“¿Cómo que el celular no es mío?. Sí señor, el celular no es suyo (…) El Imei de su equipo está corrupto. En sistema puedo ver que el equipo le pertenece a otro usuario”. Sin entender demasiado esta información, dada por un agente autorizado de Movistar, Carlos fue hasta la tienda donde había comprado su Samsung Light en City Market.
Siete meses después de haberlo adquirido, el aparato se reinició y dejó de recibir señal. No podía llamar, ni mandar mensajes ni usar Internet.
“Dame 10.000 bolos y yo te libero ese equipo. Eso debe ser que ya lo reportaron, papá», le dijo un tal Marcos al actor de teatro y diseñador, quien en ese instante se despidió del equipo que le costó 85.000 bolívares en octubre de 2015. No estaba dispuesto a cometer un delito.
El Imei (por sus siglas en inglés) es la identidad internacional del equipo móvil. Consiste en una combinación de 15 números que convierte en único al aparato y aparece en la etiqueta pegada en la parte interna posterior y en la caja que lo contiene.
Es la cédula de identidad de un teléfono y así como un documento se falsifica, también es posible alterar esta identidad digital. En Venezuela, es un delito que se pena con al menos cuatro años de cárcel.
“Para modificar el dispositivo acceden al modo de recuperación que es una aplicación de ingeniería para restablecerlo a la configuración de fábrica. Pero si está reportado, deben cambiar el Imei porque el código ingresa a la lista negra y el aparato queda inservible”, explicó un funcionario que tiene 20 años trabajando en inteligencia en el estado Anzoátegui.
La lista negra es un seriado internacional en el que se encuentran los Imei bloqueados en todo el mundo por pérdida, robo o hurto, lo que facilita la labor de los investigadores y empresas de telecomunicaciones para detectar irregularidades.
Dijo que para este paso se requiere un software que fue creado para recuperar un celular cuyo sistema se hubiese dañado por virus o averías internas. “El problema es que con este programa pueden cambiar uno o dos dígitos del Imei y de esta manera, el número reportado como perdido o robado queda modificado”, agregó el especialista.
Este trabajo se extendió como un comercio. El investigador recordó que hace dos años detuvo a dos colombianos y dos venezolanos que se dedicaban al cambio de Imei como negocio. “Estos jóvenes dictaban cursos de reparación de equipos. Nos llamó la atención que para entrar al curso se debía comprar un paquete de herramientas y entre ellas estaba el software para modificar Imei”, afirmó.
Un joven que se dedica a este delito como oficio explicó a Efecto Cocuyo que además de las herramientas tecnológicas se requiere conocimientos básicos de programación. Manifestó que dos códigos Imei pueden funcionar paralelamente hasta que uno de ellos sea reportado. «Cuando esto ocurre, ambos dejan de funcionar; el legal y el clonado», refirió el informático que reside en Aragua.
En la Ley Especial Contra los Delitos Informáticos hay al menos cuatro artículos que penalizan esta operación y establece condenas entre 4 y 10 años por adulterar equipos tecnológicos. Es la base legal para que la División Contra Delitos Informáticos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) tenga en el radar a bandas que se dedican al cambio de Imei y tienen como centro de operaciones tiendas de centros comerciales.
“Un centro comercial en Sabana Grande es la cuna de este delito. Las tiendas sospechosas son aquellas que ofrecen servicio técnico en software o liberación (para que un aparato acepte cualquiera de las telefonías que hay en el país). Estas se llenan en la mañana con jóvenes que llevan celulares para el cambio de Imei. Son delincuentes con celulares robados”, aseveró un comisario jubilado de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), quien investigó el tema para su empresa de seguridad y pidió su anonimato, pues descubrió una mafia en la que incluso participan funcionarios de seguridad del Estado.
“En una tienda física, o programador particular, pide por el cambio de Imei entre 10 y 80 mil bolívares dependiendo de la marca; también existe la opción de comprar el celular robado y pagan por eso entre 30 y 50 mil bolívares. En caso de que sea un aparato que no puedan modificar, como un Iphone, entonces lo venden para repuestos”, señaló el Disip.
