Aseguró allí que Washington vigila de cerca situaciones como las de Venezuela, Nicaragua y Cuba

El secretario de Estado de EE. UU.,  Antony J. Blinken, presentó este martes un informe sobre las prácticas de Washington en materia de derechos humanos de 2020. El funcionario de la Casa Blanca aseguró allí que Washington vigila de cerca situaciones como las que viven naciones como Venezuela, Nicaragua y Cuba.

Blinken señaló que Estados Unidos “reafirma” con ello el compromiso de la Casa Blanca “de colocar los derechos humanos en el centro” de la política exterior del gobierno, tal y como ha insistido en más de una ocasión el presidente Joe Biden.

“La causa de los derechos humanos, la libertad y la dignidad está cerca del corazón estadounidense”, manifestó el alto funcionario durante una intervención para presentar el 45º Informe Anual sobre derechos humanos.

“Debemos comenzar con una diplomacia arraigada en los valores democráticos más preciados de Estados Unidos: defender la libertad, defender las oportunidades, defender los derechos universales, respetar el Estado de derecho y tratar a todas las personas con dignidad”, agregó haciendo suyas las palabras del jefe del Ejecutivo.

Blinken admitió que la crisis sanitaria del coronavirus ha puesto en jaque a la población mundial. No solamente en cuestiones de salud, sino también “en la capacidad para disfrutar con seguridad de los derechos humanos y las libertades fundamentales”.

En ese sentido, advirtió que “algunos gobiernos utilizaron la crisis como pretexto para restringir derechos y consolidar un régimen autoritario”, mientras otros “basaron en valores y procesos democráticos” para “proteger a sus ciudadanos”.

Además, subrayó que algunas comunidades, como las mujeres, los niños, las personas de la tercera edad, discapacitadas y del colectivo LGBTQ+, “experimentaron una vulnerabilidad particular”.

Ante este escenario, recordó que muchas personas en todo el mundo salieron a las calles a exigir que “los gobiernos respeten sus derechos humanos y su dignidad inherente”. “De Hong Kong a Bielorrusia, de Nigeria a Venezuela, la gente se reunió en las calles. Pidieron la protección gubernamental de sus derechos humanos y libertades fundamentales, salvaguardias para elecciones libres y justas y el fin de la discriminación”, apuntó.

El secretario de Estado se refirió a la situación que se vive en la región latinoamericana, con los casos de Nicaragua, Venezuela y Cuba.

Venezuela

Venezuela es, quizás, el país que más está sufriendo las consecuencias del coronavirus, según las autoridades estadounidenses. El país ya estaba sumido en una profunda crisis humanitaria, económica y política debido a la gestión del presidente Nicolás Maduro.

La situación, a su juicio, se agravó con la irrupción de la pandemia obligando a miles de personas a abandonar la nación en busca de una vida mejor para sus familias.

“La corrupción de Nicolás Maduro agravó la terrible crisis humanitaria del pueblo venezolano”, agrega el informe.

Nicaragua

Del país centroamericano, lamentó que el Ejecutivo de Daniel Ortega ha aprobado leyes “cada vez más represivas” poniendo en peligro la presencia de grupos opositores al gobierno o la libertad de prensa.

“El corrupto régimen de Ortega aprobó leyes cada vez más represivas que limitan severamente la capacidad de operación de grupos políticos de la oposición, la sociedad civil y los medios independientes”, dijo.

Cuba

Washington también sigue vigilando muy de cerca lo que ocurre en la isla caribeña ya que, según dijo Blinken, el gobierno de Miguel Díaz-Canel ha continuado ejerciendo una gran represión contra algunos grupos del país aprovechando la pandemia. 

“En Cuba, las restricciones gubernamentales continuaron reprimiendo las libertades de expresión, asociación, religión o creencias y movimiento”, sostuvo.

Blinken alertó que los “abusos de derechos causan daños incalculables que van más allá de cualquier país” y “pueden contribuir a una sensación de impunidad en todas partes”.

“Precisamente por eso, esta Administración ha puesto los derechos humanos en el centro de su política exterior, reconociendo que hay trabajo por hacer” dijo al tiempo que insistía en el compromiso por “trabajar por una sociedad más justa y equitativa en Estados Unidos”

“Todos tenemos trabajo por hacer y debemos utilizar todas las herramientas disponibles para fomentar un mundo más pacífico y justo”, finalizó.

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