Las cárceles de Colombia son un alarmante foco de contagio de COVID-19, pero las autoridades aseguran que tienen todo bajo control. Hay 2.067 contagiados y 6 fallecidos de un total de 111 mil 578 personas recluidas en todas las prisiones del país.
Un reportaje de David González , Ingrid Ramírez y Diana Salinas para el programa de periodismo colaborativo Salud con lupa destaca que en las cárceles de Colombia hacen muy pocas pruebas de detección del nuevo coronavirus. Los presos enfermos reciben no tratamiento adecuado y “alivian sus síntomas con agua de panela y aspirina”.
Según información oficial suministrada por el Consorcio Fondo de Atención en Salud PPL, encargado de la administración de las cárceles en Colombia, practicaron 7.153 pruebas de despistaje de COVID-19 en tres meses.
En otras palabras, se han practicado test a 6.41% de los presos de Colombia. “De los 133 centros carcelarios incluidos en la información entregada por esta institución, se evidencia que sólo en 43 han tomado pruebas. Es decir, hay cárceles en las que no han practicado ni una sola prueba. Por lo tanto, hasta la fecha, no se puede determinar cuál es el porcentaje real de contagios en la población carcelaria del país”, se indica en el reportaje.
En las cárceles de Colombia y particularmente en el Centro Penitenciario de Villavicencio, el nuevo coronavirus cunde vertiginosamente. “El 17 de abril ya sumaban 20 enfermos, entre guardias y reclusos, y tres fallecidos. Para el 21 de mayo, los medios locales reportaron 876 casos confirmados de COVID-19 de un total de 1.638 reclusos”, precisan.
La Corte Constitucional de Colombia terció en el asunto. El 3 de junio, la máxima instancia judicial del país exigió medidas en el tratamiento del COVID-19 en las cárceles de Colombia.
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Este reportaje forma parte del Programa Lupa, liderado por la plataforma digital colaborativa Salud con Lupa, con el apoyo del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ).