“Aquí el Clap es fatal”; “eso es lo más desastroso del mundo”; “esas cajas llegan cuando les da la gana”; “si me pongo a esperar que lleguen las bolsas Clap, me muero de hambre”, estas son algunas de las afirmaciones que surgen espontáneamente cuando se pregunta a ciudadanos de diversas zonas del país sobre la regularidad en la distribución de alimentos a través de los  Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap)

Hasta tres meses ha tenido que esperar Mirtha Pacheco, de 58 años, residente de La Mesa de Cogollal, en Aragua, para recibir “la bendita caja Clap”. Con promesas de que llegaría de semana en semana mantienen a los vecinos que con molestia preguntan “¿cuándo van a entregar las cajas?“. Cajas que -por cierto- muchos de los habitantes del sector pagaron anticipadamente desde el mes de febrero, frente a los rumores de que llegarían, comentó Pacheco.

“Tengo una hija discapacitada, en mi casa somos siete personas y nos dan una sola caja cuando a ellos les da la gana”, dijo Amada Salazar, residente de La Páez, en Vargas, donde han pasado casi dos meses desde la última vez que recibieron los alimentos suministrados por el Gobierno.

Con molestia y un poco alterada, Salazar comentó: “Eso se acaba en dos semanas y luego hay que buscar comida de aquí para allá, porque si me pongo a esperar que lleguen las bolsas Clap, me muero de hambre”. Además, la mujer, de 70 años, criticó la falta de otros insumos de la canasta básica que no distribuyen los Clap. “Eso no trae café, jabón, champú, pasta dental”, enumeró.

La historia de Ana Prato, de 63 años, quien reside en San Agustín del Norte, en Caracas, es similar a la de Amada. Prato tiene dos meses esperando por el contenido alimenticio, el cual -según Freddy Bernal, jefe de Centro de Control Nacional de los Clap– debería llegar cada 21 días.  “Las ultimas tres semanas me han mareado diciendo que en los próximos días llegará, pero todavía nada”, agregó.

“Supuestamente iba a venir cada 15 días, luego dijeron que cada 21 días“, explicó también Jormer Zambrano, del sector Canaima-La Planada, en Vargas. Lo cierto es que la familia Zambrano tiene más de un mes sin rastro de los alimentos Clap y sin “esperanzas de una llegada cercana porque no hay información. No dicen nada”,  expresó el encargado de la carga familiar.

Lla joven Nellyeth Monzón, habitante de Los Teques, en Miranda, comentó: “En lo que va de año solo ha llegado una vez”. En su caso, fue a finales del mes de febrero cuando obtuvo la caja con 26 productos 100% mexicanos y hasta este 8 de mayo no ha vuelto a aparecer.

La cantidad  de productos y  sus precios varía entre una caja y otra. Lo único que no ha variado es el origen del contenido alimenticio, el cual es completamente mexicano. Esto contradice lo afirmado por el Gobierno, que insiste en su discurso de que el 50% es de producción nacional.

En varios sectores de El Valle, Guarenas, Guatire, Valles del Tuy y el centro de Caracas la historia se repite, de acuerdo con diferentes fuentes entrevistadas por Efecto Cocuyo. La irregularidad persiste y el silencio aturde a los venezolanos que se preguntan:¿Qué vamos a comer hoy?”

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