matrícula escolar en Venezuela es de 8.789.356 de estudiantes, número que incluye a estudiantes de educación inicial (1.902.775), primaria (3.527.346), media general (2.398.285), técnica (292.146), especial (61.757) del Inces (430.153), de Misión Rivas (127.577) y de Misión Robinson (39.317).
Falta de profesores
En la Unidad Educativa Nacional Alejo Fortique no hay, o no hay suficientes, profesores especialistas en Física, Química, Castellano e inglés. Tercer año no ve clases de Física; cuarto y quinto año no ven clases de Química; solo primero y quinto año cursan la materia de Castellano y ninguno de los grados cursa clases de inglés.
“Aquí deberíamos ser 100 docenes, pero somos 14 (…) y al no tener profesor, simplemente no se da (la materia) y se promedia una nota con las otras clases que esté cursando el estudiante”, informó Beilena Monteverde, subdirectora de la institución.
Frente a esto, Monteverde aseguró que la institución no ofrece alternativas ni a los representantes ni a los estudiantes, respecto a este vacío en la malla curricular. “Los papás buscan ayuda externa o no hacen nada, porque la institución es pública y no tiene como contratar a un profesor”, agregó.
Según, advierte, el motivo de la falta de profesores es que las condiciones de trabajo no son atractivas: “Yo pienso que esto se revierte cuando los sueldos sean dignos. Este es nuestro trabajo y no puede ser que los que formamos al mundo seamos los peores pagados”, concluyó Monteverde.
Actualmente, las tablas salariales del sector educativo están basadas en el sueldo mínimo, establecido en 7 bolívares desde mayo de 2021, mientras que la canasta básica asciende a $800 dólares por familia, según el Cendas-FVM.
Frente a esto, los estudiantes corren el riesgo de sufrir las consecuencias del rezago escolar, pues no adquieren los conocimientos que deberían hacer aprendido en cada etapa. “Este liceo se está enfocando en enseñarle a los estudiantes cómo agarrar un lápiz, cómo tomar un dictado, operaciones básicas de matemáticas”, informó la subdirectora de la U.E.N. Alejo Fortique.