Jessica Arminio perdió 600 dólares. Ella es una de las cientos de víctimas de la nueva modalidad de estafas que en 2018 cobró auge en Venezuela. Ahora, los delincuentes encontraron en instagram una plataforma para obtener dinero fácil. ¿Cómo? Haciéndose pasar por un conocido.

La joven de 25 años aprovechó la derogación de la Ley del Régimen Cambiario y sus Ilícitos, en agosto de este año, para obtener ahorros en divisas. En varias oportunidades quiso convertir su dinero en dólares y hace un mes la oferta de una amiga en instagram le llamó la atención.

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“Vi que una amiga muy querida puso en sus historias que vendía 600 dólares. Yo la conozco desde hace siete años, así que no dudé en contactarla. Le escribí por un mensaje privado dentro del instagram y ella me mandó un número de teléfono. Rápidamente le mandé otro mensaje pero por whatsapp y comenzamos a chatear“, relató Jessica a Efecto Cocuyo.

Se saludaron en whatsapp. Jessica se alegró porque por fin volvieron a conversar. Hace tres meses su compañera había perdido su celular. Jessica le envió mensajes de voz a su amiga, pero ella solo respondía por texto. Incluso le ofreció unirla al grupo de whatsapp que crearon los amigos del colegio para mantener el contacto. Pero su amiga, se negó. Dijo que éste era un número temporal.

“Yo tenía prisa por conseguir el dinero y estaba camino a un juego de béisbol. Después de saludarnos, le pregunté rápido cuánto ofrecía por los dólares y cuál era la cuenta del banco. Ella me pasó unos datos bancarios que no tenían su nombre, pero no me pareció raro. A veces la gente, como no tiene el mismo banco que el comprador o porque se le acabó el límite, da una cuenta de alguien de su confianza”, indicó la joven.

A las 8:00 pm de ese día, Jessica le pasó el dinero a la tasa acordada. La idea era que su amiga le llevara los dólares hasta su trabajo, dirección que previamente le había enviado porque ella misma se ofreció.

“Al día siguiente ella me escribió que me quedara tranquila, que como a las 11:00 am me llevaba la plata. Pasó las 12:00, la 1:00 y nada. Ahí le escribo y veo que el mensaje no le llega. La llamo y el teléfono sale apagado. ¡Me estafaron!, me dije, nada me estafaron”, recordó.

Sacar cuentas

El susto que sintió Jessica al ver que no tenía forma de comunicarse con su amiga la motivó a investigar. Llamó a personas en común, pero nadie sabía de ella. “Me dijeron que ella no tenía celular y que solo hablaba por facebook. Comencé a sacar cuentas. Entendí por qué no quiso que la agregara al grupo. Es que no era mi amiga”, narró.

Ese mismo día en el que la joven descubrió que fue estafada, logró ubicar a su amiga por facebook: “Apenas le dije que por qué había desaparecido y si le había pasado algo. Lo primero que respondió ella fue que le habían hackeado la cuenta de instagram”.

Una vez pudieron hablar, la verdadera amiga de Jessica le comentó que sus parientes la llamaron a su casa para preguntarle sobre los dólares que ofertaba en la red social. Les parecía extraño. Luego intentó acceder a su cuenta y no pudo. Le cambiaron la contraseña y el correo electrónico vinculado.

Al final, la plataforma notificó a su mail que había cambios irregulares en su cuenta de instagram y que querían confirmar que fuese ella por medidas de seguridad. Así pudo recuperar la cuenta.

Mosca con la ingeniería social

Luis Bustillos Tabata dirigió por siete años la División de Delitos Informáticos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc). “El uso de las redes sociales para delinquir no es algo nuevo”, explicó a Efecto Cocuyo, y precisó que este año la moda es usar instagram.

“Detectaron que el instagram es una red de confianza. Los usuarios por lo general tienen a su círculo social cercano en esta plataforma. También detectaron que las personas colocan contraseñas vulnerables o son desprevenidos con el uso de sus correos electrónicos. Captan sus claves y usan el instagram como medio de difusión”, indicó el experto.

