El Hospital Luis Razetti de Barcelona, estado Anzoátegui, está a merced del hampa. Pedro Quijada, un médico residente de Obstetricia, recibió dos puñaladas este lunes, 5 de marzo, en la entrada del centro de salud, cuando se incorporaba a su turno a las 8:00 am. De inmediato, sus colegas manifestaron por la inseguridad y paralizaron sus actividades parcialmente en señal de protesta. Sin embargo, seis horas después del suceso, una doctora fue asaltada en el estacionamiento del hospital para robarle su celular.

Quijada tiene tres meses como residente y aún no ha cobrado su primer sueldo, que representan apenas 363 mil bolívares mensuales. Este lunes dos hombres en moto lo abordaron para robarlo. No se llevaron su celular, pero sí su morral, en donde cargaba el almuerzo del día y los insumos médicos que utiliza.

Los delincuentes le propinaron dos puñaladas: una en el tórax y la otra en el abdomen. Tras el robo, el estudiante de 27 años fue atendido por sus propios compañeros.

“Afortunadamente las heridas no fueron profundas. De haberlo sido, no hubiéramos podido atenderlo aquí porque no contamos con ningún tipo de anestésico“, denunció el doctor Oscar Navas, presidente de la sociedad de médicos, internos y residentes del Hospital Luis Razetti.

Navas indicó a Efecto Cocuyo que los médicos denunciaron en una comunicación enviada al viceministro de Hospitales, Exavier Campos el desabastecimiento de anestésicos en los tres principales hospitales de la entidad: el Luis Razetti, el Dr. César Rodríguez Campo y el Dr. Guzmán Lander.

“No hubiéramos podido llevar a nuestro compañero (Quijada) a ningún sitio. Hubiéramos quedado a merced de otros médicos que trabajan en centros privados y tenido que hacer una vaca para que lo atendieran”, expresó el presidente de la sociedad de médicos, internos y residentes. 

Tras el robo, los médicos del Razetti protestaron frente al hospital y paralizaron “las áreas no críticas” del centro de salud en señal de protesta por la inseguridad. Cerca de la 1:00 pm, los trabajadores retornaron a sus servicios y atendieron con normalidad. Después se enteraron de que otra colega fue víctima del hampa.

“Una doctora se montó en su carro, llegaron con una pistola y le robaron su celular”, contó Navas, “estamos hablando de que hubo dos robos en solo seis horas”.

Luego de recibir las puñaladas, a Quijada le recetaron tomar antibióticos, que tampoco hay en el centro de salud. Fármacos como Unasyn, Ciprofloxacina o Cefadroxilo, para prevenir una infección tras las heridas causadas por el arma blanca, se ofertan por el orden del un millón 300 mil bolívares, lo que equivale a tres meses de trabajo del residente en el Luis Razetti.

Los doctores del principal hospital de la entidad han denunciado la inseguridad y el desabastecimiento que azotan al centro de salud y piden mejora de condiciones.

“No exigimos un salario exorbitante, pero tengo compañeros que tienen que escoger todos los días entre venir a trabajar y pagar el pasaje o comer. Muchos escogen trabajar. Nosotros estamos aquí porque queremos estarlo, pero no tenemos cómo hacer nuestro trabajo”, lamentó Navas.

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