El comisario jubilado del Cicpc Luis Bustillos Tábata, exdirector de la División Contra Delitos Informáticos, indicó que las empresas de telecomunicaciones deben reforzar sus procesos de bloqueo. Recordó que en 2011 una providencia de Conatel y la Vicepresidencia de la República obligó a las telefónicas a crear y mantener un registro actualizado de Imei de los equipos aunque estos no fueran comercializados en sus tiendas.
La normativa fue publicada en la Gaceta Oficial Nº 39.759 y en ella se expone como motivo el incremento de “situaciones vinculadas al robo y hurto de equipos terminales de telefonía móvil, tendentes a perturbar la tranquilidad y seguridad de las personas y sus bienes, así como a facilitar la comisión de hechos punibles”.
Carlos expuso a Efecto Cocuyo cómo se sintió como un delincuente cuando los empleados de la tienda argumentaron que sus jefes eran del Cicpc. Se resignó a perder su celular. “No pude comprarme otro porque prefería tener qué comer. Vivo solo y entre el alquiler y la comida se va mi quincena. Tres meses después me regalaron un Huawei. Sino fuese así me hubiese quedado sin celular hasta ahora”, expresó el joven.
Evite ser estafado
Bustillos Tábata explicó que al marcar en un celular el código *#06# y presionar el botón de llamada, en la pantalla aparecerá una combinación de números. Este es el Imei del equipo que debe coincidir tanto con la etiqueta detrás del aparato, debajo de la batería, como con la caja. Esta consulta puede hacerse sin poseer una línea.
“El riesgo que se corre al comprar equipos con Imei modificado es que ese código esté relacionado con un hurto, robo, secuestro u homicidio. A la larga se identifica quién posee el celular y la persona podría verse involucrada en un proceso de investigación criminal”, aseveró el especialista.
Agregó que en el caso de que el teléfono haya sido adquirido en el exterior, al comprar una línea celular ésta debe ser homologada con el Imei del aparato. Este paso se realiza en un agente autorizado de la telefónica de preferencia.
Otros mundillos
Un funcionario de Delincuencia Organizada del Cicpc dijo a Efecto Cocuyo que hace dos meses detuvieron a tres personas por alteración de teléfonos en una minitienda del centro comercial Manuelita Saenz en Sabana Grande. Aunque no precisó la cantidad de aparatos vulnerados que encontraron, señaló que las marcas eran variadas e iban desde aparatos chinos hasta Samsung Galaxys de última generación.
El excomisario de la Disip apuntó que en la avenida Baralt, Nueva Granada y Francisco de Miranda (hacia Petare) se pueden ver cómo buhoneros venden repuestos y cargadores de celulares sin que estén empacados.
Según comerciantes informales y kioskeros en Petare estos manteleros tienen mercancía proveniente del delito. “Algunos tienen negocios con malandritos de la zona que les traen los celulares descuartizados, pero otros consiguen las piezas con personas que ya no usan su equipo y se los regalan o venden”, explicó uno de los buhoneros cercanos.
Agregó que los precios variaban entre 1.000 y 5.000 bolívares para carcasas y cargadores de equipos que eran la última tendencia en los noventa. Esta actividad está tipificada como aprovechamiento de objetos provenientes del delito y está penalizada por el Código Penal con una condena de tres a cinco años (Artículo 470).
En Mercado Libre, Facebook y YouTube se pueden encontrar personas comercializando desde el software necesario para clonar los Imei hasta la máquina que imprime etiquetas de celular y caja para darle un acabado más real a la falsificación de celulares.
“Hay muchos tutoriales que te dan las características de los teléfonos clonados, cómo cambiar un Imei, cómo hackear un Android o Iphone. Hay mucha información en la sociedad que permite que los jóvenes puedan vulnerar las estructuras de un celular”, expuso Bustillos Tábata.
Sobre este tema, un detective de la División Contra Delitos Informáticos recordó que en 2012 un lote de celulares chinos ingresaron al país y se vendían como Samsung Galaxy.
“Tenían la carcasa igual, pero los componentes internos eran de menor calidad. Clonaron los Imei e incluso falsificaron las cajas. Las personas compraron estos equipos en cualquier tienda por precio menor al de un Samsung Galaxy y nunca pudimos dar con el importador de estos aparatos”, aseveró el funcionario.
Asimismo explicó que el área al que está adscrito en el Cicpc está abocada a las estafas que se cometen por páginas de compra y venta como OLX o Mercado Libre.