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Bustillos Tabata indicó que con ingeniería social se puede conseguir vulnerar la seguridad de los usuarios. Este término es como se le llama a la obtención de datos personales y contraseñas a través del estudio del comportamiento en redes sociales. La estrategia incluye también usurpación de identidad de plataformas legales (bancos, entes gubernamentales, páginas web) y envío de programas maliciosos conocidos como “virus”.

Un ejemplo real

Gonzalo Zorrilla Borges de 37 años fue aprehendido a principios de noviembre por el Cicpc. Él había desarrollado dos aplicaciones de celulares para Androide (App) con las que simuló que el software pertenecía al Banco de Venezuela (BDV) y al Banco de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Banfanb).

El ingeniero obtenía una suma de 2.500 bolívares soberanos por cada transacción de capital que realizaban los usuarios. Las App que creó Zorrilla Borges permitían efectuar consultas de saldo y solicitud de tickets de cola virtual para usuarios de BDV. Zorrilla Borges creó ocho versiones mejoradas, y en varias aplicaciones, usó los logos de los mencionados entes bancarios para así persuadir fácilmente a los usuarios.

El comisario jubilado del Cicpc advirtió que una de las plataformas usadas para obtener datos de las víctimas son las páginas de criptomonedas. Por ejemplo, algunos sitios webs ofrecen pagar activos digitales a un usuario por cada persona que se registre en el site. La oferta es atractiva, pero puede ser una fachada.

“Cuando se está comprando criptomonedas  hay una vulnerabilidad. Tu das datos al llenar una planilla que va a la base de dato de la plataforma. Si es falsa, toda esa información queda en manos de delincuentes y puede ser usada para hackear cuentas”, manifestó el experto.

“Activa el Firewall humano”

Firewall es el cortafuegos en el mundo informático. “¿Tenemos un contacto que vende dólares? Muy bien, vamos a llamarlo por teléfono. Hablemos con su hermano, sus amigos. Confirmemos que sea él. ¿Alguien nos recomendó a un tercero para la compra de divisas? Vamos a investigar quién es esa persona. Activemos la doble verificación, el Firewall humano”, recomendó.

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Un estímulo a la denuncia

El Cicpc habilitó tres divisiones para combatir estos casos: Delitos Financieros, Delitos Informáticos y Contra la Delincuencia Organizada. Sus directivos están al tanto de que la cantidad de denuncias que reciben, solo es un porcentaje pequeño en comparación a la realidad.

“Sí, hay una cifra negra pero esta disminuye por la derogación de los Ilícitos Cambiarios. Las víctimas de estafas con dólares saben que ya no serán vistas como delincuentes y esto estimula la denuncia, genera confianza”, manifestó el comisario jubilado del Cicpc, Luis Bustillos Tabata, quien dirigió la División de Delitos Informáticos del Cicpc.

En Venezuela el control sobre las divisas y la Ley del Régimen Cambiario y sus Ilícitos convirtieron en un delito la compra y venta de dólares no autorizadas por el Banco Central de Venezuela (BCV).  Desde 2003, cuando se negociaba la moneda americana fuera de la estructura del Estado dispuesta para eso (Cencoex), tanto el comprador como el vendedor violaban la Ley y podían verse involucrados en delitos de legitimación de capitales y asociación para delinquir.

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Jessica va a denunciar. Su amiga ya lo hizo. Confía en que el rastreo del número telefónico y la cuenta bancaria lleve a la detención de los victimarios. Esta estafa le ocasionó perder sus ahorros y endeudarse en momento de crisis económica.

La estafa digital es uno de esos delitos que deja varias víctimas y que se sanciona por varios flancos: Ley Especial Contra los Delitos Informáticos, Ley Orgánica Contra Delincuencia Organizada y Financiamiento al Terrorismo y Código Penal. Los delincuentes podrían ser señalados por acceso indebido, sabotaje de sistema, robo de información, usurpación de identidad, estafa y asociación para delinquir.

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