Dos días con dolor de estómago y sin atención médica terminaron con la muerte de Jenxel Frías Salazar, de 20 años de edad. Tenía tres meses recluido en el Internado Judicial Rodeo II del estado Miranda, donde falleció en una camilla de la enfermería el martes 27 de febrero.
Ese día, funcionarios de la cárcel le avisaron a los familiares del técnico medio de mantenimiento en electricidad que el joven había muerto. Luego supieron, por un compañero de celda, que tenía dos días quejándose por un dolor abdominal que no lo dejaba dormir.
En cuatro oportunidades este privado de libertad llevó a Jenxel para que recibiera atención médica en el internado judicial y pidió que lo trasladaran a un hospital. La petición no se cumplió.
Así lo declararon los familiares de Jenxel en la morgue de Bello Monte a donde fue trasladado el cuerpo para que se le realizara la autopsia de rigor. «No le dieron nada, ni un calmante, nada. Creemos que ahí hay negligencia, porque él no tenía ninguna condición y era un muchacho joven», explicaron los parientes este jueves 1 de marzo.
Al final de la tarde, los forenses entregaron el acta de defunción en la que se señala como causa de muerte un infarto intestinal. «Le preguntamos a un médico de la familia que por qué puede ocurrir eso y nos dijo que a veces pasa a las personas que no comen por un lapso de tiempo largo y luego se comen una gran cantidad de comida», indicó uno de los familiares a Efecto Cocuyo.
Presumen que la mala alimentación, el estado de la comida y las condiciones insalubres del agua que ingería pudieron incidir en su muerte.
Jenxel estaba detenido desde octubre del 2017. Después de un proceso judicial corto, debido a la admisión de los hechos sugerido por su abogado de la Defensoría Pública, quedó sentenciado a 11 años y nueve meses por violencia de género.
«Tenía una novia de 13 años de edad y la mamá (de ella) se empeñó en decir que él la había obligado a sostener relaciones con ella. Durante el proceso, la muchacha declaró que ella lo hizo de mutuo acuerdo y que su madre le había pegado para que lo culpara. Hubo testigos que declararon que la denuncia de la mujer era falsa«, contaron los parientes.
También denunciaron que el abogado les cobró una suma en dinero, pese a que fue asignado por el Estado como defensor público.
El caso estaba radicado en Vargas. Específicamente lo llevaba el Juzgado 1° de Primera Instancia en Función de Control con Competencia en Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial Penal del Estado Vargas.
El joven estaba recluido en el retén de la Policía de Vargas de Caraballeda, pero una vez que él asumió la autoría de los hechos, fue llevado al Rodeo II en diciembre de 2017. «El expediente decía que debía ir a Yare, pero lo llevaron fue a Guatire«, dijo una prima de Jenxel.
Los primos que estaban en la morgue de Bello Monte acompañando al padre del fallecido indicaron que Jenxel era un conocido deportista de Catia La Mar. Participaba en un equipo de fútbol llamado «Los Chinos«. Además, trabajaba como técnico en la empresa Cargill de Venezuela.
Desde que llegó al Rodeo II, comenzó a trabajar en el área de la cocina durante el turno de la noche e iba a cursar inglés con un privado de libertad que es docente de esa idioma.
«Le dijo a su mamá que la próxima visita le llevara comida para darle al señor, como un pago por las clases que iba a comenzar a recibir», mencionó una de las parientes.
Foto: Carlos Ramírez / Monitor de Víctimas
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Dos días con dolor de estómago y sin atención médica terminaron con la muerte de Jenxel Frías Salazar, de 20 años de edad. Tenía tres meses recluido en el Internado Judicial Rodeo II del estado Miranda, donde falleció en una camilla de la enfermería el martes 27 de febrero.
Ese día, funcionarios de la cárcel le avisaron a los familiares del técnico medio de mantenimiento en electricidad que el joven había muerto. Luego supieron, por un compañero de celda, que tenía dos días quejándose por un dolor abdominal que no lo dejaba dormir.
En cuatro oportunidades este privado de libertad llevó a Jenxel para que recibiera atención médica en el internado judicial y pidió que lo trasladaran a un hospital. La petición no se cumplió.
Así lo declararon los familiares de Jenxel en la morgue de Bello Monte a donde fue trasladado el cuerpo para que se le realizara la autopsia de rigor. «No le dieron nada, ni un calmante, nada. Creemos que ahí hay negligencia, porque él no tenía ninguna condición y era un muchacho joven», explicaron los parientes este jueves 1 de marzo.
Al final de la tarde, los forenses entregaron el acta de defunción en la que se señala como causa de muerte un infarto intestinal. «Le preguntamos a un médico de la familia que por qué puede ocurrir eso y nos dijo que a veces pasa a las personas que no comen por un lapso de tiempo largo y luego se comen una gran cantidad de comida», indicó uno de los familiares a Efecto Cocuyo.
Presumen que la mala alimentación, el estado de la comida y las condiciones insalubres del agua que ingería pudieron incidir en su muerte.
Jenxel estaba detenido desde octubre del 2017. Después de un proceso judicial corto, debido a la admisión de los hechos sugerido por su abogado de la Defensoría Pública, quedó sentenciado a 11 años y nueve meses por violencia de género.
«Tenía una novia de 13 años de edad y la mamá (de ella) se empeñó en decir que él la había obligado a sostener relaciones con ella. Durante el proceso, la muchacha declaró que ella lo hizo de mutuo acuerdo y que su madre le había pegado para que lo culpara. Hubo testigos que declararon que la denuncia de la mujer era falsa«, contaron los parientes.
También denunciaron que el abogado les cobró una suma en dinero, pese a que fue asignado por el Estado como defensor público.
El caso estaba radicado en Vargas. Específicamente lo llevaba el Juzgado 1° de Primera Instancia en Función de Control con Competencia en Delitos de Violencia contra la Mujer del Circuito Judicial Penal del Estado Vargas.
El joven estaba recluido en el retén de la Policía de Vargas de Caraballeda, pero una vez que él asumió la autoría de los hechos, fue llevado al Rodeo II en diciembre de 2017. «El expediente decía que debía ir a Yare, pero lo llevaron fue a Guatire«, dijo una prima de Jenxel.
Los primos que estaban en la morgue de Bello Monte acompañando al padre del fallecido indicaron que Jenxel era un conocido deportista de Catia La Mar. Participaba en un equipo de fútbol llamado «Los Chinos«. Además, trabajaba como técnico en la empresa Cargill de Venezuela.
Desde que llegó al Rodeo II, comenzó a trabajar en el área de la cocina durante el turno de la noche e iba a cursar inglés con un privado de libertad que es docente de esa idioma.
«Le dijo a su mamá que la próxima visita le llevara comida para darle al señor, como un pago por las clases que iba a comenzar a recibir», mencionó una de las parientes.
Foto: Carlos Ramírez / Monitor de Víctimas
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