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“¿Cómo que el celular no es mío?. Sí señor, el celular no es suyo (…) El Imei de su equipo está corrupto. En sistema puedo ver que el equipo le pertenece a otro usuario”. Sin entender demasiado esta información, dada por un agente autorizado de Movistar, Carlos fue hasta la tienda donde había comprado su Samsung Light en City Market.
Siete meses después de haberlo adquirido, el aparato se reinició y dejó de recibir señal. No podía llamar, ni mandar mensajes ni usar Internet.
“Dame 10.000 bolos y yo te libero ese equipo. Eso debe ser que ya lo reportaron, papá», le dijo un tal Marcos al actor de teatro y diseñador, quien en ese instante se despidió del equipo que le costó 85.000 bolívares en octubre de 2015. No estaba dispuesto a cometer un delito.
El Imei (por sus siglas en inglés) es la identidad internacional del equipo móvil. Consiste en una combinación de 15 números que convierte en único al aparato y aparece en la etiqueta pegada en la parte interna posterior y en la caja que lo contiene.
Es la cédula de identidad de un teléfono y así como un documento se falsifica, también es posible alterar esta identidad digital. En Venezuela, es un delito que se pena con al menos cuatro años de cárcel.
“Para modificar el dispositivo acceden al modo de recuperación que es una aplicación de ingeniería para restablecerlo a la configuración de fábrica. Pero si está reportado, deben cambiar el Imei porque el código ingresa a la lista negra y el aparato queda inservible”, explicó un funcionario que tiene 20 años trabajando en inteligencia en el estado Anzoátegui.
La lista negra es un seriado internacional en el que se encuentran los Imei bloqueados en todo el mundo por pérdida, robo o hurto, lo que facilita la labor de los investigadores y empresas de telecomunicaciones para detectar irregularidades.
Dijo que para este paso se requiere un software que fue creado para recuperar un celular cuyo sistema se hubiese dañado por virus o averías internas. “El problema es que con este programa pueden cambiar uno o dos dígitos del Imei y de esta manera, el número reportado como perdido o robado queda modificado”, agregó el especialista.
Este trabajo se extendió como un comercio. El investigador recordó que hace dos años detuvo a dos colombianos y dos venezolanos que se dedicaban al cambio de Imei como negocio. “Estos jóvenes dictaban cursos de reparación de equipos. Nos llamó la atención que para entrar al curso se debía comprar un paquete de herramientas y entre ellas estaba el software para modificar Imei”, afirmó.
Un joven que se dedica a este delito como oficio explicó a Efecto Cocuyo que además de las herramientas tecnológicas se requiere conocimientos básicos de programación. Manifestó que dos códigos Imei pueden funcionar paralelamente hasta que uno de ellos sea reportado. «Cuando esto ocurre, ambos dejan de funcionar; el legal y el clonado», refirió el informático que reside en Aragua.
En la Ley Especial Contra los Delitos Informáticos hay al menos cuatro artículos que penalizan esta operación y establece condenas entre 4 y 10 años por adulterar equipos tecnológicos. Es la base legal para que la División Contra Delitos Informáticos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc) tenga en el radar a bandas que se dedican al cambio de Imei y tienen como centro de operaciones tiendas de centros comerciales.
“Un centro comercial en Sabana Grande es la cuna de este delito. Las tiendas sospechosas son aquellas que ofrecen servicio técnico en software o liberación (para que un aparato acepte cualquiera de las telefonías que hay en el país). Estas se llenan en la mañana con jóvenes que llevan celulares para el cambio de Imei. Son delincuentes con celulares robados”, aseveró un comisario jubilado de la Dirección de los Servicios de Inteligencia y Prevención (Disip), quien investigó el tema para su empresa de seguridad y pidió su anonimato, pues descubrió una mafia en la que incluso participan funcionarios de seguridad del Estado.
“En una tienda física, o programador particular, pide por el cambio de Imei entre 10 y 80 mil bolívares dependiendo de la marca; también existe la opción de comprar el celular robado y pagan por eso entre 30 y 50 mil bolívares. En caso de que sea un aparato que no puedan modificar, como un Iphone, entonces lo venden para repuestos”, señaló el Disip.
