Diana* tiene 10 años y estudia cuarto grado en el colegio Andy Aparicio, de la red de escuelas de Fe y Alegría, ubicado en la parroquia de La Vega. El miércoles 8 de junio no llevó nada para el desayuno. Aunque acompañó a sus amiguitas en el recreo, esperó hasta las 12:00 m para salir del colegio y comer en su casa. El almuerzo fue la única comida que tuvo ese miércoles. Tuvo que esperar 24 horas más para tener otro plato en frente. «Prácticamente, estoy comiendo una vez al día«, contó, con sorprendente naturalidad.
El hambre en casa y en las loncheras ha obligado al colegio a cambiar el horario de las comidas. Su directora, Zurely Núñez, explicó que ahora los estudiantes comen más temprano porque muchos de ellos se acuestan sin nada en la barriga. Son muy pocos los que esperan a las 9:00 am o 10:00 am para desayunar, solo algunos de media y diversificada lo hacen porque tienen que esperar hasta las 5:00 pm para salir de clase.
Historias como la de Diana se repiten en cada salón, desde el primer nivel hasta el sexto año de bachillerato. Hace un par de semanas, una maestra escuchó que un joven de media se desmayó en pleno recreo porque tenía dos días tomando agua solamente.
Otros estudiantes revelaron en una encuesta hecha por el colegio, que estaban en condiciones críticas. A través de un convenio con el plantel, una organización ofreció pagarles el desayuno a aquellos niños y jóvenes que no tienen para comer. Por las semanas que restan en el calendario escolar, unos 70 alumnos tendrán garantizado al menos el desayuno para terminar el año académico.
En un recorrido realizado por Efecto Cocuyo en diferentes niveles y salones del colegio Andy Aparicio, se pudieron fotografiar las comidas de 10 alumnos. Por motivos legales, no se revela la identidad de los niños y jóvenes a continuación:
1. Lonchera de niño de 7 años
Empanada rellena de diablito y un termo con agua
«Los venezolanos están comiendo, mas no se están alimentando«, advirtió la presidenta del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela, Nixa Martínez. «Hay estudios que demuestran que la talla ha disminuido por el bajo consumo de proteínas. Todo esto afecta al niño de tres maneras: en el crecimiento, en el sistema inmunológico y en el desarrollo intelectual«.
2. Lonchera de niña de 3 años
Plátano sancochado, trozos de pollo y jugo de limón
El plátano se ha convertido en uno de los alimentos más frecuentes en los platos de los niños a raíz de la escasez. Dariana Blanquicet, una maestra de primer grado, contó a Efecto Cocuyo que el pasado martes, el plátano fue la comida predominante en su grupo. «De 23 niños, solo dos trajeron arepa, cuatro tenían pan y el resto trajo plátano. Unos estaban mezclados con masa de panquecas, otros en tajadas y los que no tienen aceite en casa, lo trajeron sancochado».
3. Comida de niña de 6 años
Panqueca de zanahoria con queso y jugo de mango
La cantina del colegio es la que se encarga de preparar los desayunos de los niños que están haciendo menos comidas al día. Este miércoles, 8 de junio, tocó panqueca; pero la escasez y la inflación también se la puso difícil a los dueños del local para ingeniárselas para el resto de los días escolares. «Haremos arepas de yuca y compraremos jugo de mango, que es la fruta que se consigue«, dijo la dueña.
4. Lonchera de niño de 3 años
Bollitos de masa y agua
Las maestras también se dan cuenta cuando a los niños les recortan una de las comidas en casa. «Tengo una niña que antes dejaba de su desayuno, pero como le quitaron la cena, ahora se come todo lo que le ponen en la mañana», expresó una docente de primer grado.
5. Comida de joven de 16 años
Arepa de maíz pilado con queso, jamón y tajada
Un grupo de jóvenes de noveno grado siempre se reúne y comparte de sus desayunos. A veces, hacen una vaca y compran una canilla de pan entre todos para poder merendar. Sin embargo, la mayoría de las veces, dijeron que el dinero no les alcanza ni para eso y deben esperar hasta las 5:00 pm sin nada más en el estómago.
