El gobierno de Donald Trump se pronunció sobre la situación de Venezuela a través de las voces del secretario de defensa, H.R. McMaster, y el secretario del Tesoro, Steven T. Mnuchin, quienes en conjunto ofrecieron una rueda de prensa desde la Casa Blanca.

Abordaron el tema de manera general y afirmaron que monitoreaban la situación muy de cerca y que no descartaban próximas acciones en el futuro. “Todas las opciones están sobre la mesa“, señaló Mnuchin y dijo que no revelaría la estrategia del presidente del país norteamericano.

También expresaron su confianza en que las sanciones tendrían su efecto.  McMaster informó que Trump había dado prioridad “a la gente de Venezuela” y por eso se aplican medidas que solo afecten al Gobierno. Calificó la represión de “brutal” y comparó los resultados y la violencia generada entre las jornadas del 16 de julio y las del 30 de julio.

Al leer el comunicado oficial afirmó: “Maduro no es solo un mal líder, sino que ahora es un dictador“.

Confirmaron que han trabajado con varios líderes regionales “para intentar lograr que modere su comportamiento y proteja a su gente”.

No revelaron si Maduro tiene bienes en Estados Unidos y comentaron que es el cuarto mandatario en ser incluido en esta lista junto a Bashar al-Assad (Siria), Robert Mugabe (Zimbaue) y Kim Jong-Il (Corea del norte).

Maduro fue incluido en la lista de sancionados del Departamento de Tesoro de los Estados Unidos  bajo esta explicación:  “Estas acciones se toman un día después de que el Gobierno de Maduro celebrara las elecciones con las que ilegítimamente aspiran usurpar el poder constitucional de la Asamblea Nacional, reescribir la Constitución e imponer un régimen autoritario”, dice el comunicado de prensa de la institución.

En cuanto a las posibles sanciones que afecten el comercio de petróleo, ambos funcionarios fueron evasivos y no quisieron comentar al respecto.

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