El comisario jubilado del Cicpc Luis Bustillos Tábata, exdirector de la División Contra Delitos Informáticos, indicó que las empresas de telecomunicaciones deben reforzar sus procesos de bloqueo. Recordó que en 2011 una providencia de Conatel y la Vicepresidencia de la República obligó a las telefónicas a crear y mantener un registro actualizado de Imei de los equipos aunque estos no fueran comercializados en sus tiendas.
La normativa fue publicada en la Gaceta Oficial Nº 39.759 y en ella se expone como motivo el incremento de “situaciones vinculadas al robo y hurto de equipos terminales de telefonía móvil, tendentes a perturbar la tranquilidad y seguridad de las personas y sus bienes, así como a facilitar la comisión de hechos punibles”.
Carlos expuso a Efecto Cocuyo cómo se sintió como un delincuente cuando los empleados de la tienda argumentaron que sus jefes eran del Cicpc. Se resignó a perder su celular. “No pude comprarme otro porque prefería tener qué comer. Vivo solo y entre el alquiler y la comida se va mi quincena. Tres meses después me regalaron un Huawei. Sino fuese así me hubiese quedado sin celular hasta ahora”, expresó el joven.
Evite ser estafado
Bustillos Tábata explicó que al marcar en un celular el código *#06# y presionar el botón de llamada, en la pantalla aparecerá una combinación de números. Este es el Imei del equipo que debe coincidir tanto con la etiqueta detrás del aparato, debajo de la batería, como con la caja. Esta consulta puede hacerse sin poseer una línea.
“El riesgo que se corre al comprar equipos con Imei modificado es que ese código esté relacionado con un hurto, robo, secuestro u homicidio. A la larga se identifica quién posee el celular y la persona podría verse involucrada en un proceso de investigación criminal”, aseveró el especialista.
Agregó que en el caso de que el teléfono haya sido adquirido en el exterior, al comprar una línea celular ésta debe ser homologada con el Imei del aparato. Este paso se realiza en un agente autorizado de la telefónica de preferencia.
Otros mundillos
Un funcionario de Delincuencia Organizada del Cicpc dijo a Efecto Cocuyo que hace dos meses detuvieron a tres personas por alteración de teléfonos en una minitienda del centro comercial Manuelita Saenz en Sabana Grande. Aunque no precisó la cantidad de aparatos vulnerados que encontraron, señaló que las marcas eran variadas e iban desde aparatos chinos hasta Samsung Galaxys de última generación.
El excomisario de la Disip apuntó que en la avenida Baralt, Nueva Granada y Francisco de Miranda (hacia Petare) se pueden ver cómo buhoneros venden repuestos y cargadores de celulares sin que estén empacados.
Según comerciantes informales y kioskeros en Petare estos manteleros tienen mercancía proveniente del delito. “Algunos tienen negocios con malandritos de la zona que les traen los celulares descuartizados, pero otros consiguen las piezas con personas que ya no usan su equipo y se los regalan o venden”, explicó uno de los buhoneros cercanos.
Agregó que los precios variaban entre 1.000 y 5.000 bolívares para carcasas y cargadores de equipos que eran la última tendencia en los noventa. Esta actividad está tipificada como aprovechamiento de objetos provenientes del delito y está penalizada por el Código Penal con una condena de tres a cinco años (Artículo 470).
En Mercado Libre, Facebook y YouTube se pueden encontrar personas comercializando desde el software necesario para clonar los Imei hasta la máquina que imprime etiquetas de celular y caja para darle un acabado más real a la falsificación de celulares.
“Hay muchos tutoriales que te dan las características de los teléfonos clonados, cómo cambiar un Imei, cómo hackear un Android o Iphone. Hay mucha información en la sociedad que permite que los jóvenes puedan vulnerar las estructuras de un celular”, expuso Bustillos Tábata.
Sobre este tema, un detective de la División Contra Delitos Informáticos recordó que en 2012 un lote de celulares chinos ingresaron al país y se vendían como Samsung Galaxy.
“Tenían la carcasa igual, pero los componentes internos eran de menor calidad. Clonaron los Imei e incluso falsificaron las cajas. Las personas compraron estos equipos en cualquier tienda por precio menor al de un Samsung Galaxy y nunca pudimos dar con el importador de estos aparatos”, aseveró el funcionario.
Asimismo explicó que el área al que está adscrito en el Cicpc está abocada a las estafas que se cometen por páginas de compra y venta como OLX o Mercado Libre.