Para el periodista boliviano Roberto Navia la oposición en ese país andino acudió a las urnas el 20 de octubre para pelear espacios con votos y no dejarle todo el poder al presidente. Así lo reconoció al referirse a la crisis política en Bolivia, que luego de masivas protestas terminó con la renuncia de Evo Morales.

“No se quería repetir la experiencia de Venezuela, porque ya sabemos qué es lo que ha ocurrido. Aquí se tenía la esperanza de acudir a las urnas y que no exista fraude. Si no hubiera existido fraude, y ganaba Evo Morales, gobernaba un periodo más. Pero lo que desató el malestar general fue esta última truchada de sentir que se ha pirateado y se ha robado el voto del ciudadano”, dijo Navia.

En la transmisión del programa Con La Luz, conducido por la periodista Luz Mely Reyes, este lunes, 11 de noviembre, el comunicador insistió en que el objetivo de la oposición era alcanzar una segunda vuelta, donde con solo dos candidatos tenían una mayor oportunidad de ganar la presidencia.

Sin embargo, una denuncia de fraude realizada por el candidato opositor Carlos Mesa, que resultó en segundo lugar, originó el rechazo popular en las calles bolivianas durante tres semanas. En esta denuncia se acusaba a Morales de no ganar por el margen de 10 puntos, con el cual evadía una segunda vuelta.

“El pueblo se sintió bastante afectado porque hubo el sentimiento de que nos robaron el voto. Hubo muchos indicadores de que había fraude y desató un paro cívico que se mantiene, que empezó en Santa Cruz de la Sierra”, dijo Navia.

La denuncia de fraude fue corroborada por una auditoria de la Organización de Estados Americanos (OEA) que el propio Morales reconoció y trató de resolver con nuevos comicios, nuevas autoridades del Tribunal Supremo Electoral y un diálogo nacional. No obstante, la oposición se mantuvo en protesta hasta la renuncia.

Evo Morales es un presidente que ha conseguido cosas que ninguno otro ha logrado. El desencanto viene en el momento que los ciudadanos se dan cuenta que Evo Morales quiere perpetuarse en el poder”, sostuvo el periodista.

El detonante para que Morales dimitiera fue la solicitud de renuncia realizada por el comandante del Ejército boliviano, Williams Kaliman, este domingo, 10 de noviembre y que luego el presidente Morales presentó.

En este sentido, el comunicador rechazó que se califique como un golpe de Estado el estallido social que derivó con la salida del presidente del poder. “No existió ningún golpe de Estado, lo que existe es una disconformidad tremenda de la población (…) hemos ido, hemos votado y ese voto no ha sido respetado”.

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Sin presidente

Pero la crisis política no se detuvo con la renuncia de Morales. Después de que todo su gabinete, incluyendo el vicepresidente y el presidente de la Asamblea Legislativa también abandonaran su cargo, se espera que Jeanine Áñez, segunda vicepresidenta del Senado, asuma la transición política en el país andino.

“En términos reales no tenemos un presidente en este momento. La Asamblea Legislativa ha intentado dar los primeros pasos, se ha convocado a una Asamblea mañana (12 de noviembre) para aceptar la renuncia y se pueda elegir una presidenta transitoria, cuyo fin será convocar a elecciones”, dijo Navia.

El legislativo boliviano cuenta con una representación mayoritaria del partido del Movimiento Al Socialismo (MAS), partido de Morales. Navia resaltó que, de producirse alguna negativa de esta fracción para la transición política, la constitución boliviana cuenta con recursos para elegir un presidente de emergencia.

“Constitucionalistas afirmaron que, ante una situación así y de emergencia, se puede elegir a un presidente transitorio de carácter extremo para que convoque lo antes posible a elecciones”.

En estas mismas circunstancias, el gobierno de México ofreció asilo político al líder indígena. Si Morales, que actualmente se encuentra en Cochabamba, optara por el asilo, se podría argumentar la figura de abandono de poder para la transición.

“Lo que se espera es que esa transición se realice en paz. Si el presidente se va a ir a México que se vaya, pero que desde ese epicentro de Cochabamba no se llame a la violencia”.

Temor de guerra civil

Navia también alertó que existe un temor en la población de que se produzca una guerra civil, luego de que el estallido social derivara en violencia en las calles de Bolivia con presencia de ambos bandos políticos.

“El temor es que se pueda desatar una especie de guerra civil, que pueda ser incontrolable en las calles, y que él (Morales) pueda estar gestando esto”, dijo.

El periodista indicó que existen grupos violentos afectos a Morales, algunos con dinamita, que se dirigen desde el Alto, bastión del oficialismo, hacia la Paz, capital de Bolivia. Mientras, en Santa Cruz, de mayoría opositora, “existe una vigilia permanente, es una ciudad que no duerme o que duerme con un ojo abierto, porque está el temor de que puedan llegar” estos grupos.

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