6. Lonchera de niña de 7 años
Pan sin relleno y naranjada
«Ayer mi mamá consiguió una harina PAN. Solo le vendieron una y eso fue lo que comimos en mi casa», contó una joven de 16 años, «como desayuné arepa, ese día no almorcé nada. El desayuno es la comida que tenemos más asegurada porque el arroz, las caraotas y la pasta son más difíciles de conseguir para el almuerzo«.
7. Lonchera de niña de 7 años
Arepa con caraotas y agua
Desde febrero, la situación comenzó a empeorar para las familias de los jóvenes y niños. Las arepas diarias en cada desayuno y las tres comidas ya no son el común denominador en las mesas de los venezolanos. «Lo que más extraño es comerme un pabellón«, cuenta un joven, «tengo como dos años que no me como uno«.
8. Lonchera de niña de 7 años
Arepa solo con mantequilla y jugo de naranja
La maestra Dariana Blanquicet sabe cuándo sus alumnos faltan a clase porque tuvieron que acompañar a sus papás a comprar comida. «Uno ve cómo al día siguiente vienen agotados y no rinden en el día porque se los llevaron a bachaquear. Te dicen que tienen sueño y que les duelen las piernitas», relató.
9. Comida de niña de 8 años
Plátano sancochado con salchicha y queso
«La semana pasada no había ni harina ni pan en mi casa y lo único que comimos fue papa: En la mañana, la hacían al vapor; en la tarde, en puré de papas acompañado de sardinas; y en la noche, papas fritas», relató un joven de camisa beige.
10. Comida de joven de 17 años
Arepa con Rikesa
Para la nutricionista Nixa Martínez, es irresponsable decirles a los padres que las comidas deben tener la combinación de los tres grupos básicos con la escasez que hay en el mercado. Lo que sí recomienda es que las pequeñas porciones de alimentos deben ser distribuidas a lo largo del día. «Es más perjudicial saltar una comida que comer todos los días harina«, aseguró.
*Nombre ficticio
Fotos: Adriana L. Fernández
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Diana* tiene 10 años y estudia cuarto grado en el colegio Andy Aparicio, de la red de escuelas de Fe y Alegría, ubicado en la parroquia de La Vega. El miércoles 8 de junio no llevó nada para el desayuno. Aunque acompañó a sus amiguitas en el recreo, esperó hasta las 12:00 m para salir del colegio y comer en su casa. El almuerzo fue la única comida que tuvo ese miércoles. Tuvo que esperar 24 horas más para tener otro plato en frente. «Prácticamente, estoy comiendo una vez al día«, contó, con sorprendente naturalidad.
El hambre en casa y en las loncheras ha obligado al colegio a cambiar el horario de las comidas. Su directora, Zurely Núñez, explicó que ahora los estudiantes comen más temprano porque muchos de ellos se acuestan sin nada en la barriga. Son muy pocos los que esperan a las 9:00 am o 10:00 am para desayunar, solo algunos de media y diversificada lo hacen porque tienen que esperar hasta las 5:00 pm para salir de clase.
Historias como la de Diana se repiten en cada salón, desde el primer nivel hasta el sexto año de bachillerato. Hace un par de semanas, una maestra escuchó que un joven de media se desmayó en pleno recreo porque tenía dos días tomando agua solamente.
Otros estudiantes revelaron en una encuesta hecha por el colegio, que estaban en condiciones críticas. A través de un convenio con el plantel, una organización ofreció pagarles el desayuno a aquellos niños y jóvenes que no tienen para comer. Por las semanas que restan en el calendario escolar, unos 70 alumnos tendrán garantizado al menos el desayuno para terminar el año académico.
En un recorrido realizado por Efecto Cocuyo en diferentes niveles y salones del colegio Andy Aparicio, se pudieron fotografiar las comidas de 10 alumnos. Por motivos legales, no se revela la identidad de los niños y jóvenes a continuación:
1. Lonchera de niño de 7 años
Empanada rellena de diablito y un termo con agua
«Los venezolanos están comiendo, mas no se están alimentando«, advirtió la presidenta del Colegio de Nutricionistas y Dietistas de Venezuela, Nixa Martínez. «Hay estudios que demuestran que la talla ha disminuido por el bajo consumo de proteínas. Todo esto afecta al niño de tres maneras: en el crecimiento, en el sistema inmunológico y en el desarrollo intelectual«.
