Apenas eran las 4:30 pm y Rosa Rodríguez esperaba detrás del mostrador. Al igual que ella, otros tres trabajadores aguardaban en sillas, aburridos, hasta que algún cliente cruzara la entrada de la peluquería. El local era uno de los pocos que abrió sus puertas en el centro comercial Sambil de Caracas este lunes 20 de agosto. El día que el presidente Nicolás Maduro declaró no laborable para que la banca y el comercio terminaran de ajustarse a la reconversión monetaria.

“El día ha estado así como lo ves: No hay nadie. Nunca tenemos tan poca gente, solo se compara a un primero de enero”, afirma Rosa. De un total de 20 trabajadores, este lunes acudieron a la peluquería apenas siete.

El resto del centro comercial lucía igual. En las vitrinas los precios se expresaban en bolívares soberanos, pero las santamarías se mantuvieron abajo el primer día de la reconversión. Para las 4:00 pm apenas tres locales permanecían abiertos en la feria de comida del centro comercial.

“Eso que anunciaron, aumentar el sueldo mínimo a 1.800 bolívares soberanos (180 millones del cono saliente) es una locura. Yo soy peluquera y no sé nada de economía, pero eso no tiene pies ni cabeza”, afirmó Rosa.

Desde las 6:00 am el día “pintaba flojo” en Caracas. La afluencia en el Metro fue menor de la esperada para el inicio de la semana. La poca cantidad usuarios en el transporte subterráneo para las 5:00 pm, hora pico, terminó de confirmar que la ciudad “no se despertó” este 20 de agosto.

Emilio, encargado de una panadería en La Candelaria, abrió sus santamarías para no perder un día de trabajo. “Ha habido mucha confusión y no han pasado las tarjetas del Venezuela ni del Mercantil“, dijo el trabajador.

La cifra del nuevo sueldo mínimo lo agarró fuera de base, pero se mantiene a la expectativa para tomar las próximas decisiones del negocio que regenta. “Aquí tenemos alrededor de 45 empleados y a todos se les dan sus comidas, aparte del sueldo y el bono de alimentación. Vamos a tener que ver a qué acuerdo llegamos que nos favorezcan a ambas partes”, indicó.

Ni en el este ni en el oeste de Caracas se terminó de despertar el comercio para la reconversión. En Catia apenas uno que otro local de comida o frutería abrió sus puertas para estrenar la nueva medida económica.

En la avenida Baralt la poca gente que había en las calles esperaba transporte público. Ni siquiera McDonald’s se atrevió a operar en medio de la incertidumbre del nuevo plan de recuperación económico.

En la avenida Urdaneta los comercios permanecieron cerrados, pero los cajeros empezaron a llenarse de gente después del mediodía. Las colas en las agencias bancarias reaparecieron, esta vez para retirar la nueva familia de billetes, que va desde los 50 céntimos hasta los 500 bolívares soberanos.

Rosa Rodríguez, empleada de un restaurante japonés en el centro comercial San Ignacio, aprovechó la poca afluencia de clientes para retirar dinero en el cajero de 100% Banco.

“Esto está como un primero de enero. Aproveché para sacar ahorita porque uno no sabe cuándo vuelva a conseguir efectivo“, dijo con 2 bolívares soberanos en mano, el equivalente a apenas 200 mil bolívares del cono saliente.

Poca afluencia de transeúntes y de transporte en Petare

Con anaqueles y pasillos vacíos recibieron la reconversión los supermercados de Caracas. En un recorrido por siete establecimientos de cuatro municipios distintos, Efecto Cocuyo pudo constatar que la poca clientela que asistió fue con la intención de comprar víveres y alimentos “antes de que los precios suban”.

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Ni siquiera en la redoma de Petare los comercios operaron con normalidad. La mayoría de quienes ocupaban las aceras eran vendedores ambulantes y usuarios esperando la llegada de transporte público.

“Se siente como un primero de enero”, aseguró Josymar, empleada de una heladería en el centro comercial Millennium. Dijo haber recibido “contados clientes” y que el local abrió para “no perder el día”. El resto de los comercios mantuvo sus puertas cerradas y las luces apagadas.

Josymar ahora espera que este martes 21 de agosto a que se regularice el sistema de pagos para que las ventas puedan continuar. Afirmó no tener muchas expectativas con el nuevo salario anunciado por el presidente Nicolás Maduro el pasado 17 de agosto. “Habrá que ver para cuánto alcanza ese sueldo porque todo se va a disparar”, finalizó.

Billetes de dos, cinco y diez bolívares soberanos son los primeros en aparecer en los cajeros