Corea del Norte informó este miércoles 11 de mayo que detectó un brote de una subvariante de la versión ómicron altamente transmisible del coronavirus, conocida como BA.2, según una nota del medio estatal KCNA, lo que sería su primera infección oficial de COVID-19 desde el comienzo de la pandemia en el año 2020.
Pyongyang dijo que se ha producido una «grave emergencia nacional» y el líder norcoreano Kim Jong Un, prometió «superar» el brote, dijo la KCNA.
Kim pidió que se eleven las medidas preventivas de COVID-19 a niveles máximos, cuando el país anunció su primera infección por coronavirus más de dos años después de la pandemia.
La Agencia Central de Noticias de Corea dijo el jueves que las pruebas de un número no especificado de personas en la capital, Pyongyang, confirmaron que estaban infectadas con la variante ómicron.
La agencia dijo que Kim convocó una reunión del Politburó del gobernante Partido de los Trabajadores de Corea donde los miembros decidieron elevar sus medidas antivirus.
Durante la reunión, Kim pidió a los funcionarios que estabilicen las transmisiones y eliminen la fuente de infección lo más rápido posible.
Corea del Norte había reclamado previamente un récord perfecto en mantener alejado al COVID-19 de su territorio. Había cerrado su frontera a casi todo el comercio y los visitantes durante dos años, lo que conmocionó aún más a una economía ya dañada por décadas de mala gestión y sanciones paralizantes lideradas por Estados Unidos por su programa de armas nucleares y misiles.
Hasta este miércoles, Corea del Norte era junto con Turkmenistán, Tuvalu, Niue, Tokelau y Santa Elena, uno de los países que aseguran desconocer algún caso confirmado de COVID-19.
Funcionarios del gobierno de Corea del Sur sospechaba desde hace tiempo que la enfermedad que había afectado al país vino desde Norcorea transmitida por China. Esto se debe a que las restricciones fronterizas son más flexibles entre China y Corea del Norte que entre Corea del Norte y Corea del Sur, que tiene una frontera fuertemente militarizada.
Corea del Norte introdujo la semana pasada una cuarentena temporal que, según informaciones de la agencia de noticias Yonhap, pudo deberse al comienzo del nuevo brote, si bien no se descartan otras enfermedades, como la fiebre tifoidea.
Seúl y Japón confirman disparo de otro misil intercontinental norcoreano
Pyongyang amenaza con hacer del Pacífico su «campo de tiro»
Seúl y Washington prolongan maniobras aéreas tras misiles norcoreanos
Senado de EE.UU. deja de considerar al COVID-19 como emergencia nacional
Gobierno de Ecuador acepta el fallo de Corte Constitucional pero rechaza juicio contra Lasso
«Solo me dijeron que se quemaron»: la indignación de familiares y migrantes tras el incendio en Ciudad Juárez en el que murieron 39 personas
De qué delitos acusará la Fiscalía de México a responsables por muerte de migrantes en Ciudad Juárez
Salud del papa Francisco «mejora progresivamente» y sigue el tratamiento
Corea del Norte informó este miércoles 11 de mayo que detectó un brote de una subvariante de la versión ómicron altamente transmisible del coronavirus, conocida como BA.2, según una nota del medio estatal KCNA, lo que sería su primera infección oficial de COVID-19 desde el comienzo de la pandemia en el año 2020.
Pyongyang dijo que se ha producido una «grave emergencia nacional» y el líder norcoreano Kim Jong Un, prometió «superar» el brote, dijo la KCNA.
Kim pidió que se eleven las medidas preventivas de COVID-19 a niveles máximos, cuando el país anunció su primera infección por coronavirus más de dos años después de la pandemia.
La Agencia Central de Noticias de Corea dijo el jueves que las pruebas de un número no especificado de personas en la capital, Pyongyang, confirmaron que estaban infectadas con la variante ómicron.
La agencia dijo que Kim convocó una reunión del Politburó del gobernante Partido de los Trabajadores de Corea donde los miembros decidieron elevar sus medidas antivirus.
Durante la reunión, Kim pidió a los funcionarios que estabilicen las transmisiones y eliminen la fuente de infección lo más rápido posible.
Corea del Norte había reclamado previamente un récord perfecto en mantener alejado al COVID-19 de su territorio. Había cerrado su frontera a casi todo el comercio y los visitantes durante dos años, lo que conmocionó aún más a una economía ya dañada por décadas de mala gestión y sanciones paralizantes lideradas por Estados Unidos por su programa de armas nucleares y misiles.
Hasta este miércoles, Corea del Norte era junto con Turkmenistán, Tuvalu, Niue, Tokelau y Santa Elena, uno de los países que aseguran desconocer algún caso confirmado de COVID-19.
Funcionarios del gobierno de Corea del Sur sospechaba desde hace tiempo que la enfermedad que había afectado al país vino desde Norcorea transmitida por China. Esto se debe a que las restricciones fronterizas son más flexibles entre China y Corea del Norte que entre Corea del Norte y Corea del Sur, que tiene una frontera fuertemente militarizada.
Corea del Norte introdujo la semana pasada una cuarentena temporal que, según informaciones de la agencia de noticias Yonhap, pudo deberse al comienzo del nuevo brote, si bien no se descartan otras enfermedades, como la fiebre tifoidea.