2. Lonchera de niña de 3 años
Plátano sancochado, trozos de pollo y jugo de limón
El plátano se ha convertido en uno de los alimentos más frecuentes en los platos de los niños a raíz de la escasez. Dariana Blanquicet, una maestra de primer grado, contó a Efecto Cocuyo que el pasado martes, el plátano fue la comida predominante en su grupo. «De 23 niños, solo dos trajeron arepa, cuatro tenían pan y el resto trajo plátano. Unos estaban mezclados con masa de panquecas, otros en tajadas y los que no tienen aceite en casa, lo trajeron sancochado».
3. Comida de niña de 6 años
Panqueca de zanahoria con queso y jugo de mango
La cantina del colegio es la que se encarga de preparar los desayunos de los niños que están haciendo menos comidas al día. Este miércoles, 8 de junio, tocó panqueca; pero la escasez y la inflación también se la puso difícil a los dueños del local para ingeniárselas para el resto de los días escolares. «Haremos arepas de yuca y compraremos jugo de mango, que es la fruta que se consigue«, dijo la dueña.
4. Lonchera de niño de 3 años
Bollitos de masa y agua
Las maestras también se dan cuenta cuando a los niños les recortan una de las comidas en casa. «Tengo una niña que antes dejaba de su desayuno, pero como le quitaron la cena, ahora se come todo lo que le ponen en la mañana», expresó una docente de primer grado.
5. Comida de joven de 16 años
Arepa de maíz pilado con queso, jamón y tajada
Un grupo de jóvenes de noveno grado siempre se reúne y comparte de sus desayunos. A veces, hacen una vaca y compran una canilla de pan entre todos para poder merendar. Sin embargo, la mayoría de las veces, dijeron que el dinero no les alcanza ni para eso y deben esperar hasta las 5:00 pm sin nada más en el estómago.
6. Lonchera de niña de 7 años
Pan sin relleno y naranjada
«Ayer mi mamá consiguió una harina PAN. Solo le vendieron una y eso fue lo que comimos en mi casa», contó una joven de 16 años, «como desayuné arepa, ese día no almorcé nada. El desayuno es la comida que tenemos más asegurada porque el arroz, las caraotas y la pasta son más difíciles de conseguir para el almuerzo«.
7. Lonchera de niña de 7 años
Arepa con caraotas y agua
Desde febrero, la situación comenzó a empeorar para las familias de los jóvenes y niños. Las arepas diarias en cada desayuno y las tres comidas ya no son el común denominador en las mesas de los venezolanos. «Lo que más extraño es comerme un pabellón«, cuenta un joven, «tengo como dos años que no me como uno«.
8. Lonchera de niña de 7 años
Arepa solo con mantequilla y jugo de naranja
La maestra Dariana Blanquicet sabe cuándo sus alumnos faltan a clase porque tuvieron que acompañar a sus papás a comprar comida. «Uno ve cómo al día siguiente vienen agotados y no rinden en el día porque se los llevaron a bachaquear. Te dicen que tienen sueño y que les duelen las piernitas», relató.
9. Comida de niña de 8 años
Plátano sancochado con salchicha y queso
«La semana pasada no había ni harina ni pan en mi casa y lo único que comimos fue papa: En la mañana, la hacían al vapor; en la tarde, en puré de papas acompañado de sardinas; y en la noche, papas fritas», relató un joven de camisa beige.
10. Comida de joven de 17 años
Arepa con Rikesa
Para la nutricionista Nixa Martínez, es irresponsable decirles a los padres que las comidas deben tener la combinación de los tres grupos básicos con la escasez que hay en el mercado. Lo que sí recomienda es que las pequeñas porciones de alimentos deben ser distribuidas a lo largo del día. «Es más perjudicial saltar una comida que comer todos los días harina«, aseguró.
*Nombre ficticio
Fotos: Adriana L. Fernández