La migración venezolana es una verdad. También lo es que las mujeres, tienen una mayor posibilidad de ser víctimas de la trata de personas cuando se movilizan. Por esta razón, nace Éxodo una ONG que revisa la vulnerabilidad de las venezolanas migrantes.
Este 30 de mayo, la nueva asociación civil presentó su primer trabajo: Consulta a Organizaciones Sociales de Táchira, Zulia y Anzoátegui. Su meta era revisar las capacidades de los defensores de derechos humanos para identificar casos de trata de personas y su seguimiento.
Para problematizar su estudio, Éxodo usó cifras de la Organización Internacional para la Migración, adjunta a la Organización de Naciones Unidas (ONU): en promedio 7.083 personas por día salieron del país en 2018.
Dorennys Angulo, fundadora de Éxodo, agregó que los estudios de migración invisibilizan las causas o motivaciones de la migración femenina en Venezuela. Señaló que es importante que las organizaciones privadas o públicas hagan encuestas pensadas para conocer la opinión de las mujeres. De esta manera se puede generar políticas públicas adecuadas.
Después de revisar varias cifras de encuestadoras, Angulo y su equipo de trabajo pudo determinar que las mujeres venezolanas migran del país porque buscan ingresos para sostener a sus familias. Un factor de riesgo para caer en redes de trata de personas.
Otra vulnerabilidad de las mujeres migrantes es la falta de documentos de identidad, específicamente el pasaporte. “No tener este documento convierte a la mujer en una potencial víctima de trata de personas o esclavitud sexual“, dijo Angulo, quien es abogada de la Universidad Bicentenaria de Aragua.
A grandes rasgos, Éxodo también pudo ver que el perfil de migrantes venezolanas tiene los siguientes factores de riesgo:
– Viajan solas
– Pertenecen a alguna etnia indígena
– Tienen hijos dependientes de ellas
– Manejan pocas redes de apoyo
– Fueron víctimas de abuso sexual en su entorno
Angulo señaló que entre los principales resultados de la consulta se destaca un incremento de 32% en la capacidad de las organizaciones participantes para identificar estos delitos.
Asimismo, el 59% de las organizaciones consultadas no cuentan con un protocolo específico para identificar y acompañar a víctimas de estos delitos, más allá de lo contemplado en la legislación vigente.
Dentro de los servicios que prestan las organizaciones consultadas, el 36% desarrolla actividades de formación y sensibilización de actores claves para generar conciencia sobre esta problemática y fortalecer las capacidades de prevención.
Un delito lucrativo
En las palabras de apertura, el Embajador del Reino Unido en Venezuela, Andrew Soper, señaló que para lograr “una verdadera igualdad de género es necesario trabajar para eliminar la violencia contra las mujeres, garantizar su acceso a posiciones de poder y fortalecer su independencia económica”.
El diplomático británico destacó que esta es un área de trabajo prioritaria para el Reino Unido no solamente en Venezuela, sino en todas partes del mundo, pues la esclavitud moderna es un delito que genera anualmente más de $150 mil millones en todo el mundo, vulnerando la dignidad de las víctimas.
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